viernes, marzo 07, 2025

La República moribunda (5): Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo



Tiberio Graco
Definición de un enfrentamiento
Malos tiempos para la lírica senatorial
Roma no paga traidores
La búsqueda de un justo medio
Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo
La hora de Cinna
El nuevo hombre fuerte
La dictadura del rencor
Lépido
Pompeyo
Éxito en oriente
Catilina
A Catilina muerto, Pompeyo puesto
El escándalo Clodio (y una reflexión final)


En ese momento se hizo bien patente cuál era el principal punto débil de Emilio Escauro y sus proyectos de estabilizar la República bajo un gobierno aristocrático con apariencias democráticas. Cuando los caballeros le pusieron la proa al proyecto de engrandecer la ciudadanía romana, oposición que, además, se encontró con el apoyo de Cayo Mario, pues éste, tras haber abandonado a los populares, se había aliado con la nobleza menor, Livio Druso se volvió hacia el Senado. Pero lo hizo, tan sólo, para descubrir que el Senado eran muchos Senados. Quinto Servilio Cepión, por ejemplo, hizo hilo con los planteamientos de los equites, tan sólo porque le tenía gato a los metelos y meteloides. Encontró ayuda en Lucio Marcio Filipo, que era cónsul aquel año y que era el típico antiguo militante de Podemos (había trabajado codo con codo con Saturnino) que ahora se quería hacer personar sus pecadillos de juventud con ese típico “yo es que he sido del Ku Klux Klan de toda la vida”.

jueves, marzo 06, 2025

La República moribunda (4): La búsqueda de un justo medio



Tiberio Graco
Definición de un enfrentamiento
Malos tiempos para la lírica senatorial
Roma no paga traidores
La búsqueda de un justo medio
Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo
La hora de Cinna
El nuevo hombre fuerte
La dictadura del rencor
Lépido
Pompeyo
Éxito en oriente
Catilina
A Catilina muerto, Pompeyo puesto
El escándalo Clodio (y una reflexión final)


Saturnino estaba muerto y sus leyes estaban todas o casi todas camino de ser repelidas y olvidadas. Pero, de alguna manera, igual que pasaría décadas después con Catilina, había dejado una huella indeleble de gran importancia en la Historia de la humanidad occidental. Aunque es verdad que podemos discutir, y discutir mucho, sobre quién es el auténtico fautor de este elemento histórico, hay muchos elementos para sostener que fue Saturnino quien disparó un cambio social del que ya no se vuelve en la Historia: ese cambio por el cual el ejército se convierte en un actor de la política.

miércoles, marzo 05, 2025

La República moribunda (3): Roma no paga traidores



Tiberio Graco
Definición de un enfrentamiento
Malos tiempos para la lírica senatorial
Roma no paga traidores
La búsqueda de un justo medio
Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo
La hora de Cinna
El nuevo hombre fuerte
La dictadura del rencor
Lépido
Pompeyo
Éxito en oriente
Catilina
A Catilina muerto, Pompeyo puesto
El escándalo Clodio (y una reflexión final)


Para los populares y para Saturnino, controlar los tribunales era un objetivo absolutamente fundamental. Pero si algo tenía claro el joven tribuno de la plebe era que, para resucitar de verdad a los Gracos, hacía falta una reforma agraria y un abaratamiento de las condiciones de vida. Por ello, inmediatamente reclamó una Lex frumentaria que redujese el precio del grano. El tribuno, aparentemente, presentó la misma ley que Graco, redactada en los mismos términos, con apenas variaciones en los precios propuestos. El Senado trató de bloquear la votación de la ley, aduciendo que el Estado no debía subvencionar el precio del trigo.

martes, marzo 04, 2025

La República moribunda (2): Malos tiempos para la lírica senatorial

 



Tiberio Graco
Definición de un enfrentamiento
Malos tiempos para la lírica senatorial
Roma no paga traidores
La búsqueda de un justo medio
Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo
La hora de Cinna
El nuevo hombre fuerte
La dictadura del rencor
Lépido
Pompeyo
Éxito en oriente
Catilina
A Catilina muerto, Pompeyo puesto
El escándalo Clodio (y una reflexión final)


