Otros escalones de esta escalera:
Enrique, el que a todos contentaba
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
Tras arduas negociaciones, ambos
bandos contendientes en Castilla se encontraron en Coca para una conferencia
más. Uno de los temas fundamentales de aquellas discusiones fue el futuro de la
infanta Isabel. Ambas partes se encastillaron en sus posiciones pero,
finalmente, a base de presión y no levantarse nunca de la mesa (paciencia y saliva,
le dijo el elefante a la hormiga), el bando rebelde consiguió aparcar el
proyecto de boda portuguesa: Isabel se casaría con el hermano de Pacheco, Pedro
Girón, maestro de Calatrava. Toda una transacción, en todo caso: con esa boda,
la piedra que era Isabel tendería a caer del lado rebelde del tejado
castellano; pero al casarse con un medio pelo (Girón era maestre de la orden de
Calatrava, pero poco más), la niña se despedía de jugar un papel medio
importante en las querellas dinásticas castellanas. Pacheco y Girón
prometieron, a cambio, desactivar la rebelión y la guerra civil larvada.
Enrique, como siempre que se dejaba de rifar unas hostias, accedió encantado.