jueves, diciembre 29, 2016

Cátaros (1)

La herejía cátara es la última gran herejía maniquea medieval que viene a hacerle compañía a paulicianos, bogomilos y patarinos. De todas ellas es la que más curiosidad ha despertado a causa de su occidentalismo. Ya lo he insinuado en este blog: no hablamos del maniqueísmo como una religión incluso dominante en la Edad Media por el simple hecho de que su teatro de desarrollo fueron los Balcanes, esto es, una zona de Europa de Historia poco conocida y que por lo general no solemos considerar relevante para la del continente. La herejía cátara, sin embargo, se desarrolló en el corazón de lo que hoy es Francia. El halo de misterio que rodea su desaparición total, además, ha disparado la curiosidad de estafadores culturales, mistabobos y otras formas de tontoculez que, de cuando en cuando, sacan un libro en el que especulan con que si los cátaros eran bla o bla. Me atrevo a recomendarle al lector mucha prudencia a la hora de leer sobre los cátaros, que le pueden dar un pedazo de mierda que parece una liebre por liebre a las primeras de cambio.

martes, diciembre 27, 2016

Pablo Iglesias (el otro)

En los años veinte del siglo XX, cuando se produjo en varios países la escisión entre socialistas y comunistas y al socialismo español le tocó turno, se produjeron en el seno del PSOE las primeras críticas hacia la figura de Pablo Iglesias. El que había sido fundador del partido, hasta entonces, había sido objeto de una admiración casi religiosa por parte tanto de quienes lo habían conocido como de quienes no tenían edad para haberlo tratado sino en los últimos años de su vida. Entonces, sin embargo, la característica fundamental de don Pablo: la prudencia, se convirtió en su principal defecto a los ojos de media izquierda. Y en eso siguen.

miércoles, diciembre 14, 2016

Campanas

Se sabe, más o menos, que las campanas eran conocidas ya de los egipcios y de los chinos. De los primeros se dice que celebraban las fiestas de Osiris tañéndolas, y de los segundos que los primeros misioneros que llegaron a China se encontraron allí grandes campanas cuyo origen no pudieron aclarar. El resto de los grandes pueblos de la antigüedad, como griegos o persas, también las conocieron. En cuando a los judíos, el Éxodo nos describe a un sacerdote que llevaba una túnica terminada en campanillas de oro. Los sacerdotes de diversas deidades orientales, como Cibeles, las utilizaban durante sus liturgias. Algunos testimonios nos dicen que la cosa venía, en este caso, de la convicción de que el sonido salido del bronce era purificador.

lunes, diciembre 12, 2016

Trento (intermezzo estético)



Ahora que hemos llegado al convulso año de 1545, me vais a permitir que hagamos un intermedio en el relato para hacer algunas disquisiciones estéticas que, creo, nos pueden acercar un poco a ese Papa Farnesio que tan importante es en este punto del relato.

miércoles, diciembre 07, 2016

Trento (12)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia y su intensificación bajo el pontificado del cardenal Caraffa y la posterior saña con que se desempeñó su sucesor, Pío IV, hasta conseguir que la Inquisición dejase Italia hecha unos zorros.

A partir de ahí, hemos pasado a ver los primeros pasos de la idea del concilio y, al trantrán, hemos llegado hasta su constitución formal.

Hemos dicho que el 13 de marzo comenzó el espectáculo, pero en realidad hemos mentido. Ése fue el día en que los legados papales hicieron su entrada protocolaria en Trento, pero no fue, a pesar de las previsiones de la bula papal, el día en que comenzó el concilio. La razón: allí prácticamente no había nadie. Y no ha de extrañar que sea así, pues los obispos de media Europa tenían que cruzarla para llegar (y entonces no había alta velocidad); incluso, con anterioridad a su salida tenían que llevar a cabo un proceso entre sus feligreses para el acopio de medios monetarios suficientes que pagasen el viaje y la estancia en Trento.

lunes, diciembre 05, 2016

Trento (11)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia y su intensificación bajo el pontificado del cardenal Caraffa y la posterior saña con que se desempeñó su sucesor, Pío IV, hasta conseguir que la Inquisición dejase Italia hecha unos zorros.

A partir de ahí, hemos pasado a ver los primeros pasos de la idea del concilio.