Mario logró el consulado. Pero no sólo eso. Tenía una sólida alianza con los tribunos de la plebe, alianza que sabía le podía reportar muchos beneficios si, como habían comenzado a hacer, los populares lograban controlar la política exterior y de guerra; algo que era una puñalada en el riñón de un Senado que siempre había sido el responsable de ese negociado en exclusiva.

lunes, marzo 03, 2025

La República moribunda (1): Definición de un enfrentamiento






Tiberio Graco
Definición de un enfrentamiento
Malos tiempos para la lírica senatorial
Roma no paga traidores
La búsqueda de un justo medio
Ese hombre (hoy casi desconocido) llamado Publio Sulpicio Rufo
La hora de Cinna
El nuevo hombre fuerte
La dictadura del rencor
Lépido
Pompeyo
Éxito en oriente
Catilina
A Catilina muerto, Pompeyo puesto
El escándalo Clodio (y una reflexión final)


Hace ya 17 años que me ocupé en este blog de una figura histórica que, cuando menos a mí, siempre me ha provocado una intensa curiosidad: la figura de Tiberio Graco. La vida, y sobre todo la muerte, de Graco; en realidad, la peripecia de los Gracos, es un exponente muy fiel de la dinámica que animó la Historia de Roma durante sus tiempos republicanos. Esa dialéctica que tan bien describió Fustel de Coulanges en su La ciudad antigua: la dinámica entre una clase modesta (o popular, como ha dado en llamarla la historiografía) y una elite aristocrática que, tratando de importar algunos esquemas griegos, se consideraba llamada a gobernar la República.

martes, febrero 25, 2025

Huida de Elba (y 16): Diles que voy

 






Como buen militar decimonónico que era, Napoleón no quería ir a ningún sitio sin su caballería. Pero lo muy limitado de sus medios de transporte le obligó a renunciar a los caballos de sus caballeros, pues sólo le cupieron en los barcos los que eran estrictamente necesarios para transportar los artefactos artilleros, y los del Estado Mayor. Confiaba en que en Francia le lloverían los equinos. En la parte positiva, la política de embargo de los buques surtos en la rada de Porto-Ferraio le había permitido controlar una polacra procedente del puerto occitano de Agde, la Saint-Esprit, que vino a sumar 194 toneladas a la capacidad de la expedición. Cuando Jermanowski, que hemos de reconocer debía de ser un tipo de presencia bastante impresionante, se presentó en la cubierta con veinte hombres, el capitán no hizo ademán de protestar. Pero sí protestó, y muy vivamente, cuando los polacos, con esa forma de actuar tan de gentes centroeuropeas, decidieron que pasaban de descargar la mercancía del barco; que era mucho más cómodo tirarla al mar.

lunes, febrero 24, 2025

Huida de Elba (15): La partida

 





En Elba, Napoleón tenía una información más que razonable de todas estas amenazas. Y no lo veía como el peor de los destinos. Solía decir: “Yo soy un soldado; a quien pretenda asesinarme, le ofreceré mi pecho desnudo; pero lo que no quiero es ser deportado”. A pesar de esta declaración genérica y simbólica, lo cierto es que los militares que estaban con el ex emperador trabajaron desde el principio para generar una especie de red de inteligencia que previese cualquier tipo de atentado. Toda persona que desembarcaba en la isla tenía que presentar su pasaporte en la comisaría, indicar dónde iba a residir, y pasar por un interrogatorio.

viernes, febrero 21, 2025

Huida de Elba (14): Las cuitas de María Luisa




Efectivamente: los gestores del nuevo orden europeo, y muy particularmente el principal de ellos, que era Metternich, tenían ante sí la cuestión de si obligarían a Napoleón a divorciarse de una mujer que ya, propiamente, no podía ser su esposa. Aquello era lo que dictaba la lógica de una Europa de fuertes sentimientos religiosos como se gustaba concebir la coalición ganadora. Pero hubiera supuesto un escándalo de proporciones potencialmente tan dañinas que ni siquiera Metternich, a quien no solían dolerle prendas de meterse con unos Castellanos en cualquier charco cenagoso, se le hizo bola.

