La declaración de Salamanca
El tablero ibérico
Castilla cambia de rey, y el Papado de papas
[Yo lo aviso: a partir de aquí, el temita del cisma se pone teológico y tal. Comienzan los repechos. Lo digo por si te quieres bajar de la bici, vaya.]
Pedro de Luna, pleno conocedor del hecho de que le debía el solio a los franceses, se mostró rápidamente como un Papa decididamente partidario de la política gala. Ésta, sin embargo, necesitaba de aliados en Europa que contrarrestasen el poder inglés, y es por ello que el primer y fundamental reto que se planteó Benedicto fue lograr un acercamiento con Castilla y con Aragón. La operación, además, para salir verdaderamente bien, debería garantizar dichos acercamientos a la vez, sobre todo en lo que se refería a la patria chica del pontífice, para así lograr un espacio geopolítico procismático coherente, continuado y multinacional.
Pedro de Luna, pleno conocedor del hecho de que le debía el solio a los franceses, se mostró rápidamente como un Papa decididamente partidario de la política gala. Ésta, sin embargo, necesitaba de aliados en Europa que contrarrestasen el poder inglés, y es por ello que el primer y fundamental reto que se planteó Benedicto fue lograr un acercamiento con Castilla y con Aragón. La operación, además, para salir verdaderamente bien, debería garantizar dichos acercamientos a la vez, sobre todo en lo que se refería a la patria chica del pontífice, para así lograr un espacio geopolítico procismático coherente, continuado y multinacional.