Regreso hoy con una séptima toma de las Historias Triviales. Ya sabéis cómo va esto: son diez anécdotas históricas que cuando menos a mí me llaman la atención, y que os cuento aquí en pequeñas diócesis. No obstante, el asunto enduring proviene del hecho de que una de estas historias es total o parcialmente falsa. Queda, pues, el reto de descubrirla, cosa que normalmente pasa al rato de publicar el post, la verdad.
Tengo sentimientos encontrados sobre la serie de hoy. A ratos me parece que la sorpresa del roscón es bastante obvia, y a ratos me digo que, en realidad, es dificililla. En fin, ya veremos.
Lee, pues.