Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra.
Los
comisionados para negociar la independencia por parte americana
fueron Benjamin Franklin, John Jay y John Adams. Los tres fueron
enviados por el Congreso a París en 1782. Su misión no era fácil.
El Congreso quería que toda negociación estuviese adecuadamente
sintonizada con Francia, pero el problema no era Francia, sino
España. Madrid, en efecto, nunca había estado claramente a favor de
la independencia de los Estados Unidos y, sobre todo, se negaba a
aceptar el principio que los enviados americanos consideraban (nunca
mejor dicho) una línea roja, esto es la extensión de la frontera
del nuevo Estado hasta el Mississippi.