viernes, noviembre 29, 2024

Vaticano II (6): El asuntillo de la Revelación



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


Así las cosas, comenzaba noviembre y el esquema sobre la liturgia seguía discutiéndose. Se habló de reducir las oraciones de la misa (o sea: hasta los curas se habían dado cuenta de que es un coñazo); así como la idea de crear una “misa ecuménica”, es decir, una especie de interpolación de ritos. La Curia respondió a través de una nota de prensa publicada aquel mismo día; nota que, inopinadamente, venía a decir que la misa apenas necesitaba cambios cosméticos.

jueves, noviembre 28, 2024

Vaticano II (5): Enfangados con la liturgia



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



La publicación del breve informe del obispo Zauner generó entre muchos padres conciliares el deseo de conocer a fondo la labor de la comisión preparatoria; se demandó, por lo tanto, que dicho trabajo se publicase. Pero eso no pasó.

miércoles, noviembre 27, 2024

Vaticano II (4): Lo dijo Dios, punto redondo



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


El trabajo del concilio había comenzado el día de Pentecostés de 1959, o sea, el 17 de mayo. Ese día, el Papa Juan creó una llamada Comisión Antepreparatoria (que tiene huevos el nombrecito, no es por nada), presidida, cómo no, por su mano derecha y secretario de Estado, el cardenal Domenico Tardini. El Derecho canónico otorga al Francisquito, en exclusiva, sin interferencias ni mariconadas, la labor de fijar el tema de los concilios y las reglas por las que se regirán los debates. Con la creación de la Comisión Antepreparatoria, sin embargo, cuando menos en parte delegó esa labor. Roncalli nombró para la Comisión a diez miembros, cada uno venido de una de las diez Congregaciones de la Curia Romana; más un secretario, que fue monseñor Felici, El Peri, a quien ya conocemos. En paralelo, Tardini encargó a las diez congregaciones de la Curia que hiciesen una especie de brainstorming en las materias de su responsabilidad, para proponer ideas que se pudieran discutir; y, tres semanas después, envió 2.593 cartas a otros tantos prelados del mundo entero, animándoles también a ellos a meter cuchara. En julio de aquel año, le llegó la hora a los rectores y decanos de universidades católicas, en número de 62. En marzo de 1960, fue Pericle Felici quien escribió a todos los sacerdotes que no habían contestado a la primera carta de Tardini, para recordarles amablemente que se esperaba de ellos que currasen un poco.

martes, noviembre 26, 2024

Vaticano II (3): Los primeros pasos de los liberales



El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie



Frings era el presidente de la Conferencia Episcopal alemana. Yo tengo por seguro que ya estaba decidido a dar la batalla por sí solo. Pero pronto se dio cuenta de que, además, podía encontrar un aliado de mucho peso: el cardenal Achille Liénart de Lille, que presidía la episcopal francesa.

lunes, noviembre 25, 2024

Vaticano II (2): Vinos y odres





El business model
Vinos y odres
Los primeros pasos de los liberales
Lo dijo Dios, punto redondo
Enfangados con la liturgia
El asuntillo de la Revelación
¡Biscotto!
Con la Iglesia hemos topado
Los concilios paralelos
La muerte de Juan XXIII
La definición de la colegialidad episcopal
La reacción conservadora
¡La Virgen!
El ascenso de los laicos
Döpfner, ese chulo
El tema de los obispos
Los liberales se hacen con el volante del concilio
El zasca del Motu Proprio
Todo atado y bien atado
Joseph Ratzinger, de profesión, teólogo y bocachancla
El sudoku de la libertad religiosa
Yo te perdono, judío
¿Cuántas veces habla Dios?
¿Cuánto vale un laico?
El asuntillo de las misiones se convierte en un asuntazo
El SumoPon se queda con el culo al aire
La madre del cordero progresista
El que no estaba acostumbrado a perder, perdió
¡Ah, la colegialidad!
La Semana Negra
Aquí mando yo
Saca tus sucias manos de mi pasta, obispo de mierda
Con el comunismo hemos topado
El debate nuclear
El triunfo que no lo fue
La crisis
Una cosa sigue en pie


 

Obviamente, los diferentes obispos tenían sus propios equipos de opinión sincronizada. El episcopado francés, por ejemplo, era muy de La Croix, una publicación de los agustinos de la Asunción gabachos. Otros obispos italianos, franceses o canadienses, solían ellos mismos enviar reportes a sus periódicos diocesanos; y un arzobispo, el coadjutor John Patrick Cody, hacía una emisión de radio semanal para sus feligreses de Nueva Orléans. El producto informativo más prestigioso fue, probablemente, el US Bishops’ Press Panel, elaborado por la jerarquía estadounidense. Abrieron oficinas nacionales de información la jerarquía alemana, la española, los franceses, argentinos y holandeses.