Otros escalones de esta escalera:
Enrique, el que a todos contentaba
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
¿De qué murió Pedro Girón?
La última trucha de Alfonso
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
¿De qué murió Pedro Girón?
La última trucha de Alfonso
Nunca estaremos del todo ciertos,
creo yo, de la sinceridad de los compromisos de Castronuño. En primer lugar, no
dejaron de ser promesas hechas por un tipo que, ya de por sí, era muy amigo de
decir aquello de donde dije digo, digo Diego. En segundo lugar, tenemos
testimonios de que, apenas días después de aquella concertación, y ante la
resistencia de la reina Juana a reunirse con él en Madrid, le juró que nunca
reconocería los derechos de Isabel y que conservaría los de su hija. Pero,
claro, nada nos dice que la verdad estuviese en estas promesas. Yo tiendo a
pensar que las dos posiciones eran ciertas, o sea, ninguna.