La huelga de la Canadiense
Brabo Portillo y Pau Sabater
The last chance
Auge y caída del barón de König
Mal rollito
Martínez Anido y la Ley de Fugas
Decíamos ayer...
Una masacre fallida y un viaje a Moscú
La explosión de la calle Toledo
El fin de nada
La debilidad de Anido y el atraco del Poble Nou
Atentado a Martínez Anido
La nemesis de Martínez Anido y los planes del Noi
Han mort el Noi del Sucre
La violencia se impone poco a poco
¡Prou!
Coda: el golpe que "nadie" apoyó
A pesar de todos estos incidentes, como he dicho, la prioridad policial era descabezar la hidra terrorista anarquista con la captura de Archs y de Vandellós. Ambos dos, sin embargo, se habían mimetizado con una ciudad que es un dédalo de calles estrechas y de lugares que parecen haber sido concebidos para albergar clandestinos. Contaban los dirigentes, además, con la solidaridad de miles de barceloneses que convertían el reto de detenerlos en algo parecido a la búsqueda de una aguja en un pajar. El dinero y las influencias procesales, sin embargo, todo lo acaban pudiendo. Finalmente, la Policía logró dar con una confidente que conocía bien a Archs y era de su confianza.