La huelga de la Canadiense
Brabo Portillo y Pau Sabater
The last chance
Auge y caída del barón de König
Mal rollito
Martínez Anido y la Ley de Fugas
Decíamos ayer...
Una masacre fallida y un viaje a Moscú
La explosión de la calle Toledo
El fin de nada
La debilidad de Anido y el atraco del Poble Nou
Atentado a Martínez Anido
La nemesis de Martínez Anido y los planes del Noi
Han mort el Noi del Sucre
La violencia se impone poco a poco
¡Prou!
Coda: el golpe que "nadie" apoyó
El día 27 de marzo, con el cadáver de Dato casi todavía caliente, nos tenemos que centrar en una pensión cuatro arañas de la calle Mariano Aguiló. Uno de los inquilinos del local es un cenetista, Agustí Subirats, que acaba de ser liberado de la cárcel. Dos personas desconocidas llegaron a la pensión y se reunieron con él en su habitación. Pasados unos minutos, se escuchó un disparo. Cuando los parroquianos consiguieron entrar en la habitación, bloqueada, los visitantes habían desaparecido, y Subirats tenía una bala en la sien. Resulta difícil de creer que fuese un atentado del Libre; es obvio que Subirats confiaba en sus atacantes, así pues se podría pensar que la propia CNT tenía razones para callarlo. Ese mismo día 27, pistoleros del Libre mataron a Buenaventura Roca y Joan Sans, dos sindicalistas de la CNT de Mataró, en el restaurante donde estaban comiendo. Dos días después, en Badalona, moría a tiros el miembro del Libre Salvador Aguilar. El enfrentamiento CNT-SL, pues, ya no se circunscribía a Barcelona.