miércoles, mayo 16, 2018

Isabel (23: el caso López)

Atenta la compañía con:

Esos tocapelotas llamados presbiterianos
Thomas Cartwright
... y estos tipos nos dan lecciones de civilización
Essex en Normandía
Las cosas salen como el orto
Las cosas salen peor que el orto


Sir Walter Ralegh escogió a un centenar de sus mejores hombres, con los cuales se aplicó a remontar el Orinoco, luchando contra la corriente, los bancos de arena, los caimanes y el sol. En medio de una nube de mosquitos y esquivando las serpientes incluso dentro de las propias embarcaciones, los ingleses llegaron a adentrarse tierra adentro hasta unos 300 kilómetros. Era una expedición muy complicada, pero sus integrantes llevaron las dificultades casi con alegría, dada la recompensa que esperaban recibir. Y, de hecho, cantaron línea: en un barranco cerca del río Caroní, un afluente del Orinoco, encontraron una piedra que consideraron tenía incrustaciones de oro puro. No tenían herramientas para separarla, pero aun así se llevaron otras piedras más pequeñas que consideraban áureas. A su regreso comprobarían que no valían una mierda.

lunes, mayo 14, 2018

Sudáfrica (8: la Comisión de la Verdad)

Ya publicados:

Los comienzos de Mandela
Biko
La transición sudafricana, sin embargo, estaba lógicamente llamada a experimentar graves tensiones por su eslabón más obvio: qué hacer con los crímenes del pasado segregacionista. El plan de Mandela era que los crímenes del pasado fuesen investigados por una Comisión de la Verdad; una comisión que, en su pensamiento, no buscaría la compensación de los delitos sino una especie de reconocimiento público de los mismos. Frederik de Klerk, quien era adjunto de Mandela en el gobierno no se olvide, rechazó de plano la idea, por considerar que sería simplemente una caza de brujas blancas y que no se preocuparía de investigar los crímenes del ANC. Además, consideraba que esa comisión de la verdad sería “coser con puntos heridas que ya estaban empezando a cicatrizar”.