Ayer por la noche, mientras miraba distraídamente el concurso ¿Eres más listo que un niño de primaria?, se me ocurrió que una manera entretenida de contar algún pequeño detallito histórico, de vez en cuando, es hacerlo en forma de quiz o de pequeño cuestionario. Así que me puse a rebuscar en mis lecturas recientes y en cosas que tenía apuntadas de otras no tan recientes, pequeños detalles que me habían llamado la atención de alguna manera, y construí un test de diez preguntas.
Así pues, esto es algo así como el concurso ¿Sabes más que un imbécil cuyo hobby es leer libros de Historia? Un pequeño divertimento en el que se ofrecen algunas alternativas de respuesta. No hay ningún objetivo concreto, ni pretendo con ello demostrar nada. Tan sólo entretener un breve paso en un momento de asueto más o menos planificado, que supongo que es la situación en la que estamos todos cuando caemos en la página de un blog que visitamos a menudo o por primera vez.
Espero que te entretengas comprobando lo que sabes, y lo que no sabes. Las respuestas están al final del texto, con alguna pequeña explicación.
1) ¿Cómo se llamaba el perro doméstico de Pablo Iglesias, fundador del PSOE?
a. Marx
b. Engels
c. Borbón
d. Maura
2) ¿Qué es, o era, un «cimbrio»?
a. Se denominó cimbrios a una tendencia de los demócratas impulsores de La Gloriosa de 1868 que aceptaron la solución monárquica propuesta por Prim.
b. Se denominó cimbrios a los partidarios del marqués de Floridablanca.
c. Se denominó cimbrios a los miembros de las brigadas internacionales procedentes de la comarca italiana de Cimbria
d. Se denominó cimbrios a los terroristas anarquistas italianos que pulularon por España en el siglo XIX. Cimbrio era, por ejemplo, Angiolillo, el asesino de Cánovas.
3) En las últimas semanas de la guerra civil un coronel republicano, Segismundo Casado, dio un golpe de Estado con el objetivo de acabar con la guerra y rendir a la República ante Franco. Esta decisión fue anunciada en una alocución radiada en la que el militar fue precedido por dos dirigentes de la República. ¿Sabrías decir cuales?
a. Juan Simeón Vidarte (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE).
b. Julián Besteiro (PSOE) y Cipriano Mera (CNT).
c. Diego Abad de Santillán (CNT) e Indalecio Prieto (PSOE).
d. Mariano Ansó (Izquierda Republicana) y Lluis Companys (Esquerra Republicana de Cataluña).
4) ¿Quién fue acusado por la oposición clandestina, en tiempos del franquismo, de haber dicho «todos los catalanes son una mierda»?
a. El almirante Luis Carrero Blanco, en aquel momento Ministro secretario de la Presidencia.
b. Francisco Franco, durante su primera entrevista con el presidente estadounidense Dwight Eisenhower
c. Luis Galinsoga, director del periódico La Vanguardia.
d. Curro Romero, tras un escándalo en la plaza monumental de Barcelona.
5) ¿Contra quién ha librado (de momento) su última guerra Granada?
a. Contra Jaén
b. Contra Castilla y Aragón (o sea, contra los Reyes Católicos).
c. Contra Francia (guerra de la Independencia).
d. Contra el Magreb
6) En los años del franquismo y la oposición, ¿qué significaba «Felipe»?
a. Era la referencia por la que se conocía a Felipe González Márquez, militante del PSOE que fue nombrado secretario general en el congreso de Suresnes.
b. Los «felipes» eran el nombre que recibían las furgonetas en las que se transportaban los policías antidisturbios, más conocidos como «grises».
c. Se trataba de una consigna clandestina usada por las Comisiones Obreras para dar la orden de huelga. Felipe significa FLP: Fuerza Libre Proletaria. Así, los dirigentes clandestinos sólo tenían que decir cosas como «mañana viene Felipe» para señalar que al día siguiente comenzaba la huelga.
d. Por esas siglas se conocía el FLP, Frente de Liberación Popular, movimiento antifranquista de interior.