jueves, febrero 20, 2025

Huida de Elba (13): El emperador de Liliput





En Francia todo el mundo se hacía pajas con el regreso de Napoleón; pero, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, allí donde el infrascrito estaba: en la isla de Elba, el ambiente estaba muy lejos de registrar esa excitación. Bonaparte estaba rodeado de personas que elaboraron en esos días, o posteriormente, sus testimonios: Guillaume Joseph Roux Peyrusse, tesorero general de los asuntos en la isla; Vincent Foresi Elbois, despensero; coronel Neil Campbell, oficial de enlace inglés; el general Franz von Koller, barón Von Koller, asistente de Schwartzenberg y comisionado austríaco en la isla; el coronel, más tarde general, Charles Humbert Marie Vincent, responsable de las fortificaciones de la isla, al servicio de Francia (aunque dejó la isla en junio de 1814); André Pons de l'Herault, revolucionario francés que había compartido los destinos de Napoleón; Louis-Joseph-Narcise Marchand, el fidelísimo valet de chambre del emperador, que en 1814 apenas tenía 23 años (viviría 85) y que compartió también su destino; el conde milanés Antonio Litta Biumi; y, finalmente, Hugh Fortescue, segundo conde de Fortescue y normalmente conocido como Lord Ebrington ya que era vizconde de Ebrington. Todas estas personas, como digo, publicaron sus impresiones y diálogos con el emperador durante sus estancias en Elba; y ninguno describe a un Napoleón, en las últimas semanas del Congreso de Viena, pidiendo pista.

miércoles, febrero 19, 2025

Huida de Elba (12): Un balance discutible





El brazo de Talleyrand hubo de torcerse en el tema de Parma. Aquélla era, sin embargo, una lucha para él más vicaria que directa. Donde ya la cosa le era más directa, y consecuentemente se mostró más duro, era en el tema de Nápoles.

martes, febrero 18, 2025

Huida de Elba (11): De nuevo, potencia mundial





El Congreso comenzó sus trabajos el 3 de noviembre. Durante toda su duración, sin duda hubo comisiones y órganos designados para discutir los diferentes temas; pero buena parte de los asuntos se ventilaban fuera de tesitura, sobre todo en visitas entre soberanos. Por lo demás, estamos hablando de la que, probablemente, ha sido la mayor reunión de soberanos y de personas principales de la Historia europea. En Viena estaba la enorme familia imperial austríaca, el zar y la zarina de Rusia, el rey de Prusia, el rey y la reina de Baviera, los reyes de Dinamarca y de Würtemberg, los príncipes herederos alemanes, diplomáticos de todos los países de Europa, el príncipe Eugène Beauharnais (el hombre pretendido por Fouché), el príncipe prusiano-polaco Antoni Henryk Radziwill, el príncipe Karl Philip von Schwartzenberg, uno de los vencedores de Napoleón, el príncipe belga Charles Joseph Fürst de Ligne; el príncipe de Lambesc, Charles-Eugène de Lorraine, la nobleza austríaca e húngara al completo, más una auténtica multitud de curiosos, liantes y espías.

lunes, febrero 17, 2025

Huida de Elba (10): Viena




El tratado de paz de Francia se había firmado el 30 de mayo de 1814. En dicho tratado, Francia no sólo se había rendido. Ésa es la interpretación fácil. En realidad, había renunciado a ejercer su soberanía sobre más de 30 millones de personas. Para los amantes de la cifra y la precisión, aquí os dejo la distribución: departamentos belgas, holandeses, suizos, alemanes e italianos: 13.690.880 personas; ducado de Lucca y Piombino: 179.000; Reino de Italia: 6.703.200; provincias ilíricas y Siete Islas: 1.943.418; Francfort, Berg, Erfurt, Neuchâtel, la Pomerania sueca y otros territorios: 1.290.805; Westfalia: 1.928.799; ducado de Varsovia: 3.929.636; Sajonia: 2.085.911.

