viernes, marzo 18, 2016

Breve historia del metro (megapost)

Para la Semana Santa, os dejo esta lectura amplia, que es el megapost que reúne todos los que fui publicando sobre la historia del metro. Espero que lo disfrutéis.

Hace ahora casi cuarenta años yo era un adolescente y pisaba un laboratorio de química casi por primera vez. Era mi profesor uno de los miembros del claustro de mi colegio, Moncho Núñez, quien con los años acabaría siendo uno de los más eficaces divulgadores de la ciencia en España. Recuerdo vagamente aquella clase: éramos grupos de cuatro alumnos que trabajábamos juntos. Teníamos que hacer un experimento que no recuerdo en su formulación, pero que consistía en que teníamos un líquido en un matraz al que teníamos que añadir, nos dijo Moncho, «una gota» de otro. Nosotros cogimos el matraz donde estaba el segundo líquido y vertimos un chorrito pequeño en el primer matraz.

miércoles, marzo 16, 2016

El acorazado Potemkin (y 13)

Recuerda que ya te hemos contado cómo se montó la movida y cómo los marineros tomaron el control del acorazado. 


Después, hemos contado lo caliente que estaba Odessa antes de la llegada del Potemkin, y el movidón que se montó cuando ya habían llegado, y que inmortalizó Einsenstein. Después comenzó el toma y daca entre los marineros y los revolucionarios, y algún que otro susto. Finalmente, los marineros del Potemkin logran enterrar al marinero Vakulinchuk, aunque con incidentes. Y, finalmente, hemos pasado al bombardeo de Odessa por el acorazado y, posteriormente, sus consecuencias y los movimientos de la Flota del Mar Negro. Sin embargo, cuando dicha Flota llegó para acojonar a los amotinados, sus mandos se llevaron una sorpresa, tras la cual la acción revolucionaria pasó por sus mejores momentos. Después ha llegado el fracaso definitivo de la rebelión y la huida a Rumania; país donde no es que los tratasen muy bien.

De nuevo en el Potemkin, podemos observar que el barco, ante la escasez cada vez más preocupante de agua potable, ha comenzado a usar agua salada en sus máquinas. Éstas, efectivamente, pueden funcionar con lo que el mar les da, pero a coste de perder presión, a causa, sobre todo, de la acumulación de sal en las conducciones. Por mucho que se gasten Kovalenko y los suyos, en ese momento el acorazado apenas es capaz de desarrollar la mitad de su velocidad punta.

lunes, marzo 14, 2016

El acorazado Potemkin (12)

Recuerda que ya te hemos contado cómo se montó la movida y cómo los marineros tomaron el control del acorazado. 

Después, hemos contado lo caliente que estaba Odessa antes de la llegada del Potemkin, y el movidón que se montó cuando ya habían llegado, y que inmortalizó Einsenstein. Después comenzó el toma y daca entre los marineros y los revolucionarios, y algún que otro susto. Finalmente, los marineros del Potemkin logran enterrar al marinero Vakulinchuk, aunque con incidentes. Y, finalmente, hemos pasado al bombardeo de Odessa por el acorazado y, posteriormente, sus consecuencias y los movimientos de la Flota del Mar Negro. Sin embargo, cuando dicha Flota llegó para acojonar a los amotinados, sus mandos se llevaron una sorpresa, tras la cual la acción revolucionaria pasó por sus mejores momentos. Después ha llegado el fracaso definitivo de la rebelión y la huida a Rumania.

Un evidente indicador del nerviosismo que se había alcanzado en el Potemkin es que apenas se había hecho invisible la línea de tierra de Odessa, comenzaron las dudas sobre una decisión, la de irse a Rumania, que había sido tomada por unanimidad. Surgieron voces de marineros que se preguntaban si no estarían ahora traicionando a sus compañeros revolucionarios que, tal vez, estaban preparando en Sebastopol alguna movida que ahora sería imposible por su causa.