viernes, octubre 15, 2021

Carlos I (2): Borgoña, esa Historia que a menudo no se estudia

El rey de crianza borgoñona
Borgoña, esa Historia que a menudo no se estudia
Un proyecto acabado
El rey de España
Un imperio por 850.000 florines
La coalición que paró el Espíritu Santo
El rey francés como problema
El éxtasis boloñés
El avispero milanés
El largo camino hacia Crépy-en-Lannois
La movida trentina
El avispero alemán
Las condiciones del obispo Stadion
En busca de un acuerdo
La oportunidad ratisbonense
Si esto no se apaña, caña, caña, caña
Mühlberg
Horas bajas
El turco
Turcos y franceses, franceses y turcos
Los franceses, como siempre, macroneando
Las vicisitudes de una alianza contra natura
La sucesión imperial
El divorcio del rey inglés
El rey quiere un heredero, el Papa es gilipollas y el emperador, a lo suyo
De cómo los ingleses demostraron, por primera vez, que con un grano de arena levantan una pirámide
El largo camino hacia el altar
Papá, yo no me quiero casar
Yuste



Una de las enormes fallas de la enseñanza de la Historia de España, y conste que no estoy hablando de la Logse sino de tiempos también pretéritos, es que casi nunca se ha preocupado por explicar, siquiera brevemente, la Historia de Borgoña. Tengo por mí que la mayoría de los estudiantes, y no pocos profesores, van por por la vida creyendo que el mapa de Francia era más o menos el mismo hace seis siglos que ahora mismo; y que Francia nunca fue, como Alemania o Italia, una identidad que no respondía a las mismas fronteras. No conocer la Historia de Borgoña, sin embargo, es, digámoslo claramente, no entender a Carlos I de España, V de Alemania y heredero del ducado de Borgoña. Cualquier tentativa de meterse en la cabeza del rey-emperador pasa por entender qué es lo que se sentía él mismo por sobre todas las cosas, y qué esfuerzos de incremento o mantenimiento de dominios lo movieron. Vayamos, pues, a dejar aquí algunas notas sobre esta Historia ducal.

miércoles, octubre 13, 2021

Carlos I (1): el rey de crianza borgoñona

Éstas son todas las tomas de la serie. Los enlaces los iré poniendo conforme se publiquen.

El rey de crianza borgoñona
Borgoña, esa Historia que a menudo no se estudia
Un proyecto acabado
El rey de España
Un imperio por 850.000 florines
La coalición que paró el Espíritu Santo
El rey francés como problema
El éxtasis boloñés
El avispero milanés
El largo camino hacia Crépy-en-Lannois
La movida trentina
El avispero alemán
Las condiciones del obispo Stadion
En busca de un acuerdo
La oportunidad ratisbonense
Si esto no se apaña, caña, caña, caña
Mühlberg
Horas bajas
El turco
Turcos y franceses, franceses y turcos
Los franceses, como siempre, macroneando
Las vicisitudes de una alianza contra natura
La sucesión imperial
El divorcio del rey inglés
El rey quiere un heredero, el Papa es gilipollas y el emperador, a lo suyo
De cómo los ingleses demostraron, por primera vez, que con un grano de arena levantan una pirámide
El largo camino hacia el altar
Papá, yo no me quiero casar
Yuste

El rey Carlos I de España y V de Alemania, que es una denominación curiosa porque todos los conocemos como Carlos V cuando, en realidad, Alemania, propiamente hablando, no existió hasta siglos después, nació en Gante el 24 de febrero del año 1500, hijo de Felipe el Hermoso de Habsburgo y de Juana de Aragón y de Castilla. Cuando Carlitos era apenas un bebé, sus padres se marcharon a España, donde tendrían otro hijo, Fernando. Aquella fue, por lo tanto, una familia un tanto descentralizada, una familia federal, a la que los acontecimientos llevarían a centrarse en España mientras que su primogénito era educado por un entorno más ligado a la familia del padre, esto es, la dinastía reinante en el Sacro Imperio y, sobre todas las cosas, en Borgoña.

lunes, octubre 11, 2021

La Guerra de las Rosas (y 28): Las últimas boqueadas

 Un rey con dos coronas, y su pastelera señora

La puerta que abrió Jack Cade para Ricardo de York
El yorkismo se quita poco a poco la careta
Los Percy y los Neville
Ricardo llega a la cima, pero se da una hostia
St. Albans brawl
El nuevo orden
Si vis pacem, para bellum
Zasca lancastriano
La Larga Marcha de los York/Neville
Northhampton
Auge y caída del duque de York
El momento de Eduardo de las Marcas
El desastre de Towton y los reyes PNV
El sudoku septentrional
El eterno problema del Norte
El fin de la causa lancastriana
La paz efímera
A walk on the wild side
El campo de la cota abandonada
Los viejos enemigos se mandan emoticonos con besitos
El regreso del Emérito, y el del neo-Emérito
Rey versus Rey
The Bloody Meadow y la Larga Marcha Kentish
El rey que vació Inglaterra
Iznogud logró ser califa en lugar del califa
La suerte está echada. O no.
Las últimas boqueadas  


Tras haber desembarcado en Inglaterra, Enrique había enviado sendos mensajeros a Talbot y a los Stanley. Les dijo que su intención era cruzar el Severn en Shrewsbury tener allí un encuentro con ellos; pero matizaba que, tal y como se habían puesto las cosas, difícilmente podría acercarse a dicho lugar por sí solo. En la práctica, el futuro de Enrique dependía casi totalmente de la actitud finalmente adoptada por Rhys ap Thomas, razón por la cual El Pilas se apresuró a ofrecerle la tenencia de Gales en el caso de que llegase a prevalecer. Funcionó, y el señor de la guerra galés aceptó finalmente mantener su primera palabra.