7) Jordi Pujol, que llegaría a ser presidente de la Generalitat de Cataluña, fue detenido y torturado por el franquismo en 1960 tras un agrio suceso en un concierto del Orfeón Catalán. Contra las instrucciones dadas por la autoridad, el público de la representación artística, Pujol incluido, se obstinó en cantar una canción. ¿Qué canción?
a. El cant de la senyera
b. Els segadors
c. El himno del Barça
d. El himno carlista Por Dios, por la Patria y el Rey
8) Llegada la democracia y la transición política, ¿cuál fue la principal razón de que Galicia fuera considerada comunidad histórica junto a Cataluña y el País Vasco?
a. Por el peso histórico de la revuelta de los irmandiños.
b. Porque los autonomistas gallegos lograron el apoyo de la Comunidad Europea.
c. Porque así lo dictaminó la Real Academia de Historia.
d. Por haber tenido un estatuto de autonomía en vigor, ya durante la guerra civil
9) ¿Por dónde salió Alfonso XIII de España?
a. Por Cartagena
b. Por Badajoz
c. Por Irún
d. Por Barajas, en avión.
10) Entre los antifranquistas de los años cincuenta y sesenta, fue extraordinariamente famoso el apellido Eymar. ¿Sabrías decir por qué?
a. Era el apellido del funcionario francés que durante veinte años se ocupó de las peticiones de asilo político, de las que muchos huidos se beneficiaron.
b. Era el apellido del comisario jefe de la brigada político-social
c. Era el apellido del coronel que presidía el Juzgado Especial Militar para la represión de la masonería y el comunismo.
d. Era el alias clandestino de Santiago Carrillo.
RESPUESTAS
Pregunta 1: D.
Miguel Maura, hijo del político Antonio Maura que en la República ocupó la cartera de Gobernación (hoy Interior) cuenta en sus memorias que cierto verano lo pasó en San Rafael junto a una casa donde veraneaba Pablo Iglesias. Una mañana, escuchó a una mujer llamar: «¡Maura, Maura!» Creyendo que le llamaban, salió de la casa, pero sólo para comprobar que la mujer que gritaba era alguien de la casa de Iglesias, y que el Maura al que llamaba no era él, sino el perro.
Pregunta 2: A.
Los cimbrios, en efecto, eran diputados de perfil revolucionario que, sin embargo, se mostraban acordes con la normalización monárquica de Prim. Lo que no está muy claro es de dónde venía la palabrita.
Pregunta 3: B.
En aquella alocución habló primero Besteiro por expreso deseo de Casado, para darle prestigio al movimiento. Por lo que se refiere a Mera, su intervención estuvo motivada en demostrarle a los comunistas que el golpe de Estado contaba con una milicia a su favor, la formada por los anarquistas.
Pregunta 4: C.
Fue Luis Galinsoga, director administrativamente impuesto de La Vanguardia.
Pregunta 5: A.
La provincia o cantón de Granada se proclamó, como tantos otros territorios, independiente al final de la I República, y llegó a declararle la guerra a la provincia de Jaén. Que yo sepa, es la última vez que Granada, como tal territorio, ha estado en guerra.
Pregunta 6: D.
El Felipe o Frente de Liberación Popular era una formación de gran importancia en la oposición antifranquista a principios de los años sesenta. De hecho el franquismo persiguió con saña a su principal dirigente, el diplomático Julio Cerón.
Pregunta 7: A.
El cant de la senyera es un poema de Joan Maragall y aquel concierto se concibió como un homenaje al poeta. A última hora, el gobierno civil decidió suspender el canto del poema, pero el público se obstinó en entonarlo. El suceso provocó un rosario de detenciones y torturas de catalanistas, sobre todo católicos.
Pregunta 8: D.
Fueron consideradas comunidades históricas aquellas que podían reivindicar una experiencia autonomista en el pasado. Galicia, aunque por los pelos, podía sostener dicha reivindicación.
Pregunta 9: A.
Se manejó la posibilidad de que fuese a Portugal por Badajoz, pero se reputó el viaje demasiado largo. En cuando a la salida por los Pirineos, probablemente se quisieron evitar problemas de orden público en Cataluña.
Pregunta 10: C.
Enrique Eymar, coronel mutilado, se hizo tristemente célebre por presidir la sala militar especial creada para la represión de los delitos políticos.
viernes, julio 27, 2007
miércoles, julio 25, 2007
Memes
El ínclito Wonka, lector de estas notas, me ha colocado dentro de una cadena bloguera de la que, como casi todos los que nos vemos en ella, no sabía nada hasta el día en que me encontré en ella eslabonado. Se trata de una especie de tú la llevas bloguero destinado a la difusión masiva de memes (el meme, al parecer, es algo así como la mínima unidad de información cultural, o sea como el gene pero con conceptos) en los que se debe confesar ocho secretos inconfesables (hasta el día de la confesión, se entiende). Yo me lo he pensado mucho, porque tenía mucho donde elegir.
