lunes, diciembre 22, 2008

Asueto

Hoy comienzan unos días de asueto. Desde hoy, 22, hasta bien entrado el mes de enero, no estaré en condiciones de acudir a esta cita por falta de conexión. Es posible que lo haga porque hoy en día en las ciudades grandes, y Madrid lo es, conseguir una conexión no es difícil y, por lo tanto, lo mismo tengo la oportunidad de asomarme. No obstante, mi intención primera, ya lo he dicho, es el asueto.

Asueto no quiere decir estar quieto parado. Siempre hay cosas que leer, pero estas Navidades, además, me tengo reservada alguna cosa bastante especial. Espero que pronto la podamos compartir.

En todo caso, os deseo el mayor de los placeres durante la celebración de esta fiesta, la del solsticio de invierno, que es tan vieja como el propio ser humano. Tan, tan vieja que, cuando unos padres que querían universalizar la creencia en un niño nacido en Judea, hicieron coincidir dicho nacimiento con el del sol (el sol renace tras el solsticio, pues los días comienzan a alargarse) para así aprovechar la proclividad que ya tenían las personas a celebrar fiesta en esa época del año.

En cuando a los reyes magos, que ni eran tres, ni eran reyes, ni eran magos, también espero que os sean propicios y os traigan muchos bienes y conocimientos.

Nos leemos.