Alguna vez ya ha pasado en este blog que he concelebrado en
el tiempo dos series distintas. Es a gusto del cliente, que así no se ve
abrumado por un montón de textos sobre el mismo tema (que lo mismo le interesa
menos) y puede ir poniendo su atención en otras cosas.
Además, hay un pequeño aliciente más en esta historia que
quiero comenzar a contaros aquí porque, como hace unos días decía un comentario
a uno de mis posts, hay demanda de información sobre Ucrania, y de Ucrania,
aunque sea indirectamente, tendremos que hablar aquí queramos o no, porque será
en Ucrania donde transcurra una parte no poco importante de esta Historia.
Os quiero contar el relato de, como reza el título de esta
serie, un hombre que sabía hacer las cosas muy bien. O sea, sabía colmar
perfectamente las expectativas de sus jefes y, precisamente por eso, llegó él
mismo a ser algún día un jefe supremo. Y lo escribo porque me da rabia que se
esté olvidando la figura de este hombre que, sin embargo, tiene mucho que ver
con el mundo actual en el que vivimos, que fue, en gran parte, preconfigurado
por sus aciertos y, de modo nada despreciable, por sus errores. Porque Leónidas Breznev sabía
hacer las cosas bien, pero eso no le impidió equivocarse.