miércoles, febrero 12, 2025

Huida de Elba (7): Ceguera borbónica



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 

Con estos antecedentes no del todo edificantes, el personal no estaba en la mejor situación para enfrentar el 21 de enero. Y esto se notó en que la actitud de la mayor parte de la gente al paso del cortejo fúnebre, sin llegar a ser retadora, tampoco fue de gran respeto. De hecho, durante el camino hubo un accidente, ya que uno de los caballos, en el bulevar de los Italianos, resbaló y se cayó, provocando una sonora y global carcajada en las calles. El duque de Orléans, al fin y al cabo hijo de un traidor a los ojos realistas (el conocido como Philippe-Egalité) fue abucheado por grupos legitimistas. Allí, como se puede ver, había leches para todos. Sobre todo en el faubourg Saint-Denis, la cosa ya parece que tomó tintes bastante polémicos. No se dejaron de escuchar gritos de à la lanterne!; y los propios soldados que guardaban el orden de la marcha le cantaban al carro la cancioncilla Bon voyage, monsieur Dumollet.

martes, febrero 11, 2025

Huida de Elba (6): El affaire Raucourt



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


En la noche del 19 al 20 de diciembre, un grupo de soldados llegó al domicilio de Exelmans. Un teniente llamado Dauyglen y seis policías entraron en la residencia. Exelmans, con esa teatralidad tan francesa, se enfrentó a ellos, descubriendo su pecho y aseverando que sabía bien que habían venido para matarlo. Louis Sebástien Grundler, comandante de la plaza de París, entró detrás y le dijo que dejase de hacer el conas. Exelmans sacó un pequeño revolver de sus ropas y se apuntó a la sien pero Grundler, fríamente, se lo arrebató como quien arranca un cristal de manos de un niño para que no se haga daño. El general se negaba a irse con los policías, por lo que Grundler resolvió ordenar que quedase vigilado en casa.

lunes, febrero 10, 2025

Huida de Elba (5): Soult



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


  


Cuando apenas se habían acabado los ecos de la acerba discusión sobre la libertad de prensa, llegó la de la cuestión de los bienes de los emigrados que estaban en manos del Estado. La cosa es que, en virtud de lo que se conoce como la amnistía del año X, la inmensa mayoría de los emigrados había recuperado, desde el Consulado, casi todos aquellos bienes que no habían sido vendidos; pero con la importante excepción de los inmuebles que habían sido aprovechados para servicios públicos (un poco lo que pasa hoy en día, que la Administración suele ocupar buena parte de los viejos palacios que sobreviven). Asimismo, la ley de 2 de Nivôse del año IV había declarado inalienables diversos bosques y praderas que un día fueron de la nobleza. En total, hablamos de unas 350.000 hectáreas que ahora estaban en el alero.

viernes, febrero 07, 2025

Huida de Elba (4): Esto no durará

 



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 

El 15 de agosto, día de San Napoleón, la onomástica se celebró en los cuartos de banderas de casi toda Francia. Se sabe que hubo piñata en Cherburgo, en Brest, en Besançon, en Sarlat, en Montepellier, en Arras, en Boulogne, en Landau, en Luxemburgo. En Metz, hubo que parar a los oficiales, que querían lanzar una salva de cañón. En París, los oficiales se juntaron en casas de señalados bonapartistas, donde bebieron, como dicen los informes policiales, au Tondu. Diez días después, festividad de San Luis, el gobierno y los prefectos trataron de hacer una contra demostración, excitando celebraciones en nombre del rey santo, hasta el punto de que en París a cada soldado se le entregó una ración de vino para que se mamase.

jueves, febrero 06, 2025

Huida de Elba (3): Una monarquía anárquica



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 


 

Luis XVIII era perfectamente consciente de que el país estaba notablemente enfrentado. Los orgullosos habitantes de la Vendée, que con tanta sangre combatió los principios revolucionarios, habían querido erigir en su rivera del Loira un arco de triunfo con la inscripción: “Aquí comienza la Vendée”. Los bonapartistas, o patriotas como se les llamaba, reaccionaron tratando de erigir otro en la rivera opuesta con el texto: “Aquí fracasó la Vendée”. Consciente de estos problemas, envió a los príncipes de gira por Francia, aunque Angulema, Artois y Berry se repartieron los territorios para no tener que verse.

