En
1970, Leónidas Breznev estaba en la cumbre de su poder. Pero pronto
iba a aprender, aunque en realidad ya lo sabía, que eso, muchas
veces, lejos de ser un chollo, es una putada. Las gravísimas
dificultades de abastecimiento que, en las Navidades de aquel año,
vivió Polonia, provocaron una nueva movilización, centrada en los
astilleros de Gdansk; movilización que provocó la caída casi
inmediata de Vladislav Gomulka. Los disturbios polacos afectaron, y
mucho, al ánimo del secretario general del PCUS, quien decidió dar
marcha atrás en los planes de austeridad que había anunciado para
enderezar la economía. Con esa capacidad que sólo tiene un dictador
para decir digo donde dijo Diego mientras se rasca un testículo,
Breznev cambió en horas el rostro del plan quinquenal 1971-75, que
ya estaba para la imprenta; y donde se habían redactado medidas para
la austeridad se redactó un programa centrado en el consumidor, y su
bienestar.
miércoles, diciembre 03, 2014
lunes, diciembre 01, 2014
El hombre que sabía hacer las cosas bien (24)
Como
es sabido de todos o de casi todos, con la década de los sesenta
periclitó en el mundo un periodo relativamente sostenido de
crecimiento, aparentemente sin desequilibrios; y la URSS no fue una
excepción a este movimiento. Para que nos hagamos una idea, en aquel
entonces el país gobernado por Breznev crecía, cuando menos
teóricamente, a tasas chinas (en el 69 se había previsto un aumento
del 6,1%); y, sin embargo, lo que hizo fue decrecer un 3%, en la
producción agrícola; y en la industrial, aunque la expansión fue
del 7%, era la más reducida desde el final de la guerra mundial.
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