Así pues, vamos allá con los ocho secretos inconfesables, y a la vez confesables, de JdJ.
1.- Soy tremendamente maniático. Con los años he conseguido que nadie lo note, o eso creo yo, pero muchas cosas que hago cada día están presididas por la manía. Supongo que todo empezó por mi madre, que nunca ha soportado que en la mesa se pusiera el pan boca abajo; decía que eso hacía llorar a la Virgen y yo debí creérmelo. Es el día de hoy y, si estoy en una encopetada comida de trabajo y percibo que alguien cercano a mí ha dejado el pan boca abajo, trato de buscarme la vida para darle la vuelta. Quiero decir que me porto bien y eso pero si, por una casualidad, mi compañero comensal se levanta al baño o a atender el móvil, le coloco el pan. En La Coruña vivía en un sexto piso y a la altura del quinto había una ventana baja. Un día le di al pasar un golpe con los nudillos en el cristal y, a partir de entonces, ya no podía pasar sin dar dicho golpe; incluso, algunos días que recuerdo se me olvidó, me las arreglé para que mi madre me enviase a la calle a algún recado (lo cual, no ha de olvidarse, eran doce pisos gratuitos, seis de bajada y seis de subida) para poder dar el toque. Luego me dio por dar el golpe con la cabeza. Era ridículo.
2.- Soy incapaz de ver Cuando ruge la marabunta. De todas las pelis que me dieron miedo en la infancia, ésta es la que más miedo me dio. Sólo tenía siete años y aún así me las ingenié, no sé cómo, para informarme en enciclopedias y esas cosas sobre la escasa probabilidad que existe de que Galicia experimente una invasión de hormigas carnívoras. No obstante haber pasado los años y todo eso, no obstante de vivir en Madrid y por ello ser consciente de que las hormigas llegarían a Madrid con la panza llena tras su paso por Getafe, Parla, Majadahonda, Las Rozas o San José de Valderas; no obstante todo eso, digo, es una película que no puedo ver. Me sigue dando demasiado repelús.
3.- No soporto a Tarantino. Me parece banal, aburrido e inconsistente. En realidad, éste no es un secreto inconfesable. Es un secreto que he debido guardar para poder seguir siendo medianamente popular en mi entorno. Por alguna razón que desconozco, hay personas en este mundo que soportan mejor que les digas que su aliento huele a repugnancia galáctica que una confesión tan sencilla como: «Tarantino me parece un tostón».
4.- Sólo he sido fan de un conjunto rockero: Los Bravos. En aquella época, yo era un niño, en casa no teníamos tocadiscos, así pues aquella fue una afición radiofónica. Pero recuerdo que era capaz de pasarme horas escuchando las radiofórmulas gallegas esperando que pusieran alguna canción de Los Bravos, cosa que era frecuente porque eran muy populares. Nunca llamé a los programas de peticiones por dos razones: una, porque juzgué que se me notaba bastante la edad al teléfono, así pues era poco probable que me tomasen en serio; otra, porque mis padres, previsores, habían colocado el teléfono en la pared aproximadamente a un metro sesenta del suelo, y yo no llegaba. Pero recuerdo bien que el día que se publicó que el grupo se disolvería porque Mike Kennedy se iba a casar, pasé dos horas hincado de rodillas rezando… ¡para que no se casase!
Los hechos son, por cierto, que no se casó y que Los Bravos, de aquélla, no se separaron. Lo cual demuestra que los designios del Señor son, verdaderamente, inescrutables (o que le mola Los chicos con las chicas).
5.- En los años de mi adolescencia se investigó en mi colegio (Santa María del Mar, padres jesuitas, La Coruña) el misterioso origen de unas explosiones. Se producían a primera hora de la tarde en diversos lugares de la campa que rodeaba (y rodea, creo) el colegio, y nadie sabía muy bien a ciencia cierta por qué. Las explosiones desaparecieron con el mismo misterio con el que aparecieron.
Pues bien: todo tiene que ver con el día que descubrimos, en clase de química, la fantástica reacción exógena que realiza el sodio sólido al contacto con el agua. Es un experimento jodidillo porque la reacción es muy, muy exógena; con ir a Youtube y teclear sodium en el buscador, se accede a decenas de videos sobre el asunto.
En clase de química nos enseñaron echando un pequeño trozo de sodio en un matraz con agua. El sodio era previamente envuelto en papel de periódico para que se fuese humedeciendo poco a poco, eliminando la violencia de la reacción.