miércoles, febrero 05, 2025

Huida de Elba (2): Los exiliados



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


 


El gran problema presupuestario que tenía Francia, en medio de esas tensiones, era mantener el Ejército. Las deserciones en masa habían dejado los efectivos en apenas 90.000; pero aún así eran muchos para los Bizum que podía enviar el gobierno. Así las cosas, el 12 de mayo el rey decretó la reforma de las fuerzas armadas. La infantería fue reducida de 206 regimientos a 107; la caballería, de 99 a 61; la artillería, de 339 compañías a 184. La leva de 1815 fue licenciada. Los desertores, a los cuales las normas dejaron de llamar así para pasar a denominar absents sans permission, fueron considerados personas de permiso. Y al resto se les repartieron permisos a cascoporro, para que por lo menos no hubiera que darles de comer.

martes, febrero 04, 2025

Huida de Elba (1): La difícil Restauración

 



La difícil restauración
Los exiliados
Una monarquía anárquica
Esto no durará
Soult
El affaire Raucourt
Ceguera borbónica
Una situación cada vez más deteriorada
La conspiración bonapartista sin Bonaparte
Viena
De nuevo, potencia mundial
Un balance discutible
El emperador de Liliput
Las cuitas de María Luisa
La partida
Diles que voy


El 3 de mayo de 1814, Luis Estanislao Javier de Borbón, hijo de Luis Fernando de Borbón, delfín de Francia, y de María Josefa de Sajonia, y hermano de los reyes Luis XVI y Carlos X, a quien llamaremos Luis XVIII para abreviar, entraba en París subido a una calesa tirada por ocho caballos blancos. Atrás quedaban la revolución francesa, el Directorio, el Imperio y toda la pesca. Francia, en la mente de algunos, despertaba de un mal sueño. En la mente de otros, lo continuaba.

lunes, febrero 03, 2025

Vaticano II (y 37): Una cosa sigue en pie



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie




La reacción creada por el manifiesto Curran fue bastante clara: los obispos estadounidenses se colocaron del lado de su Boss. Esta decisión suya yo creo que ya se veía venir en algunas de sus tomas de posición en el concilio (que ya hemos ido viendo), y que definen a la Iglesia católica USA en la zona media de la tabla del progresismo religioso, sin grandes alharacas. El 31 de julio, monseñor John F. Deardon, pastor de las almas de Detroit (donde había y hay mucho que pastorear, para qué nos vamos a engañar) fue el encargado de hacer público el planteamiento obispal.

jueves, enero 30, 2025

Vaticano II (35): El triunfo que no lo fue



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


Aquel 6 de diciembre, todos los padres conciliares recibieron del Papa un anillo de oro en recuerdo de su actuación. Si el Francisquito se creyese las mierdas que suelta desde el balcón cada domingo, todo eso de la humildad y que los sacerdotes son los primeros pobres de la Tierra y esas gilipolleces, les habría regalado cualquier cosita barata de madera, o así. Pero la cabra siempre tira al monte. El concilio Vaticano II había conseguido, en la visión francisquital, reformar lo que tenía que reformar para poder conservar la pasta, que era de lo que se trataba. Aquel anillo fue una forma de decir micción cumplida, camaradas.

miércoles, enero 29, 2025

Vaticano II (34): El debate nuclear



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



El 21 de octubre de 1964, ya durante la tercera sesión, se discutió la sección del esquema que abordaba la relación con el ateísmo (sólo con el ateísmo, dado que, formalmente, se había evitado escribir la palabra “comunismo”). Los melindres no sirvieron de mucho, pues pocas horas después de comenzar el debate, monseñor Paul Yu Pin, titular de la sede de Nanking, lideró la petición de 70 padres conciliares en el sentido de que se analizase en el esquema el tema del ateísmo comunista. Yu Pin, a pesar de que tenía que saber cómo se las gastaba Mao Tse Tung, no tuvo reparo en decir que el comunismo era “uno de los más grandes, más evidentes y más desafortunados fenómenos de la modernidad”. Había que hablar de él, dijo el obispo chinorri, porque lo contrario sería dejar sin consuelo a “todos aquéllos que gimen bajo el yugo del comunismo, y han de afrontar grandes penalidades injustamente”. Al Vaticano, las cosas como son, siempre se le ha dado bastante mal, y se le sigue dando, acordarse de las minorías cristianas retroputeadas del mundo. Los chinos le venían a decir a Pol que él podía estar muy cómodamente sentado en su puta silla gestatoria de los cojones; pero que no estaría mal que tuviese, de vez en cuando, algún recuerdo, y alguna acción, hacia los que estaban, literalmente, crucificados.

