viernes, septiembre 13, 2024

Mao (8): Japón trae el Estado comunista chino

Papá, no quiero ser campesino
Un esclavo, un amigo, un servidor
“¡Es precioso, precioso!”
Jefe militar
La caída de Zhu De
Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio
El ensayo pre maoísta de Jiangxi
Japón trae el Estado comunista chino
Ese cabronazo de Chou En Lai
Huida de Ruijin
Los verdaderos motivos de la Larga Marcha
Tucheng y Maotai (dos batallas de las que casi nadie te hablará)
Las mentiras del puente Dadu
La huida mentirosa
El Joven Mariscal
El peor enemigo del mundo
Entente comunista-nacionalista
El general Tres Zetas
Los peores momentos son, en el fondo, los mejores
Peng De Huai, ese cabrón
Xiang Ying, un problema menos
Que ataque tu puta madre, camarada
Tres muertos de mierda
Wang Ming
Poderoso y rico
Guerra civil
El amigo americano
La victoria de los topos
En el poder
Desperately seeking Stalin
De Viet Nam a Corea
El laberinto coreano
La guerra de la sopa de agujas de pino
Quiero La Bomba
A mamar marxismo, Gao Gang
El marxismo es así de duro
A mí la muerte me importa un cojón
La Campaña de los Cien Ñordos
El Gran Salto De Los Huevos
38 millones
La caída de Peng
¿Por qué no llevas la momia de Stalin, si tanto te gusta?
La argucia de Liu Shao Chi
Ni Khruschev, ni Mao
El fracaso internacional
El momento de Lin Biao
La revolución anticultural
El final de Liu Shao, y de Guang Mei
Consolidando un nuevo poder
Enemigos para siempre means you’ll always be my foe
La hora de la debilidad
El líder mundial olvidado
El año que negociamos peligrosamente
O lo paras, o lo paro
A modo de epílogo  



 



Los comunistas de Jiangxi que se opusieron a Mao buscaron la solidaridad de Zhu y Peng, pero no la consiguieron. Ambos sabían bien que Moscú estaba con él y, como buenos comunistas, entendieron que no había nada que hacer por ahí, y que el comepollismo se aconsejaba. Mao, por lo demás, se ocupó muy mucho de que sus “camaradas” fuesen parte de su represión. Zhu De, por ejemplo, fue, por su orden, miembro del tribunal que mandó al paredón a Liou Di.

jueves, septiembre 12, 2024

Mao (7): El ensayo pre maoísta de Jiangxi

Papá, no quiero ser campesino
Un esclavo, un amigo, un servidor
“¡Es precioso, precioso!”
Jefe militar
La caída de Zhu De
Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio
El ensayo pre maoísta de Jiangxi
Japón trae el Estado comunista chino
Ese cabronazo de Chou En Lai
Huida de Ruijin
Los verdaderos motivos de la Larga Marcha
Tucheng y Maotai (dos batallas de las que casi nadie te hablará)
Las mentiras del puente Dadu
La huida mentirosa
El Joven Mariscal
El peor enemigo del mundo
Entente comunista-nacionalista
El general Tres Zetas
Los peores momentos son, en el fondo, los mejores
Peng De Huai, ese cabrón
Xiang Ying, un problema menos
Que ataque tu puta madre, camarada
Tres muertos de mierda
Wang Ming
Poderoso y rico
Guerra civil
El amigo americano
La victoria de los topos
En el poder
Desperately seeking Stalin
De Viet Nam a Corea
El laberinto coreano
La guerra de la sopa de agujas de pino
Quiero La Bomba
A mamar marxismo, Gao Gang
El marxismo es así de duro
A mí la muerte me importa un cojón
La Campaña de los Cien Ñordos
El Gran Salto De Los Huevos
38 millones
La caída de Peng
¿Por qué no llevas la momia de Stalin, si tanto te gusta?
La argucia de Liu Shao Chi
Ni Khruschev, ni Mao
El fracaso internacional
El momento de Lin Biao
La revolución anticultural
El final de Liu Shao, y de Guang Mei
Consolidando un nuevo poder
Enemigos para siempre means you’ll always be my foe
La hora de la debilidad
El líder mundial olvidado
El año que negociamos peligrosamente
O lo paras, o lo paro
A modo de epílogo  





 Este cartel, de 1979. recuerda a Jiangxi
como origen del comunismo chino. El árbol
que el niño está plantando simboliza la revolución
nacida en esta provincia.