Algunas personas (éste es mi meme, así pues no daré más nombres), por llamarnos de alguna manera, nos sentimos fascinados por el experimento y nos hicimos la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si cogiésemos una cantidad algo mayor de sodio envuelta en periódicos y la dejásemos en algún paraje inhóspito y solitario? ¿Qué ocurriría cuando pasara lo que, indefectiblemente, acaba ocurriendo en La Coruña en los meses escolares, esto es que se ponga a llover?
Nuestro experimento falló un montón de veces. Cogimos el sodio (por no decir que lo robamos), lo envolvimos, lo abandonamos y luego esperamos. Se ponía a llover, pero no pasaba nada. Entonces, antes de irnos a casa, regresábamos al lugar del crimen, recuperábamos el sodio y lo reintegrábamos al laboratorio.
Era una cuestión de dosis y de capas de periódico. Investigamos por el método de prueba y error, y error, y error. Hasta que un día… ¡bingo! Estábamos en clase de latín, tras la comida, se puso a jarrear y, de repente, en la lejanía, detrás del comedor, se escuchó un sonido, como una pequeña detonación.
Dado que habíamos dado con las dimensiones adecuadas, celebramos un par de explosiones más. Luego lo dejamos, conscientes de que el FBI nos seguía de cerca los pasos. Además, a las chicas, cuando les contamos nuestra hazaña, no pareció impresionarles, por lo que cegamos esa vía de desarrollo personal por no considerarla rentable.
He oído que en los laboratorios de química escolares hoy ya no se guarda sodio. Y es que los maestros son gente sabia.
6.- Nunca he conseguido entender la genialidad del Ulises de Joyce.
7.- Mi sueño incumplido confesado (mucha gente lo conoce) es aprender a tocar el piano. Pero el inconfesado es conducir un camión de gran tonelaje por una autopista.
8.- Finalmente: no suelo comer paella. Y, para ahorrar explicaciones, suelo decir que no me gusta. Aunque no es del todo verdad. La verdad es que me gusta, pero en bocadillo. Y las pocas veces que me he atrevido a decir tal cosa, he tenido la sensación de estar blasfemando gravemente, o algo así.
Bueno, paso la bola a Omalaled, Dani Durán, a Berna Wang y a la parejita Chiki/Mike, amén de al inefable Tiburcio, a ver si se confiesan.
Así pues, vamos allá con los ocho secretos inconfesables, y a la vez confesables, de JdJ.
1.- Soy tremendamente maniático. Con los años he conseguido que nadie lo note, o eso creo yo, pero muchas cosas que hago cada día están presididas por la manía. Supongo que todo empezó por mi madre, que nunca ha soportado que en la mesa se pusiera el pan boca abajo; decía que eso hacía llorar a la Virgen y yo debí creérmelo. Es el día de hoy y, si estoy en una encopetada comida de trabajo y percibo que alguien cercano a mí ha dejado el pan boca abajo, trato de buscarme la vida para darle la vuelta. Quiero decir que me porto bien y eso pero si, por una casualidad, mi compañero comensal se levanta al baño o a atender el móvil, le coloco el pan. En La Coruña vivía en un sexto piso y a la altura del quinto había una ventana baja. Un día le di al pasar un golpe con los nudillos en el cristal y, a partir de entonces, ya no podía pasar sin dar dicho golpe; incluso, algunos días que recuerdo se me olvidó, me las arreglé para que mi madre me enviase a la calle a algún recado (lo cual, no ha de olvidarse, eran doce pisos gratuitos, seis de bajada y seis de subida) para poder dar el toque. Luego me dio por dar el golpe con la cabeza. Era ridículo.
2.- Soy incapaz de ver Cuando ruge la marabunta. De todas las pelis que me dieron miedo en la infancia, ésta es la que más miedo me dio. Sólo tenía siete años y aún así me las ingenié, no sé cómo, para informarme en enciclopedias y esas cosas sobre la escasa probabilidad que existe de que Galicia experimente una invasión de hormigas carnívoras. No obstante haber pasado los años y todo eso, no obstante de vivir en Madrid y por ello ser consciente de que las hormigas llegarían a Madrid con la panza llena tras su paso por Getafe, Parla, Majadahonda, Las Rozas o San José de Valderas; no obstante todo eso, digo, es una película que no puedo ver. Me sigue dando demasiado repelús.
3.- No soporto a Tarantino. Me parece banal, aburrido e inconsistente. En realidad, éste no es un secreto inconfesable. Es un secreto que he debido guardar para poder seguir siendo medianamente popular en mi entorno. Por alguna razón que desconozco, hay personas en este mundo que soportan mejor que les digas que su aliento huele a repugnancia galáctica que una confesión tan sencilla como: «Tarantino me parece un tostón».
