El 27 de marzo de 1378, el Papa
Gregorio XI falleció en Roma. Este Pierre Roger de Beaufort, el último Papa francés que ha habido hasta el momento, fue un tipo curioso que fue elegido por unanimidad en el cónclave, el cual, sin embargo, tuvo que esperar algunos días para proclamarlo porque en el momento de la elección ni siquiera era presbítero. Goyo se pasó la mayor parte de su pontificado intentando que las potencias católicas se portasen como tales y dejasen de darse de hostias para dárselas al turco; pero no lo consiguió porque, ya se sabe, la exhibición religiosa a todo rey le gusta pero, al fin y a la postre, la pela es la pela y en aquella Europa ingleses y franceses se llevaban peor que mal.