miércoles, diciembre 05, 2018

Después de Hitler (4: Lübeck y Wismar)

Batallas anteriores:

El hundimiento
De Krebs a Demnin


El frente occidental, y sobre todo las tropas británicas, se encontraba en abril con otro problema: la falta de motivación. Cuando el final de una guerra se adivina cercano y uno sabe que va a perderla, las rendiciones y deserciones se multiplican. Pero la situación no es mucho mejor entre las tropas que saben que van a ganar. El soldado que sabe que va a ganar, en efecto, comienza a juguetear con la idea de regresar a casa; y esto lo hace menos arriesgado. En todo ejército que tiene ya ganado el partido se produce un movimiento que es especialmente perceptible entre los mandos intermedios: sargentos, capitanes y comandantes son cada vez más renuentes a aceptar misiones arriesgadas para sus tropas, pues ahora se preguntan si verdaderamente son necesarias, y si soportarán las bajas que eventualmente se produzcan. Porque morir en medio de una guerra es una desgracia; pero morir en sus últimos estertores es una putada.

lunes, diciembre 03, 2018

Carlos III (3: María Amalia)

Rigodones que ya hemos bailado:

El infante sin posibilidades que llegó a ser rey por ser un Farnesio
De Varsovia a Nápoles

Para hablar del matrimonio de Carlos debemos recordar de nuevo el problema de Polonia; ese problema que, de haber cuajado las gestiones de su madre Isabel de Farnesio, lo habría convertido a él en rey de esas lejanas tierras. También sabemos, ya lo hemos dicho, que el tema de la sucesión en el trono polaco abrió una nueva guerra en Europa. La guerra fue relativamente corta y pronto provocó las inevitables negociaciones, más o menos discretas, para llegar a algún tipo de acuerdo; negociaciones de las que, todo hay que decirlo, España estuvo básicamente ajena porque nadie, por decirlo de una manera elegante, se acordó de ponernos en copia de los emails.