En realidad, Carlos tenía mucho que remar para convencer a los reformados. Los protestantes, esto es cierto, anhelaban como el que más la reunificación de la Iglesia. Pero no estaban en modo alguno dispuestos a admitir que ésta fuese a venir de un concilio o sínodo presidido por el Papa. Por propia esencia, los seguidores de Lutero reclamaban un concilio general, basado en las Escrituras y presidido por ellas; un concilio en el que incluso los laicos pudieran participar y expresar sus ideas. Así pues, cuando Carlos se dirigió a ellos planteándoles que participasen en un momio organizado por y desde Roma, dijeron que no; y, como quiera que el emperador les amenazase con la fuerza, dieron existencia a la liga de Schmalkalde. Carlos, que se encontraba fuertemente amenazado por el peligro turco y que tenía que tener en cuenta la probabilidad de que el francés Francisco I decidiese ponerse de parte de los protestantes, tuvo que aflojar. Para gran felicidad del Papa, que ya se veía haciendo el paripé en un concilio dominado por el poder temporal.

miércoles, noviembre 30, 2016

Breve noticia del incienso

Nadie sabe a ciencia cierta quién y cuándo comenzó a usar el incienso o thus, como lo llamaban los latinos. Tuvo que ser en Asia, lógicamente, puesto que el árbol que lo da, el juniperus lycia, allí crece. El momento en que el primer hombre quemó madera de este árbol para descubrir un olor dulzón y agradable (para algunos) se pierde en la noche de los tiempos. El olor a incienso es cosa subjetiva. Hay, como digo, a quien le mola mucho; pero también hay mucha gente que lo odia. Lo que sí es evidente es que es un olor no nauseabundo y distinto de los olores normales de la naturaleza. Credenciales ambas que debieron de servir muy pronto, en el alba de la Humanidad, para considerarlo un perfume digno de ser usado en situaciones especiales.

lunes, noviembre 28, 2016

EEUU (43)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.

Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.



Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano y, luego, ya nos hemos metido de lleno en el nacimiento del imperialismo y la guerra contra España, que marca el comienzo de la fase imperialista del país, incluyendo la política asiática y la construcción del canal de Panamá

Tras ello nos hemos metido en una reflexión sobre hasta qué punto la presidencia de Roosevelt supuso la aplicación de ideas de corte reformador o progresista, evolución ésta que provocó sus más y sus menos en el bando republicano.

Sabiendo lo que sabemos de la Gran Guerra, nos costará entender el hecho de que, en realidad, cuando ésta estalló, no había ninguna razón de peso para que los Estados Unidos se decidiesen por los aliados. Ya sé que en torno a las dos guerras mundiales hay toda una mitología maniquea que quiere ver a un bando de buenos defensores de la democracia luchando contra malos malísimos que querían someter el mundo en plan Doctor No. Pero, la verdad, querido amigo, todo eso es farfolla.

miércoles, noviembre 23, 2016

Ite missa est

En sus tiempos hubo eruditos, entre ellos incluso el Papa Benedicto XIV, que consideraban que la palabra misa deriva del hebreo misach, una palabra que se cita en el Deuteronomio y que significa algo así como oblación espontánea. Sin embargo, es creencia común, y más que probablemente acertada, que le llamamos misa a ese precepto católico cumplido usualmente durante los fines de semana por derivación del verbo latino missere, pronto derivado en mittere, que es como se encuentra en los diccionarios, y que tuvo el sentido de despedir o enviar. La costumbre observada en los tiempos de los primeros cristianos de negar a los penitentes la parte más sagrada de la misa generó la expresión mittebantur poenitentes, que, por lo tanto, cuando llegaba esa parte mollar de la celebración eran sacados de la asamblea, missi.

lunes, noviembre 21, 2016

Trento (10)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia y su intensificación bajo el pontificado del cardenal Caraffa y la posterior saña con que se desempeñó su sucesor, Pío IV, hasta conseguir que la Inquisición dejase Italia hecha unos zorros.

Bueno, una vez pergeñada esta introducción de varios capítulos para que os podáis imbuir del espíritu del siglo y del pedazo de follón que tenía montado Europa con la coña del luteranismo, ha llegado al momento de que nos metamos con lo que viene siendo el Concilio de Trento en sí. A ver si la descripción, que diría un taurino, nos sale importante.

miércoles, noviembre 16, 2016

Trento (9)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia y su intensificación bajo el pontificado del cardenal Caraffa y la posterior saña con que se desempeñó su sucesor, Pío IV.

