viernes, diciembre 23, 2022

La hoja roja bolchevique (30): braceando para no ahogarse

 El chavalote que construyó la Peineta de Novoselovo

Un fracaso detrás de otro
El periplo moldavo
Bajo el ala de Nikita Kruschev
El aguililla de la propaganda
Ascendiendo, pero poco
A la sombra del político en flor
Cómo cayó Kruschev (1)
Cómo cayó Kruschev (2)
Cómo cayó Kruschev (3)
Cómo cayó Kruschev (4)
En el poder, pero menos
El regreso de la guerra
La victoria sobre Kosigyn, Podgorny y Shelepin
Spud Webb, primer reboteador de la Liga
El Partido se hace científico
El simplificador
Diez negritos soviéticos

Konstantin comienza a salir solo en las fotos
La invención de un reformista
El culto a la personalidad
Orchestal manoeuvres in the dark
Cómo Andropov le birló su lugar en la Historia a Chernenko
La continuidad discontinua
El campeón de los jetas
Dos zorras y un solo gallinero
El sudoku sucesorio
El gobierno del cochero
Chuky, el muñeco comunista
Braceando para no ahogarse
¿Quién manda en la política exterior soviética?
El caso Bitov
Gorvachev versus Romanov


Romanov, sin embargo, tenía un problema para llegar adonde quería llegar; un problema llamado Gorvachev. Era joven como él, y tenía más apoyos. Romanov sufría “la maldición de Leningrado” que había pesado sobre otros antes que él: viniendo de allí, carecía de apoyos en Moscú, que eran los que realmente valían para construir una estructura propia de poder en el Comité Central. Así las cosas, tuvo que improvisar, y es por eso que se acercó a Chernenko. Su estrategia consistía en que el secretario general muriese lo antes posible para, así, poder heredar él su estructura de poder en el Politburo. Pero tenía que ser cuanto antes, porque todos eran muy mayores y eran susceptibles de cascarla.

jueves, diciembre 22, 2022

La hoja roja bolchevique (29): Chuky, el muñeco comunista

 El chavalote que construyó la Peineta de Novoselovo

Un fracaso detrás de otro
El periplo moldavo
Bajo el ala de Nikita Kruschev
El aguililla de la propaganda
Ascendiendo, pero poco
A la sombra del político en flor
Cómo cayó Kruschev (1)
Cómo cayó Kruschev (2)
Cómo cayó Kruschev (3)
Cómo cayó Kruschev (4)
En el poder, pero menos
El regreso de la guerra
La victoria sobre Kosigyn, Podgorny y Shelepin
Spud Webb, primer reboteador de la Liga
El Partido se hace científico
El simplificador
Diez negritos soviéticos

Konstantin comienza a salir solo en las fotos
La invención de un reformista
El culto a la personalidad
Orchestal manoeuvres in the dark
Cómo Andropov le birló su lugar en la Historia a Chernenko
La continuidad discontinua
El campeón de los jetas
Dos zorras y un solo gallinero
El sudoku sucesorio
El gobierno del cochero
Chuky, el muñeco comunista
Braceando para no ahogarse
¿Quién manda en la política exterior soviética?
El caso Bitov
Gorvachev versus Romanov


A pesar de ser un tipo gris y poco eficiente, además de efímero, Chernenko se apuntó grandes triunfos durante su mandato; algo que nos viene a dejar claro en qué medida la URSS anda muy perdida ya en esos tiempos. Por ejemplo, Leónidas Breznev, su mentor y maestro, había tenido que esperar trece años para ser presidente del Soviet Supremo. Andropov redujo ese plazo a siete meses, pero Chernenko los superó a todos: apenas dos meses después de ser nombrado secretario general, ya era también presidente del Parlamento.

