viernes, septiembre 12, 2008

La República y la Iglesia (2)

Como quiera que el tema de España, la República y la Iglesia ha sido tratado varias veces en este blog, aquí tienes algunos enlaces para que no te pierdas.

El episodio de la senda recorrida por el general Franco hacia el poder que se refiere a la Pastoral Colectiva

En julio de 1937, el Episcopado español hacía pública una nota colectiva, probablemente preparada por Isidro Gomá, arzobispo de Toledo. Aquel comunicado fue un grave problema para la República, porque daba expresión escrita a las quejas de la Iglesia frente a su actuación. Sucintamente, repasaba las agresiones realizadas durante los años de legalidad republicana y, sobre todo, defendía la legitimidad del golpe de Estado ante la amenaza de impregnación comunista en el país. Y sentenciaba: «hoy por hoy, no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes que de ellas derivan, que el triunfo del movimiento nacional».

miércoles, septiembre 10, 2008

La República y la Iglesia (1)









Como quiera que el tema de España, la República y la Iglesia ha sido tratado varias veces en este blog, aquí tienes algunos enlaces para que no te pierdas.

El episodio de la senda recorrida por el general Franco hacia el poder que se refiere a la Pastoral Colectiva

Conforme van pasando los años y se precisan los estudios históricos, parece quedar claro 
que los apoyos militares exteriores recibidos por los dos bandos de la guerra civil española fueron desiguales. Mientras el bando franquista contó con una ayuda decidida y potente por parte de las dos potencias fascistas que entonces dominaban el horizonte europeo, es decir Alemania e Italia, la República contó únicamente con la ayuda soviética, una ayuda que, además, no tuvo siempre toda la calidad que se le debe suponer a un fusil prestado por un amigo (además que no fue prestado, sino vendido a buen precio).

martes, septiembre 09, 2008

Adivinanza 1: respuesta

Pues si. Wonka acertó. Fue Juan de Dios Ramírez Heredia, el primer diputado gitano que pisó el Congreso. Fue a la sesión con una americana blanca.

Su justificación fue que, entre los gitanos, el color de respeto (según algunas crónicas que he leído, incluso de luto) es el blanco. Así pues, don Juan de Dios, lo que hacía con su americana blanca, era expresar el respeto gitano hacia la figura del rey que, de alguna manera, se pretendía sustantivar con los trajes oscuros.

No sí nos lee algún gitano o gitanólogo, pero bueno sería que nos confirmase si esta explicación es cierta. A mí sí me lo parece, más que nada porque creo que es evidente que, respecto del negro, los gitanos suelen vestirlo by default.

Hoy he leído, por casualidad, la siguiente que voy a poner. Y te vas a defecar, Wonka. No va a haber hemeroteca que te salve.

lunes, septiembre 08, 2008

Adivina, adivinanza... (1)

Estos post cortitos que espero ir introduciendo a partir de ahora tienen dos funciones. Una, que no se me note la vagancia al escribir. Mis amables lectores debéis de comprender, y disculpar, que sea yo un ser poliédrico con aficiones muy varias. Últimamente he descubierto una quizá inconfesable más allá de los cuarenta, que es el videojuego online. Ya sé que para considerarme un intelectual de pro debería consumir las noches leyendo monografías pero, qué quereis, sólo soy un intelectual de vía estrecha, razón por la cual últimamente las consumo matando mediopensionistas (o más bien haciendo que me maten a mí) en el espacio multijugador del Call of Duty 4. Supongo que pronto llegará el momento en que me cansaré de recibir tiros entre ceja y ceja y quizás gane un poco de ritmo. Eso si no se me cruza otro caramelo por delante, claro.


La segunda función es de puro divertimento. Plantear una pregunta y contestarla más o menos 24 horas después puede ser inquietante para la mente del lector. Y, al que no le guste, siempre puede no pensar en ello.


Aquí va, en todo caso, nuestra historiadivinanza de hoy:


En 1977 se produjeron en España las primeras elecciones democráticas, por las cuales se formaron el Congreso y el Senado que aprobarían la Constitución de diciembre de 1978. Aquella legislatura, como es costumbre, fue abierta por el rey Juan Carlos de Borbón en una sesión conjunta, como también es costumbre. Pero eso es costumbre ahora. Entonces, era la primera vez que pasaba en mucho tiempo.


Los diputados y senadores de aquella legislatura recibieron una invitación para la sesión en la que se les indicaba que debían vestir de traje oscuro. Aquello dio para muchos comentarios y se interpretó como una decisión salomónica. Nuestra recién estrenada democracia renunciaba a una apertura de legislatura encopetada, a base de chaqués y perifollos de otra época; al mismo tiempo, tampoco permitía que delante del rey el personal vistiera como la saliese de la sentina; y, como último guiño, no decía nada de que hubiese que llevar corbata, cosa que a muchos de los diputados y senadores de izquierdas les hubiera jodido bastante.


En general, y a su manera, la inmensa mayoría del diputeo y seatorieo patrio cumplieron con lo estipulado. Pero hubo un parlamentario que destacó sobre los demás, no por ir con traje clareado, sino por llevar una americana blanca. Y tenía sus razones para ello.


¿Quién era ese parlamentario?