viernes, febrero 14, 2025

Huida de Elba (9): La conspiración bonapartista sin Bonaparte




El primer problema, efectivamente, era pulsar la voluntad tanto de María Luisa como del príncipe Eugène, pues ninguno de los dos estaba muy a mano. Además, Fouché deseaba que, antes de dar el golpe, se produjese esa novedad que también esperaba el rey, es decir, que Napoleón fuese sacado de Europa; el ex ministro del emperador temía que, si se daba el golpe en Francia y Napoleón estaba cerca, lo más probable es que reaccionase diciendo que qué Regencia ni Regencia, que el que tenía que volver, era él. Y los conspiradores, sobre todo Talleyrand, eran conscientes de que eso rompería Francia, además de convertirla en una paria internacional. Por último, hacía falta conocer el sentir de la Corte de Viena, o sea, de Metternich. Había que asegurarse de que no invadirían el país.

jueves, febrero 13, 2025

Huida de Elba (8): Una situación cada vez más deteriorada



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 

Los problemas de la leva tenían plena lógica. A unos ciudadanos como los franceses, que hacía nada habían dominado Europa y que, al fin y a la postre, se habían rendido en una guerra en la que defendían sus fronteras, obviamente no les motivaba demasiado una coalición cuyas principales prioridades eran asegurarle al rey de Sajonia la posesión de una de sus provincias y restituirle el reino de Nápoles a la casa de las Dos Sicilias. Aquello, pues, era como ser ucraniano, rendirse ante Rusia y, después, tratar de sentirse motivado porque la misma Rusia te invitaba a aliarse con ella para ir a la guerra en Indonesia.

miércoles, febrero 12, 2025

Huida de Elba (7): Ceguera borbónica



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 

Con estos antecedentes no del todo edificantes, el personal no estaba en la mejor situación para enfrentar el 21 de enero. Y esto se notó en que la actitud de la mayor parte de la gente al paso del cortejo fúnebre, sin llegar a ser retadora, tampoco fue de gran respeto. De hecho, durante el camino hubo un accidente, ya que uno de los caballos, en el bulevar de los Italianos, resbaló y se cayó, provocando una sonora y global carcajada en las calles. El duque de Orléans, al fin y al cabo hijo de un traidor a los ojos realistas (el conocido como Philippe-Egalité) fue abucheado por grupos legitimistas. Allí, como se puede ver, había leches para todos. Sobre todo en el faubourg Saint-Denis, la cosa ya parece que tomó tintes bastante polémicos. No se dejaron de escuchar gritos de à la lanterne!; y los propios soldados que guardaban el orden de la marcha le cantaban al carro la cancioncilla Bon voyage, monsieur Dumollet.

martes, febrero 11, 2025

Huida de Elba (6): El affaire Raucourt



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


En la noche del 19 al 20 de diciembre, un grupo de soldados llegó al domicilio de Exelmans. Un teniente llamado Dauyglen y seis policías entraron en la residencia. Exelmans, con esa teatralidad tan francesa, se enfrentó a ellos, descubriendo su pecho y aseverando que sabía bien que habían venido para matarlo. Louis Sebástien Grundler, comandante de la plaza de París, entró detrás y le dijo que dejase de hacer el conas. Exelmans sacó un pequeño revolver de sus ropas y se apuntó a la sien pero Grundler, fríamente, se lo arrebató como quien arranca un cristal de manos de un niño para que no se haga daño. El general se negaba a irse con los policías, por lo que Grundler resolvió ordenar que quedase vigilado en casa.

lunes, febrero 10, 2025

Huida de Elba (5): Soult



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


  