Una vez más, la imposición de Mao en el comunismo de Jiangxi se hizo mediante el truco y el timo. Se convocó en una ciudad llamada Pitou una supuesta conferencia de mandos comunistas de la provincia. Dicha conferencia se convocó para el 10 de febrero; pero Mao la abrió por su cuenta el día 6, de forma que, para cuando la mayoría de los delegados llegó, el pescado ya estaba vendido y la conferencia había terminado. La conferencia de Pitou fue, en realidad, un acuerdo entre cuñados por el que Mao se convirtió en el cabecilla comunista de Jiangxi, con Lieu en plan lugarteniente. A Lee Wen Lin lo tiraron al punto limpio. Ante el carisma de Lee, fueron muchos los cuadros comunistas de la zona que se opusieron a la medida; pero para ellos Mao desplegó una amplia campaña de terror, que culminó en la ejecución de cuatro líderes locales muy conocidos.

miércoles, septiembre 11, 2024

Mao (6): Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio

Papá, no quiero ser campesino
Un esclavo, un amigo, un servidor
“¡Es precioso, precioso!”
Jefe militar
La caída de Zhu De
Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio
El ensayo pre maoísta de Jiangxi
Japón trae el Estado comunista chino
Ese cabronazo de Chou En Lai
Huida de Ruijin
Los verdaderos motivos de la Larga Marcha
Tucheng y Maotai (dos batallas de las que casi nadie te hablará)
Las mentiras del puente Dadu
La huida mentirosa
El Joven Mariscal
El peor enemigo del mundo
Entente comunista-nacionalista
El general Tres Zetas
Los peores momentos son, en el fondo, los mejores
Peng De Huai, ese cabrón
Xiang Ying, un problema menos
Que ataque tu puta madre, camarada
Tres muertos de mierda
Wang Ming
Poderoso y rico
Guerra civil
El amigo americano
La victoria de los topos
En el poder
Desperately seeking Stalin
De Viet Nam a Corea
El laberinto coreano
La guerra de la sopa de agujas de pino
Quiero La Bomba
A mamar marxismo, Gao Gang
El marxismo es así de duro
A mí la muerte me importa un cojón
La Campaña de los Cien Ñordos
El Gran Salto De Los Huevos
38 millones
La caída de Peng
¿Por qué no llevas la momia de Stalin, si tanto te gusta?
La argucia de Liu Shao Chi
Ni Khruschev, ni Mao
El fracaso internacional
El momento de Lin Biao
La revolución anticultural
El final de Liu Shao, y de Guang Mei
Consolidando un nuevo poder
Enemigos para siempre means you’ll always be my foe
La hora de la debilidad
El líder mundial olvidado
El año que negociamos peligrosamente
O lo paras, o lo paro
A modo de epílogo  



Mao tomó el mando del ejército en diciembre de 1929, en la ciudad de Gutian. Que era consciente de que tenía que construir una popularidad entre las tropas que no tenía lo demuestra el hecho de que nada más llegar se convirtió en partidario de eliminar la medida de ejecutar a los desertores, que todo el mundo sabía era la medida que más odiaban los soldados. Pero también trabajó en la dirección contraria. Uno de sus principales problemas de imagen estribaba en que era un vividor, un tipo al que le gustaba vivir a todo lujo (ya sabéis: “ser comunista no significa que tengas que vivir como un monje”), mientras que el general Zhu vivía en tiendas de campaña con sus soldados, compartiendo las chinches y la mierda. Lo fácil habría sido proletarizar su vida; pero no fue por ahí. Mao se inventó el delito de absoluto egalitarismo, y comenzó a castigarlo duramente.

martes, septiembre 10, 2024

Mao (5): La caída de Zhu De

 