miércoles, diciembre 21, 2022

La hoja roja bolchevique (28): El gobierno del cochero

 El chavalote que construyó la Peineta de Novoselovo

Un fracaso detrás de otro
El periplo moldavo
Bajo el ala de Nikita Kruschev
El aguililla de la propaganda
Ascendiendo, pero poco
A la sombra del político en flor
Cómo cayó Kruschev (1)
Cómo cayó Kruschev (2)
Cómo cayó Kruschev (3)
Cómo cayó Kruschev (4)
En el poder, pero menos
El regreso de la guerra
La victoria sobre Kosigyn, Podgorny y Shelepin
Spud Webb, primer reboteador de la Liga
El Partido se hace científico
El simplificador
Diez negritos soviéticos

Konstantin comienza a salir solo en las fotos
La invención de un reformista
El culto a la personalidad
Orchestal manoeuvres in the dark
Cómo Andropov le birló su lugar en la Historia a Chernenko
La continuidad discontinua
El campeón de los jetas
Dos zorras y un solo gallinero
El sudoku sucesorio
El gobierno del cochero
Chuky, el muñeco comunista
Braceando para no ahogarse
¿Quién manda en la política exterior soviética?
El caso Bitov
Gorvachev versus Romanov 

A pesar de haber conseguido imponerse en el plenario del Comité Central, Chernenko, y ésta era una situación bastante inusitada en la historia de la URSS, estaba en minoría en el Politburo. O sea: no era una situación del todo inusitada pero, ciertamente, cuando se había producido en el pasado el tema había terminado en golpe de Estado y remoción del secretario general. En el alto gobierno comunista, Chernenko podía contar consigo mismo, Tikhonov, Kunaev, Shcherbitsky, Grishin y, a ratos, con Romanov. Con Gorvachev, aparte de él mismo, estaban Gromyko, Ustinov, Vorotnikov, Aliev y Solometsev . Esto suponía que el joven jerarca comunista disponía de una minoría de bloqueo de cualquier gran decisión que no le gustase. En la práctica, el futuro del poder soviético estaba en manos de la Parca, pues dependía, fundamentalmente, de que Chernenko muriese antes o después que Ustinov.

lunes, diciembre 19, 2022

La hoja roja bolchevique (27): El sudoku sucesorio

El chavalote que construyó la Peineta de Novoselovo

Un fracaso detrás de otro
El periplo moldavo
Bajo el ala de Nikita Kruschev
El aguililla de la propaganda
Ascendiendo, pero poco
A la sombra del político en flor
Cómo cayó Kruschev (1)
Cómo cayó Kruschev (2)
Cómo cayó Kruschev (3)
Cómo cayó Kruschev (4)
En el poder, pero menos
El regreso de la guerra
La victoria sobre Kosigyn, Podgorny y Shelepin
Spud Webb, primer reboteador de la Liga
El Partido se hace científico
El simplificador
Diez negritos soviéticos

Konstantin comienza a salir solo en las fotos
La invención de un reformista
El culto a la personalidad
Orchestal manoeuvres in the dark
Cómo Andropov le birló su lugar en la Historia a Chernenko
La continuidad discontinua
El campeón de los jetas
Dos zorras y un solo gallinero

El gobierno del cochero
Chuky, el muñeco comunista
Braceando para no ahogarse
¿Quién manda en la política exterior soviética?
El caso Bitov
Gorvachev versus Romanov 



El principal problema que se había presentado en el Politburo post Andropov es que, con la muerte del secretario general, quedó claro que el único cemento que unía a sus partidarios era el poder; en consecuencia, la coalición se disolvió como un azucarillo. Esto quiere decir que Gorvachev no heredó los apoyos que había tenido su mentor. Finalmente Gorvachev consiguió acopiar seis amigos, por cinco de Chernenko. El segundo de los partidos tenía dos importantes miembros en Grishin y Shcherbitsky, dos viejos zorros de la política del vodka y las putas que se resistían a dejar el momio en manos de la siguiente generación; así pues, apoyaban a Chernenko más por solidaridad demográfica que por otra cosa. A estos dos se unieron el propio Chernenko, Tikhonov y Kunaev. A pesar de las dificultades, pues, Gorvachev debería haber ganado.

Pero, claro, estaba Romanov. El que no se casaba absolutamente con nadie.