Atenta la compañía con:
Anthony Babington y María, reina de los escoceses
Juicio y ejecución
Esos tocapelotas llamados presbiterianosJuicio y ejecución
Thomas Cartwright
... y estos tipos nos dan lecciones de civilización
Essex en Normandía
Las cosas salen como el orto
Las cosas salen peor que el orto
Isabel envió a Robert Cecil a Dartmouth para inventariar las
riquezas del barco portugués. Para cuando el hombre de la reina
llegó a la costa, una parte significativa del cargamento del barco
había sido vendido a precios escandalosamente bajos; pero, aun así,
el cargamento era tan rico que todavía quedaba mucho. Cecil
intervino, entre otras cosas, 537 toneladas de especias, ocho y media
de pimienta, canela, toneladas de ébano e, incluso, encontró tres
aparatosas joyas (dos cruces de oro y un broche de diamantes, éste
para Felipe II) que los primeros “comercializadores” del barco
habían pasado por alto. En las bodegas encontró también jarrones
chinos, marfil a punta pala, tintes carísimos... vamos, la caraba.