Papá, no quiero ser campesino
Un esclavo, un amigo, un servidor
“¡Es precioso, precioso!”
Jefe militar
La caída de Zhu De
Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio
El ensayo pre maoísta de Jiangxi
Japón trae el Estado comunista chino
Ese cabronazo de Chou En Lai
Huida de Ruijin
Los verdaderos motivos de la Larga Marcha
Tucheng y Maotai (dos batallas de las que casi nadie te hablará)
Las mentiras del puente Dadu
La huida mentirosa
El Joven Mariscal
El peor enemigo del mundo
Entente comunista-nacionalista
El general Tres Zetas
Los peores momentos son, en el fondo, los mejores
Peng De Huai, ese cabrón
Xiang Ying, un problema menos
Que ataque tu puta madre, camarada
Tres muertos de mierda
Wang Ming
Poderoso y rico
Guerra civil
El amigo americano
La victoria de los topos
En el poder
Desperately seeking Stalin
De Viet Nam a Corea
El laberinto coreano
La guerra de la sopa de agujas de pino
Quiero La Bomba
A mamar marxismo, Gao Gang
El marxismo es así de duro
A mí la muerte me importa un cojón
La Campaña de los Cien Ñordos
El Gran Salto De Los Huevos
38 millones
La caída de Peng
¿Por qué no llevas la momia de Stalin, si tanto te gusta?
La argucia de Liu Shao Chi
Ni Khruschev, ni Mao
El fracaso internacional
El momento de Lin Biao
La revolución anticultural
El final de Liu Shao, y de Guang Mei
Consolidando un nuevo poder
Enemigos para siempre means you’ll always be my foe
La hora de la debilidad
El líder mundial olvidado
El año que negociamos peligrosamente
O lo paras, o lo paro
A modo de epílogo  



A partir de aquel mes de noviembre de 1928, cuando Shanghai confirmó a Mao como jefe supremo del ejército rojo Zhu-Mao, el dirigente comenzó a pensar de salir de aquella sierra de bandoleros. Buscaba ganar poder, ahora que tenía un ejército; y, además, sabía que la zona estaba a punto de ser atacada. Para entonces, Chang Kai Shek había logrado prevalecer sobre el gobierno de Pekín y era el señor de casi toda China, con capital en Nanjing. Ahora, tropas nacionalistas avanzaban hacia el territorio donde estaba Mao. Así que los comunistas salieron de allí a la naja, el 14 de enero de 1929. Eran unos 3.000 hombres, bajo el mando militar de Zhu De.

lunes, septiembre 09, 2024

Mao (4): Jefe militar

Papá, no quiero ser campesino
Un esclavo, un amigo, un servidor
“¡Es precioso, precioso!”
Jefe militar
La caída de Zhu De
Sólo las mujeres son capaces de amar en el odio
El ensayo pre maoísta de Jiangxi
Japón trae el Estado comunista chino
Ese cabronazo de Chou En Lai
Huida de Ruijin
Los verdaderos motivos de la Larga Marcha
Tucheng y Maotai (dos batallas de las que casi nadie te hablará)
Las mentiras del puente Dadu
La huida mentirosa
El Joven Mariscal
El peor enemigo del mundo
Entente comunista-nacionalista
El general Tres Zetas
Los peores momentos son, en el fondo, los mejores
Peng De Huai, ese cabrón
Xiang Ying, un problema menos
Que ataque tu puta madre, camarada
Tres muertos de mierda
Wang Ming
Poderoso y rico
Guerra civil
El amigo americano
La victoria de los topos
En el poder
Desperately seeking Stalin
De Viet Nam a Corea
El laberinto coreano
La guerra de la sopa de agujas de pino
Quiero La Bomba
A mamar marxismo, Gao Gang
El marxismo es así de duro
A mí la muerte me importa un cojón
La Campaña de los Cien Ñordos
El Gran Salto De Los Huevos
38 millones
La caída de Peng
¿Por qué no llevas la momia de Stalin, si tanto te gusta?
La argucia de Liu Shao Chi
Ni Khruschev, ni Mao
El fracaso internacional
El momento de Lin Biao
La revolución anticultural
El final de Liu Shao, y de Guang Mei
Consolidando un nuevo poder
Enemigos para siempre means you’ll always be my foe
La hora de la debilidad
El líder mundial olvidado
El año que negociamos peligrosamente
O lo paras, o lo paro
A modo de epílogo  


Los libros de Historia chinos se refieren a lo relatado en los párrafos anteriores como El levantamiento de la cosecha de otoño, un movimiento que, se dice, fue dirigido por Mao. Lo cierto es que ni fue un levantamiento, ni fue dirigido por Mao. Sin embargo, fue extraordinariamente útil a la hora de construir el mito de Mao Tse Tung como líder campesino; algo que no fue nunca. Todo lo que ocurrió durante aquellos días o semanas es que Mao, quien se sentía obviamente inseguro en medio de la cacería de comunistas que había lanzado el Kuomintang, quería tener una nutrida guardia pretoriana. Y la obtuvo; al final del proceso tenía una fuerza de unos 1.500 hombres, que le obedecía. Buscando un lugar donde poder pacer con total control de su gente, Mao decidió moverse al sur de Wenjiashi, a la cordillera Jinggang, un lugar tradicionalmente sin ley que siempre había sido teatro de bandolerismo.