Atenta la compañía con:
Las noticias de la ejecución y muerte de María Estuardo viajaron muy deprisa. Burghley y Hatton lo supieron antes de que hubieran pasado 24 horas. Châteauneuf, el embajador francés, lo sabía a eso de las doce de la mañana del día siguiente; y el tañir de campanas y los fuegos artificiales comenzaron en Londres a eso de las tres de la tarde. Estaba ya bien entrada la tarde cuando Burghley fue a ver a la reina para informarla de que su prima estaba muerta; aunque es muy difícil pensar que para entonces no lo supiera ya por las gentes de palacio. Isabel dejó escapar un gran suspiro, pero afectó indiferencia.