viernes, noviembre 06, 2015

Estados Unidos (10)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.


Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson.



Una de las consecuencias del embargo marítimo decretado por Thomas Jefferson fue el cambio estratégico de muchos emprendedores de las antiguas colonias, que comenzaron a interesarse por la manufactura, y muy especialmente la textil. En consecuencia el Sur, que ya había comenzado a plantar algodón, comenzó a hacerlo en cantidades, nunca mejor dicho, industriales, cuando la demanda del Norte se disparó. Pero, lógicamente, este movimiento afectó a los industriales ingleses, acostumbrados a hacer suyo este mercado. Londres envió emisarios a Washington, pero como solía acostumbrar el Imperio, lo hizo permitiéndoles hacer apenas ofertas cutres, lo cual enfureció a Madison.

lunes, noviembre 02, 2015

Estados Unidos (9)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington.

El primer problema con que se encontró Adams como presidente de los Estados Unidos fue la política exterior. A los franceses no les había hecho ni puta gracia el acuerdo muñido por Jay; de hecho, lo vieron como un cambio estratégico de Filadelfia a favor de Inglaterra, cosa que tal y como se estaban poniendo las cosas en Europa, era como para tentarse el epidídimo. Francia decidió intensificar los ataques contra buques americanos surtos en puertos de control británico, en un número de 300 ya en marzo de 1797, cuando Adams juró su cargo. En un siguiente paso de decidida hostilidad diplomática, el intento hecho por la Administración americana (todavía lo hizo Washington) de nombrar a Pinckney representante en París, en lugar del republicano James Monroe, fue contestado por el Louvre amenazando incluso con arrestar a Pinckney si ponía los pinreles en Francia (de hecho, el político federalista tuvo que salir hacia Amsterdam a la naja). Cuando la noticia llegó a Filadelfia, los federalistas comenzaron a exigirle a Adams, que ya era presidente, la guerra con Francia.