Un niño en el que nadie creyó
El ascenso de Godoy
La guerra en el mar
La flota francoespañola al mando de Villeneuve hizo una travesía
bastante buena desde las costas americanas hasta las europeas, si
bien al llegar a Finisterre se encontró con unos vientos muy fuertes
que la debilitaron y llegaron a averiar algunos barcos. En ese
momento, los aliados llevaban ventaja sobre Nelson, quien todavía
creía que sus enemigos iban a por la isla de Trinidad. No fue
consciente de su error hasta que no atracó en el golfo de Paria de
dicha isla. Consciente de su retraso, ordenó a un bergantín, el
Curious, que saliese a la naja camino de Plymouth e
informase al Almirantazgo de todo lo que viese por el camino. El
Curioso, efectivamente, divisó la flota francoespañola a la altura
de El Ferrol y se apresuró a correr, aprovechando su agilidad, para
llegar a Plymouth lo antes posible. Llegaron estos marineros a su
destino el 7 de julio y, una vez que depusieron la información
correspondiente, le permitieron comprender al Almirantazgo cuál era
el movimiento de Napoleón, por lo que ordenó inmediatamente
reforzar el bloqueo de Rochefort y de Ferrol, para así impedir la
llegada a Brest de nuevas fuerzas enemigas.