jueves, septiembre 20, 2018

Isabel (32: estás podrida por dentro y por fuera)

Atenta la compañía con:

Esos tocapelotas llamados presbiterianos
Thomas Cartwright
... y estos tipos nos dan lecciones de civilización
Essex en Normandía
Las cosas salen como el orto
Las cosas salen peor que el orto
El conde de Essex tenía, por fin, la autorización real para hacer lo que siempre había querido hacer y, con ello, seguro que pensaba pasar a la Historia como el más ambicioso, eficiente y exitoso militar inglés de todos los tiempos (verdaderamente, Devereaux era una buena demostración de lo que es eso de think big; y también de las consecuencias que puede acarrear). Esta vez, sin embargo, habría de comprobar un matiz con el que no contaba.

lunes, septiembre 17, 2018

Constantino (2: Augusto, o tal vez no)

Ya hemos corrido por:

El hijo del césar de Occidente.


Sigamos a Constancio, que es quien lógicamente más nos interesa por ser el papá de Nino. En el reparto de responsabilidades y administraciones que se produjo entre los tetrarcas, a Cloro le tocaron la Galia y Britania, razón por la cual estableció su Corte en una ciudad muy importante para la época tardorromana: Trier o Tréveris. Sin embargo, no se llevó consigo a su hijo Constantino, que empezaba a hacer carrera en los rangos militares. Constantino prefirió medrar a la sombra de Diocleciano, el primero de los emperadores. Se había reservado el emperador el que en ese momento era el territorio más prometedor y beneficioso del Imperio, esto es las posesiones asiáticas y Egipto. Para supervisar la administración de estos territorios, Diocleciano se estableció fundamentalmente en Nicomedia, en el antiguo reino de Bitinia, en el norte de Turquía. Allí fue donde sirvió Constantino como tribuno militar.