jueves, septiembre 08, 2011

Franco y el poder (13: la solución tecnocrática)

Todas las tomas de esta serie:


El 12 de diciembre de 1956, los tres españoles con capelo cardenalicio (monseñores Pla y Deniel, Quiroga Palacios y Arriba y Castro) fueron a El Pardo, donde tuvieron una audiencia con Francisco Franco. Allí hicieron algo bastante inusual: entregarle al Caudillo una nota con la valoración eclesial de los proyectos de ley que en ese momento se estaban discutiendo. La Iglesia, fundamentalmente a través del Consejo del Reino y de las Cortes, tenía su cuota de poder dentro del franquismo, cuota que le correspondía dados los esfuerzos en pro de Franco que hizo durante la guerra. Sin embargo, rara vez ejercitaba la jerarquía eclesiástica ese poder interviniendo en el proceso de aprobación de las leyes con enmiendas a la totalidad. Por otra parte, los jerarcas eclesiales españoles sabían que tenían una posición preeminente ante Franco de la que podían hacer uso. De hecho, seguramente la única persona ante la cual Franco admitió la posibilidad de poder abandonar la jefatura del Estado fue un arzobispo.