Cuando apenas se habían acabado los ecos de la acerba discusión sobre la libertad de prensa, llegó la de la cuestión de los bienes de los emigrados que estaban en manos del Estado. La cosa es que, en virtud de lo que se conoce como la amnistía del año X, la inmensa mayoría de los emigrados había recuperado, desde el Consulado, casi todos aquellos bienes que no habían sido vendidos; pero con la importante excepción de los inmuebles que habían sido aprovechados para servicios públicos (un poco lo que pasa hoy en día, que la Administración suele ocupar buena parte de los viejos palacios que sobreviven). Asimismo, la ley de 2 de Nivôse del año IV había declarado inalienables diversos bosques y praderas que un día fueron de la nobleza. En total, hablamos de unas 350.000 hectáreas que ahora estaban en el alero.

viernes, febrero 07, 2025

Huida de Elba (4): Esto no durará

 



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 

El 15 de agosto, día de San Napoleón, la onomástica se celebró en los cuartos de banderas de casi toda Francia. Se sabe que hubo piñata en Cherburgo, en Brest, en Besançon, en Sarlat, en Montepellier, en Arras, en Boulogne, en Landau, en Luxemburgo. En Metz, hubo que parar a los oficiales, que querían lanzar una salva de cañón. En París, los oficiales se juntaron en casas de señalados bonapartistas, donde bebieron, como dicen los informes policiales, au Tondu. Diez días después, festividad de San Luis, el gobierno y los prefectos trataron de hacer una contra demostración, excitando celebraciones en nombre del rey santo, hasta el punto de que en París a cada soldado se le entregó una ración de vino para que se mamase.

jueves, febrero 06, 2025

Huida de Elba (3): Una monarquía anárquica



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 


 

Luis XVIII era perfectamente consciente de que el país estaba notablemente enfrentado. Los orgullosos habitantes de la Vendée, que con tanta sangre combatió los principios revolucionarios, habían querido erigir en su rivera del Loira un arco de triunfo con la inscripción: “Aquí comienza la Vendée”. Los bonapartistas, o patriotas como se les llamaba, reaccionaron tratando de erigir otro en la rivera opuesta con el texto: “Aquí fracasó la Vendée”. Consciente de estos problemas, envió a los príncipes de gira por Francia, aunque Angulema, Artois y Berry se repartieron los territorios para no tener que verse.

miércoles, febrero 05, 2025

Huida de Elba (2): Los exiliados



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 


El gran problema presupuestario que tenía Francia, en medio de esas tensiones, era mantener el Ejército. Las deserciones en masa habían dejado los efectivos en apenas 90.000; pero aún así eran muchos para los Bizum que podía enviar el gobierno. Así las cosas, el 12 de mayo el rey decretó la reforma de las fuerzas armadas. La infantería fue reducida de 206 regimientos a 107; la caballería, de 99 a 61; la artillería, de 339 compañías a 184. La leva de 1815 fue licenciada. Los desertores, a los cuales las normas dejaron de llamar así para pasar a denominar absents sans permission, fueron considerados personas de permiso. Y al resto se les repartieron permisos a cascoporro, para que por lo menos no hubiera que darles de comer.

martes, febrero 04, 2025

Huida de Elba (1): La difícil Restauración

 



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


El 3 de mayo de 1814, Luis Estanislao Javier de Borbón, hijo de Luis Fernando de Borbón, delfín de Francia, y de María Josefa de Sajonia, y hermano de los reyes Luis XVI y Carlos X, a quien llamaremos Luis XVIII para abreviar, entraba en París subido a una calesa tirada por ocho caballos blancos. Atrás quedaban la revolución francesa, el Directorio, el Imperio y toda la pesca. Francia, en la mente de algunos, despertaba de un mal sueño. En la mente de otros, lo continuaba.

lunes, febrero 03, 2025

Vaticano II (y 37): Una cosa sigue en pie



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie




La reacción creada por el manifiesto Curran fue bastante clara: los obispos estadounidenses se colocaron del lado de su Boss. Esta decisión suya yo creo que ya se veía venir en algunas de sus tomas de posición en el concilio (que ya hemos ido viendo), y que definen a la Iglesia católica USA en la zona media de la tabla del progresismo religioso, sin grandes alharacas. El 31 de julio, monseñor John F. Deardon, pastor de las almas de Detroit (donde había y hay mucho que pastorear, para qué nos vamos a engañar) fue el encargado de hacer público el planteamiento obispal.