4.- Sólo he sido fan de un conjunto rockero: Los Bravos. En aquella época, yo era un niño, en casa no teníamos tocadiscos, así pues aquella fue una afición radiofónica. Pero recuerdo que era capaz de pasarme horas escuchando las radiofórmulas gallegas esperando que pusieran alguna canción de Los Bravos, cosa que era frecuente porque eran muy populares. Nunca llamé a los programas de peticiones por dos razones: una, porque juzgué que se me notaba bastante la edad al teléfono, así pues era poco probable que me tomasen en serio; otra, porque mis padres, previsores, habían colocado el teléfono en la pared aproximadamente a un metro sesenta del suelo, y yo no llegaba. Pero recuerdo bien que el día que se publicó que el grupo se disolvería porque Mike Kennedy se iba a casar, pasé dos horas hincado de rodillas rezando… ¡para que no se casase!
Los hechos son, por cierto, que no se casó y que Los Bravos, de aquélla, no se separaron. Lo cual demuestra que los designios del Señor son, verdaderamente, inescrutables (o que le mola Los chicos con las chicas).
5.- En los años de mi adolescencia se investigó en mi colegio (Santa María del Mar, padres jesuitas, La Coruña) el misterioso origen de unas explosiones. Se producían a primera hora de la tarde en diversos lugares de la campa que rodeaba (y rodea, creo) el colegio, y nadie sabía muy bien a ciencia cierta por qué. Las explosiones desaparecieron con el mismo misterio con el que aparecieron.
Pues bien: todo tiene que ver con el día que descubrimos, en clase de química, la fantástica reacción exógena que realiza el sodio sólido al contacto con el agua. Es un experimento jodidillo porque la reacción es muy, muy exógena; con ir a Youtube y teclear sodium en el buscador, se accede a decenas de videos sobre el asunto.
En clase de química nos enseñaron echando un pequeño trozo de sodio en un matraz con agua. El sodio era previamente envuelto en papel de periódico para que se fuese humedeciendo poco a poco, eliminando la violencia de la reacción.
Algunas personas (éste es mi meme, así pues no daré más nombres), por llamarnos de alguna manera, nos sentimos fascinados por el experimento y nos hicimos la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si cogiésemos una cantidad algo mayor de sodio envuelta en periódicos y la dejásemos en algún paraje inhóspito y solitario? ¿Qué ocurriría cuando pasara lo que, indefectiblemente, acaba ocurriendo en La Coruña en los meses escolares, esto es que se ponga a llover?
Nuestro experimento falló un montón de veces. Cogimos el sodio (por no decir que lo robamos), lo envolvimos, lo abandonamos y luego esperamos. Se ponía a llover, pero no pasaba nada. Entonces, antes de irnos a casa, regresábamos al lugar del crimen, recuperábamos el sodio y lo reintegrábamos al laboratorio.
Era una cuestión de dosis y de capas de periódico. Investigamos por el método de prueba y error, y error, y error. Hasta que un día… ¡bingo! Estábamos en clase de latín, tras la comida, se puso a jarrear y, de repente, en la lejanía, detrás del comedor, se escuchó un sonido, como una pequeña detonación.
Dado que habíamos dado con las dimensiones adecuadas, celebramos un par de explosiones más. Luego lo dejamos, conscientes de que el FBI nos seguía de cerca los pasos. Además, a las chicas, cuando les contamos nuestra hazaña, no pareció impresionarles, por lo que cegamos esa vía de desarrollo personal por no considerarla rentable.
He oído que en los laboratorios de química escolares hoy ya no se guarda sodio. Y es que los maestros son gente sabia.
6.- Nunca he conseguido entender la genialidad del Ulises de Joyce.
7.- Mi sueño incumplido confesado (mucha gente lo conoce) es aprender a tocar el piano. Pero el inconfesado es conducir un camión de gran tonelaje por una autopista.
8.- Finalmente: no suelo comer paella. Y, para ahorrar explicaciones, suelo decir que no me gusta. Aunque no es del todo verdad. La verdad es que me gusta, pero en bocadillo. Y las pocas veces que me he atrevido a decir tal cosa, he tenido la sensación de estar blasfemando gravemente, o algo así.
Bueno, paso la bola a Omalaled, Dani Durán, a Berna Wang y a la parejita Chiki/Mike, amén de al inefable Tiburcio, a ver si se confiesan.
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