martes, enero 28, 2025

Vaticano II (33): Con el comunismo hemos topado



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



En la cuarta sesión también tuvo un protagonismo inesperado y excesivo (porque la verdad es que nunca fue un tema que el concilio se plantease seriamente) el asunto del celibato de los sacerdotes. Durante todo el concilio había habido especulaciones aquí y allá en la Prensa con que si los padres conciliares iban a permitir los matrimonios. En realidad, lo que hubo más, como ya hemos visto, fueron discusiones sobre el diaconado, y la posibilidad de que hombres casados pudieran profesar. Sin embargo, al inicio de la cuarta sesión, monseñor Pedro Koop, titular de la sede de Lins, Brasil, publicitó una intervención suya ante el concilio en la que venía a decir que si la Iglesia quería salvarse en Latinoamérica, más le valía permitir los curas casados. Se apoyaba en el precedente de que Pío XII le había permitido a los padres luteranos casados que se convirtiesen al catolicismo convertirse en sacerdotes conservando a su churri. La propuesta fue apoyada por una especie de carta-manifiesto de un grupo de laicos y laicas (y algún laique habría también, digo yo).

lunes, enero 27, 2025

Vaticano II (32): Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


En esas condiciones, con los conservadores organizándose cada vez más, la alianza internacional recuperó las prisas que había perdido durante la tercera sesión, cuando había creído que lo tenía todo controlado. El día 13 de septiembre, un día antes de comenzar la cuarta sesión, Döpfner dio una rueda de prensa en la que vino a decir que había una suerte de clamor en el concilio, e incluso en las estancias papales, en favor de la idea de que aquella cuarta sesión fuese la última. Dijo que el trabajo sobre los esquemas pendientes estaba tope adelantado, y que por lo tanto bien podría el concilio estar terminado antes de las Navidades.

jueves, enero 23, 2025

Vaticano II (31): Aquí mando yo



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



Era moderador del día el eterno cardenal Döpfner, siempre implicado en cualquier movida. Siguiendo las instrucciones de Tisserant, llamó a De Smedt para que depusiese su informe ante la asamblea. De Smedt comenzó a hacer ejercicios en el alambre, admitiendo que se había cambiado la estructura del documento y que, en general, era un documento diferente; pero argumentó que, “en esencia”, venía a decir lo mismo que pasados borradores (sin explicar por qué habían tenido que cambiarse tan radicalmente dichos borradores para, según él, decir lo mismo que ya decían). De Smedt argumentó de seguido que el nuevo texto había sido aprobado por los miembros del Secretariado para la Promoción de la Unidad entre los Cristianos, como si eso quisiera decir que ese voto garantizaba la aquiescencia de la Iglesia toda; así como también había sido votado por más de los dos tercios de la Comisión Teológica (que los progresistas ya se habían preocupado de colonizar en más de sus dos tercios).

lunes, enero 20, 2025

Vaticano II (29): ¡Ah, la colegialidad!



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie




El final de la discusión del esquema sobre la formación de los sacerdotes dejó paso inmediato a la discusión del esquema sobre la educación a secas. Curiosamente, ya que éste de la educación es uno de los temas siempre más importantes para la Iglesia, el esquema había sido significativamente reducido por la Comisión. La discusión apenas duró dos días y fue bastante anodina. La mayoría votó por votar el texto, sin devolverlo a la Comisión. Sería finalmente votado el 28 de octubre de 1965, con una levísima oposición de 35 votos negativos.

jueves, enero 16, 2025

Vaticano II (27): La madre del cordero progresista



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie




El avance del concilio hacía que éste cogiese momento, y que cada vez fuese más inevitable, por así decirlo, ocuparse del texto que todo el mundo sabía más enjundioso, porque estaba en la sala de máquinas de las intenciones para las cuales el Vaticano II había sido convocado: el esquema que habría de analizar el papel de la Iglesia católica en el mundo moderno. O, dicho de otra forma: cómo seguir pillando cacho (y pasta) en un mundo occidental cada día más laico. Ya el 11 de septiembre de 1962, antes de comenzar el concilio, el Papa Roncalli había dejado claro, en una entrevista pública, que quería que se abordase la redacción de un texto con esa temática. En la visión de Juan XXIII, la Iglesia tenía responsabilidades y obligaciones en materias como la distribución de la riqueza del mundo, el subdesarrollo, la guerra y la paz. Por su puesto, se refería a la riqueza de otros, claro; la suya, la Iglesia la administra y, si acaso, la comparte, como le sale de los huevos.

