Una política cuestionable
Peseta grande, ande o no ande
Secos de crédito
Conspiradores
Las cábalas de Mussolini
March
Portugal
Los sueños imposibles del doctor Negrín
Dos modelos enfrentados
Dos bandos, dos modelos
La polémica interminable sobre la eficiencia del gasto bélico
Rosario de ventas
De lo necesario, y de lo legal
¿Y si Putin tiene una colección de monedas de puta madre?
La guerra del dinero
Echa el freno, Madaleno
Un mundo sin bancos
“Escuchado en la radio”
El sindiós catalán
Eliodoro de la Torre, el más vasco entre los vascos
Las repúblicas taifas
El general inflación
Bombardeando pasta
Los operadores económicos desconectados
El tema impositivo (y la recapitulación)
En contabilidad económica, hay dos cuentas fundamentales: la cuenta de pérdidas y ganancias o de resultados, y el balance. La cuenta de resultados, que ahora mismo nos importa menos que las opiniones de Paquirrín en un templo budista, es la cuenta de lo que se ha ganado o perdido en un determinado periodo, con indicación de las gallinas que han entrado y las que han salido. El balance es una foto patrimonial: es el inventario de la granja de gallinas en un determinado momento.