jueves, enero 30, 2025

Vaticano II (35): El triunfo que no lo fue



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


Aquel 6 de diciembre, todos los padres conciliares recibieron del Papa un anillo de oro en recuerdo de su actuación. Si el Francisquito se creyese las mierdas que suelta desde el balcón cada domingo, todo eso de la humildad y que los sacerdotes son los primeros pobres de la Tierra y esas gilipolleces, les habría regalado cualquier cosita barata de madera, o así. Pero la cabra siempre tira al monte. El concilio Vaticano II había conseguido, en la visión francisquital, reformar lo que tenía que reformar para poder conservar la pasta, que era de lo que se trataba. Aquel anillo fue una forma de decir micción cumplida, camaradas.

miércoles, enero 29, 2025

Vaticano II (34): El debate nuclear



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



El 21 de octubre de 1964, ya durante la tercera sesión, se discutió la sección del esquema que abordaba la relación con el ateísmo (sólo con el ateísmo, dado que, formalmente, se había evitado escribir la palabra “comunismo”). Los melindres no sirvieron de mucho, pues pocas horas después de comenzar el debate, monseñor Paul Yu Pin, titular de la sede de Nanking, lideró la petición de 70 padres conciliares en el sentido de que se analizase en el esquema el tema del ateísmo comunista. Yu Pin, a pesar de que tenía que saber cómo se las gastaba Mao Tse Tung, no tuvo reparo en decir que el comunismo era “uno de los más grandes, más evidentes y más desafortunados fenómenos de la modernidad”. Había que hablar de él, dijo el obispo chinorri, porque lo contrario sería dejar sin consuelo a “todos aquéllos que gimen bajo el yugo del comunismo, y han de afrontar grandes penalidades injustamente”. Al Vaticano, las cosas como son, siempre se le ha dado bastante mal, y se le sigue dando, acordarse de las minorías cristianas retroputeadas del mundo. Los chinos le venían a decir a Pol que él podía estar muy cómodamente sentado en su puta silla gestatoria de los cojones; pero que no estaría mal que tuviese, de vez en cuando, algún recuerdo, y alguna acción, hacia los que estaban, literalmente, crucificados.

martes, enero 28, 2025

Vaticano II (33): Con el comunismo hemos topado



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



En la cuarta sesión también tuvo un protagonismo inesperado y excesivo (porque la verdad es que nunca fue un tema que el concilio se plantease seriamente) el asunto del celibato de los sacerdotes. Durante todo el concilio había habido especulaciones aquí y allá en la Prensa con que si los padres conciliares iban a permitir los matrimonios. En realidad, lo que hubo más, como ya hemos visto, fueron discusiones sobre el diaconado, y la posibilidad de que hombres casados pudieran profesar. Sin embargo, al inicio de la cuarta sesión, monseñor Pedro Koop, titular de la sede de Lins, Brasil, publicitó una intervención suya ante el concilio en la que venía a decir que si la Iglesia quería salvarse en Latinoamérica, más le valía permitir los curas casados. Se apoyaba en el precedente de que Pío XII le había permitido a los padres luteranos casados que se convirtiesen al catolicismo convertirse en sacerdotes conservando a su churri. La propuesta fue apoyada por una especie de carta-manifiesto de un grupo de laicos y laicas (y algún laique habría también, digo yo).

lunes, enero 27, 2025

Vaticano II (32): Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


En esas condiciones, con los conservadores organizándose cada vez más, la alianza internacional recuperó las prisas que había perdido durante la tercera sesión, cuando había creído que lo tenía todo controlado. El día 13 de septiembre, un día antes de comenzar la cuarta sesión, Döpfner dio una rueda de prensa en la que vino a decir que había una suerte de clamor en el concilio, e incluso en las estancias papales, en favor de la idea de que aquella cuarta sesión fuese la última. Dijo que el trabajo sobre los esquemas pendientes estaba tope adelantado, y que por lo tanto bien podría el concilio estar terminado antes de las Navidades.