martes, enero 14, 2025

Vaticano II (26): El SumoPon se queda con el culo al aire



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Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


El 5 de noviembre por la mañana, el secretario general anunció que los responsables del Vaticano II, como Pedro Sánchez, habían cambiado de opinión. Así pues, la discusión en torno al esquema sobre la Iglesia en el mundo moderno quedaría interrumpida al día siguiente, en que comenzarían las discusiones sobre el tema de las misiones. Lo que había pasado es bastante evidente: entre la lista de los que querían hablar habréis visto que estaban conspicuos miembros de la mayoría progresista. Al igual que había ocurrido ya con anterioridad, ellos, que fueron los principales impulsores de que el concilio se resumiese a sí mismo capitidisminuyendo diversos esquemas, ahora querían discusiones amplias y textos más abundantosos. Todo ello, ante la posibilidad de que dichos textos se torciesen más de lo que querían aceptar.

lunes, enero 13, 2025

Vaticano II (25): El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



Obviamente, se apuntaron ámbitos de, por así decirlo, retirada controlada. Se habló de que los laicos están, en el fondo, mejor preparados para realizar la labor de Cristo en la Educación, en la política social y, en general, en la administración de las cosas terrenales (pero observad cómo este último concepto, adecuadamente interpretado, acaba tocando la pasta).

viernes, enero 10, 2025

Vaticano II (24): ¿Cuánto vale un laico?



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



El debate duró cinco días y terminó el 6 de octubre. Además de las intervenciones, también hubo diversos padres conciliares que presentaron anotaciones por escrito. El 20 de noviembre, en la última congregación general de aquella sesión, se presentó una nueva versión, a la que se podían presentar enmiendas hasta el 31 de enero de 1965.

jueves, enero 09, 2025

Vaticano II (23): ¿Cuántas veces habla Dios?



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



Terminada ya la segunda sesión, el 27 de febrero de 1964, el Secretariado para la Promoción de la Unidad de los Cristianos celebró un pleno. Se estudiaron todas las apreciaciones que habían remitido los padres conciliares, tanto oralmente como por escrito. Se acordó disgregar el texto sobre los judíos del esquema sobre el ecumenismo; es decir, se introdujo un poco de racionalidad en aquel merdé. Meses después, el domingo de Pentecostés (17 de mayo), Pablo VI anunció el establecimiento de un Secretariado en el Vaticano dedicado a los no cristianos. La labor de vertebrar este Secretariado recayó en el arcipreste de la basílica vaticana, el cardenal de la Curia Paolo Marella.

miércoles, enero 08, 2025

Vaticano II (22): Yo te perdono, judío



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



Uno de los signos de cambio de tiempos que se venía percibiendo en la operativa de la ICAR ya de décadas atrás, trazable incluso en un proceso de siglos, era el olvido progresivo de la hostilidad que desarrolló el cristianismo respecto de los judíos. Como ya he tenido ocasión de expresar en las notas escritas sobre los evangelios (Marcos, Mateo, Lucas y Juan), una de las líneas claras que se aprecian en la evolución del cristianismo, desde el momento en que era poco más que una secta judía al momento en que llegó el cristianismo juanino, es la creciente hostilidad hacia los judíos. Los primeros padres de la Iglesia eran muy conscientes de que su Cristo había nacido, vivido y muerto judío; y sabían que eso era algo que tenían que arreglar. Lo arreglaron, básicamente, a través del relato de la Pasión, y salpimentando el relato fake de la vida de su Maestro (no otra cosa son los Evangelios) de anécdotas aquí y allá en las que Jesús le planta cara a los hebreos con valentía y decisión. El relato de la Pasión tiene toda la pinta de ser una patraña de puta madre, incluso aunque la muerte por ejecución de Jesús fuere cierta; pero fue extraordinariamente rentable para el catolicismo durante muchos siglos.