Un proyecto acabado
El rey de España
Un imperio por 850.000 florines
La coalición que paró el Espíritu Santo
El rey francés como problema
El éxtasis boloñés
El avispero milanés
El largo camino hacia Crépy-en-Lannois
La movida trentina
El avispero alemán
Las condiciones del obispo Stadion En busca de un acuerdo La oportunidad ratisbonense Si esto no se apaña, caña, caña, caña Mühlberg Horas bajas El Turco Turcos y franceses, franceses y turcos Los franceses, como siempre, macroneando Las vicisitudes de una alianza contra natura La sucesión imperial El divorcio del rey inglés El rey quiere un heredero, el Papa es gilipollas y el emperador, a lo suyo De cómo los ingleses demostraron, por primera vez, que con un grano de arena levantan una pirámide El largo camino hacia el altar
El rey español, en cuanto tuvo claro que sus posibilidades de ser rey de Romanos nunca habían existido, consideró finiquitado el compromiso de casarse con una hija de su tío Fernando, y prefirió negociar su matrimonio con otra prima, la infanta María de Portugal; proyecto que, asimismo, sería abandonado cuando María La Pilas se sentó en el trono inglés. Sin embargo, de alguna manera el pacto de familia de 1551 habría de cumplirse: la cuarta mujer de Felipe, madre de hecho de su sucesor, habría de ser Ana, la hermana mayor de Maximiliano.