Seguiremos hablando de la labor inquisitorial en Italia, aun a costa de que el lector pueda pensar que nos estamos recreando en la suerte y/o que estamos siendo, por decirlo malamente, demasiado pesados. Pero, vaya, es que sobre la Inquisición hay muchas cosas que contar, que no se cuentan a menudo.

lunes, noviembre 14, 2016

EEUU (42)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.

Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.

Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano y, luego, ya nos hemos metido de lleno en el nacimiento del imperialismo y la guerra contra España, que marca el comienzo de la fase imperialista del país, incluyendo la política asiática y la construcción del canal de Panamá

Tras ello nos hemos metido en una reflexión sobre hasta qué punto la presidencia de Roosevelt supuso la aplicación de ideas de corte reformador o progresista.

Taft ganó por 7.679.000 votos contra 6.409.000. Cuando llegó a la Casa Blanca, se desplegó como un presidente más conservador que su antecesor. Sin embargo, se desató como un usuario industrial de la Sherman Act, bajo la cual inició en cuatro años el doble de casos judiciales que su antecesor en ocho. Eso sí, sus dos principales casos, contra International Harvester y US Steel, salieron como la mierda. Además, Taft se giñó ante su gran oportunidad anti-trust. En 1911 el Supremo falló, en un caso iniciado por TR, que las grandes empresas petroleras y del tabaco debían disolverse. Sin embargo, Taft les permitió distribuir sus acciones originales de una forma que diluyó de forma clara el espíritu de la decisión.

jueves, noviembre 10, 2016

EEUU (41)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.

Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.

Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano y, luego, ya nos hemos metido de lleno en el nacimiento del imperialismo y la guerra contra España, que marca el comienzo de la fase imperialista del país, incluyendo la política asiática y la construcción del canal de Panamá.

Ahora que le hemos dado la vuelta a la esquina del siglo XX, es importante detenernos en un aspecto de la evolución de los Estados Unidos que a menudo queda soslayado por muchos puntos de vista, notablemente los europeos. A los europeos, en efecto, nos gusta juzgar a los Estados Unidos como un jardín ultraliberal donde ninguna de las ideas, digamos, progresistas, tiene el menor espacio. En realidad, esto no es así. Estados Unidos también ha tenido, y tiene, sus coqueteos con la política que nosotros diríamos socialdemócrata y, de hecho, ha tenido esos escarceos desde muy pronto en su existencia. Pero muy especialmente, como decimos, con el cambio de siglo.

lunes, noviembre 07, 2016

Trento (8)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia y su intensificación bajo el pontificado del cardenal Caraffa.

El Papa Pío IV, en efecto, adoptó, desde el primer minuto de su pontificado, una posición pragmática. Entendía lo que muchos de quienes lo habían apoyado opinaban sobre los excesos de la Contrarreforma durante los años de Caraffa; pero, al mismo entendía que la Iglesia se encontraba en una situación muy comprometida que no aconsejaba, precisamente, ponerle la proa a los pocos o muchos que se comprometiesen con la defensa de la fe. Así las cosas, bajo su mandato la labor del Santo Oficio, ciertamente, no se ralentizó que digamos. De hecho, el Papa se aplicó desde el primer momento a recuperar a muchos de los que se habían escapado de las cárceles de la Inquisición durante los días convulsos de la agonía de su predecesor. Nombró a su propio sobrino, el también cardenal Carlos Borromeo, para que formase parte del Santo Oficio, donde se desempeñó con gran celo.

viernes, noviembre 04, 2016

EEUU (40)


Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.



Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.

Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano y, luego, ya nos hemos metido de lleno en el nacimiento del imperialismo y la guerra contra España, que marca el comienzo de la fase imperialista del país.

Nada más terminar las negociaciones sobre las Open Door notes, un grupo de nacionalistas radicales chinos, organizados como la Orden de los Puños Literarios, Patrióticos y Armoniosos, normalmente llamados boxers para abreviar, se alzaron contra los extranjeros en su país, aprovechando las obvias facilidades que tiene un chino para descubrir a cualquier occidental a la legua. Fueron derrotados por una fuerza internacional de intervención, que es recordada en la famosa peli 55 días en Pekín; aunque por el camino habían producido centenares de muertos y la destrucción de muchos bienes materiales.

miércoles, noviembre 02, 2016

Una odisea equina

The Perfect Horse: The Daring U.S. Mission to Rescue the Priceless Stallions Kidnapped by the Nazis de [Letts, Elizabeth]


Quién: Elisabeth Letts.
Qué: The perfect horse. The daring US mission to rescue the priceless stallions kidnapped by the nazis.
Con quién: Ballantine Books. Fue editado en agosto de este año, así pues no es probable que haya traducción al español.
Cuánto: 16 napos en Kindle.
Nota (0 a 10): 7,5

miércoles, octubre 26, 2016

Trento (7)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia. Luego hemos pasado a los primeros pasos de la Inquisición en Italia.

