Un proyecto imperialista
Por qué ser un alcmeónida no era ningún chollo
Xántipo, Micala y el coleguita Leotícides
Cimón
Contábamos
un día de éstos que el final de la guerra contra los persas no le
sentó demasiado bien a casi ninguno de sus protagonistas. Uno de los
ganadores que salió finalmente mal parado fue Pausianas, el
espartano, quien como sabemos fue acusado de corrupción y posible
traición. El hecho de que en el 477, apenas dos años después de
terminarse las leches con los persas, Pausianas fuese colocado en la
picota pública y en eso que hoy llamamos pena
de Telediario,
abrió la posibilidad para que los atenienses enfrentasen el
liderazgo espartano en la Hélade. Así las cosas, aquel año Atenas
y algunos de los griegos jónicos (Asia Menor) habían formado una
alianza de nuevo cuño, una especie de Liga Jónica, aunque es más
conocida como la Liga de Delos, cuyo objetivo
fundamental era plantar cara al aleve persa.