Cuando Franco decidió mutar en Franco
El cardenal Maglione, como no puede ser de otra manera, acogió con gran satisfacción la restitución del presupuesto de culto y clero en España. Sin embargo, ya os he adelantado algunas líneas más arriba que dicho gesto por parte del gobierno español se había producido en paralelo a una campaña en la Prensa nacional que bien se puede calificar de torpe. Las personas que pensaron que la mejor forma de proceder a aquella cesión legal ante el Vaticano era hacerla acompañar de editoriales y comentarios en los periódicos que vinculaban estrechamente el gesto con la negociación del Concordato no cayeron en la cuenta de que eso suponía airear una negociación habitualmente secreta y, en consecuencia, otorgar permiso a otros para comentar la jugada. Esto es lo que hizo la Prensa de varios países, en tonos no precisamente muy comprensivos hacia la España de Franco y colocando al Vaticano en la posición desabrida de estar bajo la sospecha de llegar a entregarle a Franco el derecho de nombrar obispos. Las consecuencias en materia de imagen pública fueron tan jodidas para ambas partes que apenas unos pocos días después de haber sido iniciados los comentarios, éstos desparecieron de las galeradas de los periódicos con la misma rapidez con que habían aparecido.