El Papa Julio III era personalmente un hombre entrañable y de buen carácter. Como le suele ocurrir a las gentes de esa pata, era más bien asténico cuando se veía ante un enfrentamiento, de modo que lo que más prefería era no tener que decidir. Caraffa y Ghislieri eran todo lo contrario que él: eran decididos y echados para delante, constantemente exigentes. En este entorno, resulta lógico que el titular de la sede del Vaticano, por lo general, los dejase hacer.

lunes, octubre 24, 2016

Patarinos

De alguna manera, o de muchas, estas notas has de contemplarlas en relación con algo que ya hemos escritoaquí sobre los paulicianos; y. sobre todo, los bogomilos.


No hace mucho rato hemos asomado por la ventana de este blog a dos de las mayores herejías maniqueas de la Edad Media europea: los paulicianos y los bogomilos. A los bogomilos los dejamos, de hecho, amplia y sólidamente establecidos tanto en Constantinopla como en Bulgaria, que verdaderamente parecieron, en algún momento del siglo XII, sus sedes centrales permanentes. Pero las cosas iban a cambiar un poco; el bogomilismo estaba llamado a ser más multinacional.

miércoles, octubre 19, 2016

EEUU (39)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.


Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.

Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano y, luego, ya nos hemos metido de lleno en el nacimiento del imperialismo y la guerra contra España.

Con la guerra contra España, Estados Unidos inauguró una nueva etapa en su existencia, y yo diría que en la existencia de la guerra internacional. Hasta 1898, más o menos, todas las guerras en las que se había visto envuelta una nación tenían una clara razón de ser para ella; o bien estaba siendo agredida, o bien lo estaban siendo sus intereses, o bien tenía ambiciones expansionistas, vengativas o de orden religiosos que en su tiempo se reputaban legítimas. En 1898, sin embargo, Estados Unidos ni tenía un interés amenazado, ni podía considerarse mancillado en su honor por nada. Todo lo que tenía era una sospecha respecto del Maine, tan feble que ni siquiera a las primeras de cambio la comisión de investigación, a pesar de que le habría encantado, fue capaz de estatuir la culpabilidad española en el evento. Cuba fue la primera vez que Washington se metió, con armas y bagages, en un fregado que no le iba directamente. No sería la última. El Washington Post lo dejó bien claro en un preclaro editorial, en el que escribió: “Parece que tenemos una nueva conciencia: la conciencia de nuestra fuerza. Y que tenemos el apetito de enseñarla”.

domingo, octubre 16, 2016

Bogomilos

De alguna manera, o de muchas, estas notas has de contemplarlas en relación con algo que ya hemos escritoaquí sobre los paulicianos.

Si en el Alta Edad Media europea había un lugar que estaba fértil para la crianza de las herejías y, muy notablemente, del maniqueísmo, ése lugar era la península de los Balcanes. Aquellos territorios que, no hacía mucho, habían provisto al Imperio Romano de sus mejores soldados, había visto cómo su estrella declinaba con la derrota de Adrianópolis. Los Balcanes fueron sucesivamente invadidos por los godos, los hunos y los avaros, todos ellos con bastante malas intenciones respecto de la población local, que por ello abandonó su incipiente existencia urbana y prefirió irse a vivir al culo del mundo, en la altura de las muchas montañas de la zona. Allí, sobre todo en los Cárpatos, el balcánico de toda la vida habría de resurgir con nombres como valaquio o rumano. Pero, sobre todo, los amplios espacios que dejaron libres en la región estos balcánicos de origen fueron ocupados por los eslavos.

jueves, octubre 13, 2016

Trento (6)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia.

Luego hemos entrado a ver el grave problema que supuso la penetración de la Reforma en Italia.

