... y, al final, alguien escuchó al juez John Sirica
Un presidente Missing in ActionEl día que James McCord le dijo al mundo: "¡Es un pato, imbéciles, es un pato!"
Breznev y los prisioneros de guerra contraprograman el Watergate
Los pruritos morales de Hugh Sloan
Johnny cogió su fusil
El testimonio de Alejandro Mantequilla
Spyro Agnew y las 21 preguntas de los cojones
A situaciones paranormales, aficiones paranormales
Los diez negritos fiscales
El discurso del político acorralado
La última trinchera
It's not easy, but it could be done
El último martillazo de Warren Earl Burger
Barbara Jordan, Christine Chubbuck, y el final
El comité volvió a reunirse en la tarde del martes 22 de mayo para seguir con McCord. Para entonces, todo el esfuerzo hecho con Odle se había ido a la mierda. Piénsese, por ejemplo, que el volumen negociado en la Bolsa de Nueva York se redujo significativamente; entonces, el comercio de acciones electrónico no existía, todo se hacía en persona; y, en las últimas horas de la negociación, los traders simplemente desaparecían del parqué y se iban a buscar alguna tele portátil para seguir atendiendo al espectáculo que tenía a los americanos mesmerizados. Algunas universidades, empeñadas en que asistir a las sesiones era una lección de urbanidad, directamente suspendieron las clases.