Ojo, que con este post me piro de vacaciones. Dejo el imperio cautivo y desarmado, pero prometo volver en septiembre con la Historia de los Estados Unidos y, probablemente, también con la crónica de los concilios de Trento. A bientôt.
- Las envidias entre Valente y Graciano y el desastre de Adrianópolis.
- El camino hacia la primera paz con los godos.
- La llegada en masa, y desde diversos puntos, de inmigrantes al Imperio.
- La entrada en escena de Alarico y su extraño pacto con Flavio Stilicho.
- Los hechos que condujeron al saco de Roma propiamente dicho.
- La importante labor de rearme del Imperio llevada a cabo por Flavio Constancio.
- Las movidas de Gala Placidia hasta conseguir nombrar emperador a Valentiniano III.
- La movida de los suevos, vándalos y alanos en Spain.
- La política de recuperación del orgullo y el poder romanos llevada a cabo por Flavio Aecio.
- La entrada en acción de Atila el huno.
- La guerra de Atila en Europa oriental, y su consolidación.
- La (no muy triunfante) campaña occidental de Atila, y su muerte.
- La deriva hacia la nada del Imperio occidental.
Visto cómo se desarrollaron las cosas, no es nada aventurado decir que tal vez el emperador León, consciente de que no tenía muchos más méritos que Antemio para ser emperador oriental y que éste tenía un importante predicamento militar, no pactase con él la solución por la que se hizo emperador con sede en Rávena. Y no sería nada extraño considerar que, tal vez, una de las condiciones que puso Antemio para aceptar fue el apoyo de Constantinopla a sus operaciones africanas. Porque el hecho es que el Imperio Oriental se metió en la expedición de hoz y coz, financiándola con auténticos pastones.