Recuerda que ya te hemos contado los primeros pasos de la férrea voluntad de Richelieu, así como el estreno de Richelieu como político en los Estados Generales. Luego le hemos visto ascender a secretario de Estado, y después cómo el obispo eligió mal el bando, y estuvo a punto de irse por el desagüe de la Historia. Eso sí, inmediatamente comenzó a cambiar las cosas para llevarse bien con el rey. La estrategia da sus frutos pues Richelieu, no sin esfuerzo, consigue alcanzar la cumbre del poder. Una vez allí, se deberá enfrentar a su primer conflicto en el exterior, conocido como de La Valtelina.
Tras resolver el conflicto de la Valtelina, Richelieu hubo de enfrentarse a una fuerte conspiración interior y exterior, que terminó resolviendo con el ejemplarizante castigo del marqués de Chalais.
El
sorprendente y sobreactuado escarmiento practicado por Richelieu en
la persona de Henri de Talleyrand tuvo como consecuencia el
apaciguamiento por acojone de buena parte de la clase noble; pero
también, por otro lado, provocó la definitiva desafección entre el
Louvre y la Francia protestante, que en buena medida avalaba los
intentos de oposición. Se podría decir, de alguna manera, que con
la ejecución del marqués de Chalais, el parto de la Francia moderna
entró en su última fase, con la constatación de que, como en las
malas películas del Oeste, los dos pistoleros, la religión católica
y la protestante, no cabían en el mismo pueblo.
Tras resolver el conflicto de la Valtelina, Richelieu hubo de enfrentarse a una fuerte conspiración interior y exterior, que terminó resolviendo con el ejemplarizante castigo del marqués de Chalais.