lunes, julio 29, 2019

Pericles (15: a modo de epílogo: atenienses, mentiras y libros de Historia)

[Nos vemos en septiembre]

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Un proyecto imperialista
Por qué ser un alcmeónida no era ningún chollo
Xántipo, Micala y el coleguita Leotícides
Cimón
¡Tora, tora, tora!
Pericles, el demagogo
Ahí viene la plaga, me gusta bailar...
El último espich


La gente, normalmente, cuando se imagina la Atenas de Pericles, se imagina una ciudad pequeña, armónica, llena de los edificios que se pueden adivinar en el Partenón, por la que discurren hombres barbados vestidos por túnicas, filosofando o tocando la lira. Sin embargo, como acertadamente han destacado muchos de los estudiosos que se han dedicado a la Historia Social de la antigua Grecia, la Atenas de Pericles se parecía mucho más a una abigarrada zona de la actual Estambul. Pero, la verdad, era una ciudad única.