viernes, julio 17, 2020

La Baader-Meinhof (y 28: queridos siperos)

Éstas son todas las tomas de esta serie. Los enlaces irán apareciendo conforme se publiquen.


Los exámenes post mortem confirmaron la tesis del suicidio. Sin embargo, las opiniones en contra pronto llegaron del propio ambiente de los presos. Irmgard Moller,  por ejemplo, aseguró que se había rociado gas en las celdas, que los presos habían sido drogados, y que ella misma se había encontrado con las heridas de cuchillo al despertarse. Sin embargo, no se encontraron trazas de drogas o gas en su cuerpo.

miércoles, julio 15, 2020

La Baader-Meinhof (27: Mogadiscio)

Éstas son todas las tomas de esta serie. Los enlaces irán apareciendo conforme se publiquen.

Epílogo: queridos siperos



La postrera víctima del juicio de Stammheim fue Siegfried Buback, el Fiscal General del Estado. Era la mañana del 7 de abril de 1977, pasadas las nueve de la mañana. Buback iba en su Mercedes cuando se paró en un semáforo. Entonces, una moto, con dos pasajeros, se paró a su lado. El “paquete” llevaba una cartera de la que sacó un subfusil, con el que regó de balas el interior del coche. Tanto el fiscal general como su chófer resultaron muertos. En el asiento de atrás iba un inspector de policía, que resultó gravemente herido; murió unos días después.

lunes, julio 13, 2020

La Baader-Meinhof (26: el juicio)


El juicio comenzó con rosario de acciones dilatorias por parte de los abogados de los terroristas, la mayoría centrados en atacar la imparcialidad de Theodor Prinzing, el presidente de la sala. Por supuesto, todo comenzó con la demanda de readmisión de los tres abogados que habían sido apartados del caso (Grönewold, Croissant y Ströbele). El tribunal decretó un receso de nueve días para poder estudiar las alegaciones, y el 30 de mayo dictaminó que ni de puta coña. El 10 de junio, los abogados respondieron recusando a los ocho abogados de oficio designados por el Estado; moción también rechazada. Entonces los propios acusados comenzaron con interrupciones y movidas, hasta que el presidente del tribunal los sacó de la sala.