viernes, abril 29, 2022

Forajidos de leyenda: Kid Curry

...bueno, como esto ya va siendo toda una serie, aquí tienes otros capítulos.

Billy the Kid
Butch Cassidy
Los Dalton
La familia Earp
Wyatt Earp
Jesse James
Pat Garret



Un refrán muy gallego dice que el Miño lleva la fama y el Sil, el agua. Es bastante habitual que, en muchos mitos, quien realmente se lleva la fama sea quien tal vez no la merece del todo. Esto es lo que ocurre con el mito de Butch Cassidy y el Sundance Kid, inmortalizados en una peli de dos de los grandes de Hollywood, Paul Newman y el otro. Siendo como fueron dos forajidos importantes, lo cierto es que en su banda hubo gente mucho peor. Uno de ellos fue Kid Curry, o sea Harvey Logan. Un forajido del que se habla poco, quizás porque no cuadra demasiado con la visión romántica del ladrón del Salvaje Oeste que se ha labrado la industria del cine. Borracho, putero y extremadamente cruel, hay muy pocas cosas, por si hay alguna, en la vida de Harvey Logan, que sean aprovechables. Ni robaba para los pobres (lo hacía para sí mismo), ni el suyo fue un destino que no pudo regatear (si hubiera querido, habría sido ranchero), ni era valiente (a alguna de sus víctimas la mató a sangre fría y estando casi a su merced) ni trató de frenar su violencia (siempre que pudo matar, mató). Es lo que hay.

miércoles, abril 27, 2022

El fin (y 47: Game over)

El Ebro fue un error

Los tenues proyectos de paz
Últimas esperanzas
La ofensiva de Cataluña
El mes de enero de las chinchetas azules
A la naja
Los tres puntos de Figueras
A Franco no le da una orden ni Dios
All the Caudillo's men
Primeros contactos
Casado, la Triple M, Besteiro y los espías de Franco
Negrín bracea, los anarquistas se mosquean, y Miaja hace el imbécil (como de costumbre)
Falange no se aclara
La entrevista de Negrín y Casado
El follón franquista en medio del cual llegó la carta del general Barrón
Negrín da la callada en Londres y se la juega en Los Llanos
Miaja el nenaza
Las condiciones de Franco
El silencio (nunca explicado) de Juan Negrín
Azaña se abre
El último zasca de Cipriano Mera
Negrín dijo “no” y Buiza dijo “a la mierda”
El decretazo
Casado pone la quinta
Buiza se queda solo
Las muchas sublevaciones de Cartagena
Si ves una bandera roja, dispara
El Día D
La oportunidad del militar retirado
Llega a Cartagena el mando que no manda
La salida de la Flota
Qué mala cosa es la procrastinación
Segis cogió su fusil
La sublevación
Una madrugada ardiente
El tigre rojo se despierta
La huida
La llegada del Segundo Cobarde de España
Últimas boqueadas en Cartagena I
Últimas boqueadas en Cartagena II
Diga lo que diga Miaja, no somos amigos ni hostias
Madrid es comunista, y en Cartagena pasa lo que no tenía que haber pasado
La tortilla se da la vuelta, y se produce el hecho más increíble del final de la guerra
Organizar la paz
Franco no negocia
Gamonal
Game over    



En la mañana del 24 de marzo, el Consejo volvió a reunirse. Se discutió, fundamentalmente, la propuesta de Casado de enviar al duque de Frías, José María de la Concepción Fernández de Velasco y Sforza-Cesarini, presente en Madrid, a zona nacional con una carta para Franco. A pesar de las protestas, lógicas, de Besteiro y los anarquistas, que no le veían lógica a una gestión tan peripatética, parece ser que se aprobó encomendar a Frías dicho viaje; aunque Casado, en sus memorias, nos quiere hacer creer que fue el duque quien se ofreció. Franco, por otra parte, no vio motivo alguno para recibir al duque, así pues la carta no sirvió para nada. En la misiva, Casado volvía a jugar, una vez más, la carta de que, en apenas horas, la confianza del pueblo de Madrid hacia él se podía convertir en rabia y violencia, si no se anunciaba un acuerdo.

lunes, abril 25, 2022

El fin (46: Gamonal)

 El Ebro fue un error

Los tenues proyectos de paz
Últimas esperanzas
La ofensiva de Cataluña
El mes de enero de las chinchetas azules
A la naja
Los tres puntos de Figueras
A Franco no le da una orden ni Dios
All the Caudillo's men
Primeros contactos
Casado, la Triple M, Besteiro y los espías de Franco
Negrín bracea, los anarquistas se mosquean, y Miaja hace el imbécil (como de costumbre)
Falange no se aclara
La entrevista de Negrín y Casado
El follón franquista en medio del cual llegó la carta del general Barrón
Negrín da la callada en Londres y se la juega en Los Llanos
Miaja el nenaza
Las condiciones de Franco
El silencio (nunca explicado) de Juan Negrín
Azaña se abre
El último zasca de Cipriano Mera
Negrín dijo “no” y Buiza dijo “a la mierda”
El decretazo
Casado pone la quinta
Buiza se queda solo
Las muchas sublevaciones de Cartagena
Si ves una bandera roja, dispara
El Día D
La oportunidad del militar retirado
Llega a Cartagena el mando que no manda
La salida de la Flota
Qué mala cosa es la procrastinación
Segis cogió su fusil
La sublevación
Una madrugada ardiente
El tigre rojo se despierta
La huida
La llegada del Segundo Cobarde de España
Últimas boqueadas en Cartagena I
Últimas boqueadas en Cartagena II
Diga lo que diga Miaja, no somos amigos ni hostias
Madrid es comunista, y en Cartagena pasa lo que no tenía que haber pasado
La tortilla se da la vuelta, y se produce el hecho más increíble del final de la guerra
Organizar la paz
Franco no negocia
Gamonal
Game over   


En paralelo a estos preparativos, el CND trataba de conseguir medios para la salida de España de quienes quisieran hacerlo. El problema para la República es que sus últimos buques viables, una decena, estaban surtos en puertos soviéticos y la posibilidad de disponer de ellos era nula. En París, Trifón Gómez también multiplicaba sus esfuerzos, negociando sobre todo con la legación mexicana, el último gran apoyo que le quedaba a la República. En Madrid, tanto el cónsul británico como el francés se hicieron los orejas; el primero, porque siempre lo hacen, y el segundo, porque ya tenía el país petado de refugiados españoles.