Todos aquellos esfuerzos papales, como decíamos, acabaron en el cesto de los papeles y, de hecho, no pocos de quienes fueron fichados entonces por el Vaticano acabaron malamente. En realidad, Roma haría, ante la seria amenaza protestante en Italia, aquello que se le daba mejor hacer que, sin duda, era ponerse de canto y comenzar a repartir hostias, y no precisamente en su sentido litúrgico.

lunes, octubre 10, 2016

Ego cum isto boneto

Este post se lo dedico al doctor,
a la persona,
que un día pronunció delante de mí
las dos palabras malditas:

"Es maligno".




De la Humanidad hay cosas que están claras, y otras que no tanto. Pero una está fuera de toda discusión: alberga, con seguridad, más tontos que rodamientos. En la nómina del género humano pace una cantidad inacabable de mistabobos, tontos de la mata de habas, creyentes disparatados y gentes de otros variados pelajes, que creen, simple y llanamente, no lo que ven ni lo que pueden adverar, sino lo que quieren creer. De esta audiencia tan nutrida han vivido siempre los charlatanes, mejor o peor intencionados. En el fondo, este post, sin hablar de esta gente, la hace protagonista.

martes, octubre 04, 2016

Trento (5)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús, así como su desarrollo final como orden al servicio de la Iglesia.

Al contrario de lo que pueda parecer en un principio, la Reforma luterana, cuando se produjo, tuvo un importante impacto en la península italiana. Los cristianos de la península, que eran casi todos, se mostraron desde el principio muy interesados por la doctrina de la justificación absoluta por la muerte de Jesús y la fe, lo cual no es de extrañar puesto que a quien creía en ella lo liberaba de la presión y la disciplina de los sacerdotes, que en Italia, como en España, era muy estrecha.

miércoles, septiembre 28, 2016

Trento (4)

Recuerda que en esta serie hemos hablado ya, en plan de introducción, del putomiérdico estado en que se encontraba la Europa católica cuando empezó a amurcar la Reforma y la reacción bottom-up que generó en las órdenes religiosas, de los camaldulenses a los teatinos. Luego hemos empezado a contar las andanzas de la Compañía de Jesús.

La Compañía de Jesús nació en el momento más necesario para el papado. Escandinavia e Inglaterra habían salido ya de su ámbito de influencia, y en Alemania la lucha se estaba perdiendo claramente. Sin embargo, lo más importante en el Vaticano no era eso. Lo más importante eran las fuertes tendencias de oposición que se apreciaban en los bastiones católicos de Europa, como Francia, Italia o España, donde había mucha gente que estaba bastante hasta los huevos de los escándalos de la Curia. Una de estas personas era el emperador en persona, Carlos, quien demandaba una reforma a fondo de la institución.

lunes, septiembre 26, 2016

EEUU (38)

Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.

Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson

Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.

Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.

Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra e, inmediatamente, el asesinato de Lincoln.

Aunque eso no era sino el principio del problema. La reconstrucción se demostró difícil, amén de preñada de enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Congreso. A esto siguió el parto, nada fácil, de la décimo cuarta enmienda. Entrando ya en una fase más normalizada, hemos tenido noticia del muy corrupto mandato del presidente Grant. Que no podía terminar sino de forma escandalosa que el bochornoso escrutinio de la elección Tilden-Hayes.

Aprovechando que le mandato de Rutherford Hayes fue como aburridito, hemos empezado a decir cosas sobre el desarrollo económico de las nuevas tierras de los EEUU, con sus vacas, aceros y pozos de petróleo. Y, antes de irnos de vacaciones, nos hemos embarcado en algunas movidas, la principal de ellas la reforma de los ferrocarriles del presi Grover Cleveland. Ya de vuelta, hemos contado los turbulentos años del congreso de millonarios del presidente Harrison, y su política que le llevó a perder las elecciones a favor, otra vez, de Cleveland. Después nos hemos enfrentado al auge del populismo americano.



Estamos ya en el último cuarto del siglo XIX; una época en la que van a pasar muchas cosas, no sólo en los Estados Unidos sino también en el mundo entero. El año 1873 fue testigo de un pánico de negocios muy intenso que provocó una caída generalizada de los precios. Aquella deflación, unida a la mayoría de edad experimentada por ese proceso que conocemos como Revolución Industrial, provocó una enorme competencia entre los países más ricos del planeta. Todos ellos, sin excepción, se entregaron a la conquista de mercados y de provisiones de materias primas a través de políticas coloniales. Estados Unidos no permaneció ajeno a aquel fenómeno; de hecho, para el país había comenzado eso que Gore Vidal ha llamado su etapa imperial.