El 30 de diciembre pasado, o sea casi en las últimas horas del año que curraron, el INE colgó en su página web los últimos datos de la Contabilidad Regional de España. Entre otros datos, publicó la cuenta macroeconómica de las comunidades autónomas españolas con datos homogéneos desde 1995 hasta el 2009. La Contabilidad Nacional es siempre muy jugosa por las enormes facilidades que tiene de hallar ratios y magnitudes medias o globales que permiten hacerse una idea de la evolución dinámica de la economía, en este caso desde el punto de vista geográfico.
Estos datos ya, de por sí, permiten estimar que el periodo 1995-2009 ha sido prolijo en convergencia económica regional, cuando menos en lo que al salario por asalariado se refiere. En dicho periodo tres comunidades: Cataluña, País Vasco y Navarra, habrían tenido una evolución negativa del salario per cápita en términos reales (esto es, una pérdida de poder adquisitivo macroeconómica); y cabe recordar que estamos hablando de tres de las regiones con más alta renta media, según las estadísticas.
El resto de las regiones ganaron poder adquisitivo, pero las que más lo hicieron tienden a ser las más pobres: Extremadura con casi un 26%, Castilla La Mancha un 17%, y Galicia un 15%, son las tres comunidades con ganancias de dos dígitos.
Para poder expresar la convergencia de una forma más visible, se me ocurrió hallar la desviación típica del conjunto de los valores de cada comunidad autónoma, y hallar el porcentaje que supone esa desviación típica respecto de una media media, para lo cual he tomado la mediana, aunque los resultados respecto de la media son prácticamente iguales.
Esta ratio ha pasado de casi un 12% en 1995 a prácticamente la mitad en el año 2009, mostrando, además, una tendencia descendente tan constante como regular, con un pequeño frenazo en el año 2007; la tentación es a adjudicarlo a los primeros coletazos de la crisis pero, dado que la tendencia no se consolida cuando dicha crisis se hace más grave y presente, creo que habría que ser cautos en la conclusión.
Cuando menos en lo que a esa vertiente fundamental de las rentas que son los salarios, pues, puede decirse que el periodo reciente de la Historia económica de España puede haber sido, tal y como sugieren las cifras, un periodo de intensa convergencia de rentas entre las regiones más pobres y las más ricas. Si la evolución tiene visos de continuar, si tiene un suelo o no, son cosas que le dejo a los econometras.
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