viernes, enero 15, 2021

La Armada (y 23: por qué la Armada jode)

Aquí están todas las tomas de esta serie. Los enlaces irán apareciendo conforme se publiquen los posts.

La carambola del cuanto peor, mejor
Las dudas y no dudas de Alejandro Farnesio
Una idea de maduración lenta
Drake, el antiespañol
La reina no quiere; pero da igual
Cádiz
Drake se queda sin fuerzas frente a Lisboa
La guerra flamenca de Diego Pablo Simeone
Las indudables ventajas de luchar contra un gilipollas
La peripecia de los reformados forales en Coutras
Alemanes, suizos, y viceversa
The pela is the pela
Don Álvaro se estresa y hace chof
La Armada se arma como buenamente puede
El Capitán América de la catolicidad entra en París
Ni sivuplé ni hostias
El tropezón coruñés
La famosa frase que Drake, probablemente, nunca pronunció
El librito de un dominico gilipollas y un primer asalto nulo
La batalla que fue como cuando John Connor dispara al cyborg
Entre Parma y Palmer, y sin barcazas
Por fin, los ingleses rompen la creciente
Por qué la Armada jode


Los pilotos españoles, que eran los que de verdad se estaban comiendo el marrón, eran de la misma opinión que los ingleses. Mejor que pararse y presentar una batalla imposible y que, además, nadie en sus cabales aceptaría en el otro lado, la única opción era recuperar el rumbo anterior, tratando de ganar el mar. Pero Dios, una vez más, iba a estar con los españoles. El viento cambió, probablemente en dirección oeste-suroeste (o eso es lo que reportó Guzmán); lo hizo, además, repentinamente y con la suficiente fuerza como para llevarse a los barcos españoles, como un niño que jugase con sus barcos de Lego, lejos de la playa, hacia el mar abierto. La Armada había vivido para luchar un día más; nada más, y tampoco nada menos.

miércoles, enero 13, 2021

La Armada (22: por fin, los ingleses rompen la creciente)

Aquí están todas las tomas de esta serie. Los enlaces irán apareciendo conforme se publiquen los posts.

La carambola del cuanto peor, mejor
Las dudas y no dudas de Alejandro Farnesio
Una idea de maduración lenta
Drake, el antiespañol
La reina no quiere; pero da igual
Cádiz
Drake se queda sin fuerzas frente a Lisboa
La guerra flamenca de Diego Pablo Simeone
Las indudables ventajas de luchar contra un gilipollas
La peripecia de los reformados forales en Coutras
Alemanes, suizos, y viceversa
The pela is the pela
Don Álvaro se estresa y hace chof
La Armada se arma como buenamente puede
El Capitán América de la catolicidad entra en París
Ni sivuplé ni hostias
El tropezón coruñés
La famosa frase que Drake, probablemente, nunca pronunció
El librito de un dominico gilipollas y un primer asalto nulo
La batalla que fue como cuando John Connor dispara al cyborg
Entre Parma y Palmer, y sin barcazas
Por fin, los ingleses rompen la creciente
Por qué la Armada jode


La mañana del domingo, 7 de agosto, el duque de Medina Sidonia recibió las primeras informaciones ciertas de la situación real de Parma. Al amanecer, una pinaza donde iba Rodrigo Tello alcanzó a su capitana. Tello había sido enviado dos semanas antes para anunciarle a Parma la situación entonces de la Armada, en Ushant. El emisario había encontrado a su objetivo en Brujas, donde el comandante de las fuerzas en Holanda le dio cartas para su compañero. En ellas, Parma prometía que estaría dispuesto para salir en seis días, a la primera buena oportunidad. Sin embargo, cuando Tello dejó Dunquerque, no había signo alguno de Parma, y reportó que las embarcaciones que había visto en dicho puerto y en Nieuport eran una puta mierda.

lunes, enero 11, 2021

La Armada (21: entre Parma y Palmer, y sin barcazas)

Aquí están todas las tomas de esta serie. Los enlaces irán apareciendo conforme se publiquen los posts.

La carambola del cuanto peor, mejor
Las dudas y no dudas de Alejandro Farnesio
Una idea de maduración lenta
Drake, el antiespañol
La reina no quiere; pero da igual
Cádiz
Drake se queda sin fuerzas frente a Lisboa
La guerra flamenca de Diego Pablo Simeone
Las indudables ventajas de luchar contra un gilipollas
La peripecia de los reformados forales en Coutras
Alemanes, suizos, y viceversa
The pela is the pela
Don Álvaro se estresa y hace chof
La Armada se arma como buenamente puede
El Capitán América de la catolicidad entra en París
Ni sivuplé ni hostias
El tropezón coruñés
La famosa frase que Drake, probablemente, nunca pronunció
El librito de un dominico gilipollas y un primer asalto nulo
La batalla que fue como cuando John Connor dispara al cyborg
Entre Parma y Palmer, y sin barcazas
Por fin, los ingleses rompen la creciente
Por qué la Armada jode


Desde Portland Bill hasta el paso de Calais no hay demasiada distancia. Según Google, el trayecto entre Weymouth y Dover se hace hoy, en coche, en tres horas y media, aproximadamente. La Armada tardó cuatro, pero no horas, sino días; con los ingleses respirándoles en la nuca. El tiempo, esta vez, estuvo con los españoles. Después del día 2 de agosto, se produjeron varios momentos de calma, otras veces un vientecillo flojo; pero la mayor parte del tiempo, la mar tuvo viento del oeste. Gracias a este soplido en la dirección adecuada, la Armada pudo hacer la travesía a una velocidad razonable y sin perder la formación. El optimismo que hinchaba las velas de la Armada disolvió buena parte de la ventaja objetiva que tenían lo ingleses gracias a su rapidez estructural; y, lo que es más importante, esta ventaja, el hecho de que los barcos españoles estuviesen la mayor parte del tiempo muy lejos de ser hostigados por la presencia inglesa, le permitió a Alonso de Guzmán hincharse a mandar emails al duque de Parma.