Recuerda que esta serie se compone de:
En el verano del 410, Roma más bien parecía el calcetín sucio de un carbonero. El ejército del Imperio occidental, localizado en la península italiana, no podía marchar sobre Alarico porque sabía que, haciéndolo, dejaba abierta la puerta del garaje, por la que con seguridad se colarían los romanos de Constantino III, tal vez implantando una nueva dinastía. Los vándalos, suevos y alanos ya habían descubierto para entonces las delicias de hacer turismo en España, y se habían enseñoreado de la península. En resumen: el otrora orgulloso Imperio de los tiempos de Augusto y Tiberio se debatía entre el control de dos grupos de godos, y dos de romanos.
- Las envidias entre Valente y Graciano y el desastre de Adrianópolis.
- El camino hacia la primera paz con los godos.
- La llegada en masa, y desde diversos puntos, de inmigrantes al Imperio.
- La entrada en escena de Alarico y su extraño pacto con Flavio Stilicho.
- Los hechos que condujeron al saco de Roma propiamente dicho.
En el verano del 410, Roma más bien parecía el calcetín sucio de un carbonero. El ejército del Imperio occidental, localizado en la península italiana, no podía marchar sobre Alarico porque sabía que, haciéndolo, dejaba abierta la puerta del garaje, por la que con seguridad se colarían los romanos de Constantino III, tal vez implantando una nueva dinastía. Los vándalos, suevos y alanos ya habían descubierto para entonces las delicias de hacer turismo en España, y se habían enseñoreado de la península. En resumen: el otrora orgulloso Imperio de los tiempos de Augusto y Tiberio se debatía entre el control de dos grupos de godos, y dos de romanos.