martes, julio 08, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (50): La ocasión perdida




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

   


Hong Kong bullía. Todos los representantes políticos en la colonia británica eran, en ese momento, como ala-pivots bajo la canasta, esperando, tensos, la bajada de la pelota para luchar el rebote. Especialmente activos eran los monárquicos, que desarrollaron rápidamente la teoría de que la abdicación de Bao Dai, puesto que se había producido por presiones del Viet Minh, no era legal. De esta manera, el ex emperador era, en realidad, emperador, y podía reiniciar su mandato sin necesidad de reunir al Congreso Nacional. Lo importante, sin embargo, no era formar o no formar un entramado institucional. Lo importante, como recordaba Diem, era que Bollaert se bajase de su burra, porque de lo contrario no habría pescado que vender.

lunes, julio 07, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (49): Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  

Xuan y Hoach tenían muy poco en común, y eso se notaba. El presidente saliente se consideraba cesado por un golpe de Estado en toda regla y, por mucho que inicialmente aseveró que lo olvidaría todo, en realidad ni pudo, ni quiso. Casi inmediatamente después de comenzar su andadura el nuevo gobierno, Hoach dimitió como primer ministro; pero Xuan no le aceptó la dimisión. Hoach, en todo caso, se curró de su gente del Cao Dai un nombramiento como representante de la secta frente al ex emperador, y acabó marchándose a Hong Kong. Xuan, pues, se quedó solo en el poder conchinchino, y comenzó a trabajarse el papel que sabía que se quería de él. Era consciente, en París le había quedado muy claro, que sus amigos de la SFIO lo contemplaban como la persona que necesitaban para controlar a Bao Dai.

viernes, julio 04, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (48): El momento del general Xuan




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  


El 7 de agosto, Bollaert reunió en Hanoi a sus principales colaboradores. Sin duda, el político se sentía en las últimas boqueadas de su misión. Todo le parecía cuadrar y pensaba que permanecería en la capital del norte una semana para, el día 15, pronunciar un gran discurso con el que se sentarían las bases de un acuerdo definitivo que habría de consolidar la presencia francesa en Indochina. Un discurso en el que iba a proponer un alto el fuego por parte francesa desde el mediodía de aquel día 15; combinado con el reconocimiento oficial por parte de Francia de la independencia de Viet Nam en el marco de la Unión Francesa. Una independencia, sin embargo, que no prevía ni una diplomacia ni un ejército vietnamitas propios. En ese momento, sólo tenía una inquietud. En los últimos días, tanto Claude Bourdet, uno de los principales periodistas de Francia; como Leon Blum, habían escrito artículos llamando a la negociación con Ho Chi Minh.

jueves, julio 03, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (47): El comunista le come la tostada al emperador

 




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  


El 17 de mayo, el periódico oficialista Journal de Saïgon dejaba clara la postura existente en Conchinchina mediante un comentario bajo el seudónimo Haag, en el que se decía que Ho Chi Minh apenas dirigía un gobierno “dislocado y ambulante”, y expresaba el deseo de que se formase “una suerte de agrupación que sintetizase todas las tendencias”. Fue claramente un mensaje de los franceses a sus vietnamitas más cercanos, y éstos lo entendieron tout de suite. El día 20, el Frente de Unión Nacional, más concretamente Nguyen Van Sam en condición de su delegado en Conchinchina, lanzó un manifiesto anti Viet Minh. Se acusaba al movimiento de ser un gobierno comunista que realizaba una política “partisana y totalitaria”. Además, se saludaba al “ciudadano Vinh Thuy” como “un patriota ardiente y un hombre por encima de los partidos”. Una semana antes, coincidiendo con la llegada de Bollaert a Hanoi el 14, el periódico nacionalista Thoi Su había publicado un número especial en el que hacía una llamada a los ex diputados que habían conformado la oposición en la Asamblea de Viet Nam para que diesen un paso al frente, citando a Tran Quoc Bao, Vong Quoc Thai y Nghiem Van Nhan.

miércoles, julio 02, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (46): No hay Mus




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  



Ese mismo 18 de marzo de 1947, Ho Chi Minh dejó de ser formalmente ministro de Asuntos Exteriores, pues dejó la cartera en manos de su subsecretario, Hoang Minh Giam. Era un movimiento estratégico, puesto que Giam, que en realidad no dejaba de ser simplemente alguien que ni siquiera se ponía el Hemoal para bajar la hemorroide si Ho no lo sabía y lo había aprobado, tenía vitola de moderado; sobre todo porque durante su estancia francesa en Fontainebleau había hecho muchas catleyas (usemos la expresión proustiana) con personajes de la SFIO, que así pudieron adoptar su chinito y declamar en los salones de Maxim's eso de “yo tengo muchos amigos vietnamitas”.

martes, julio 01, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (45): Todas las manos todas, amigo vietnamita




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  




Para terminar de consolidar este ambiente de mensajes netos y consistentes por parte francesa, el día 2 de enero France Soir publicó una entrevista con el almirante D'Argenlieu. Atenta la compañía: “Mis conclusiones son claras. Es absolutamente imposible tratar con Ho Chi Minh. Encontraremos en este país otras personas con las que podamos tratar; personas que, sin duda, serán también nacionalistas; pero éstas [el Viet Minh] se han descalificado.” Al día siguiente, Moutet, ya con un pie en el barco de regreso, recalcó la voluntad de Francia de acordar “con los representantes auténticos del pueblo vietnamita”. Así las cosas, el 8 de enero la radio vietnamita declaró que el ministro Moutet era responsable del fracaso de las negociaciones. El 11, anunció que el gobierno vietnamita “ha decidido la movilización total de las fuerzas materiales y morales del país para intensificar la lucha por la independencia”.

lunes, junio 30, 2025

Viet Nam antes de Viet Nam (44): Give the people what they want

 




Las primeras relaciones
Reyes y revoluciones
Nunca te fíes de un francés
Nguyen Ai Doc
Tambores de guerra
El tsunami japonés
Grandeza y miseria de la Kempeitai
El Viet Minh
Los franceses hacen lo que mejor saben hacer (no definirse)
Dang vi qui, o sea, naniyori mo hitobito
El palo y la zanahoria comunistas
Puchimones contra podemitas
Aliados a pelo puta
Franceses y comunistas chapotean para no ahogarse
Vietnamitas listos + británicos estúpidos + periodistas gilipollas = muertos a decenas
Si tu ne voulais pas de bouillon, voici deux tasses
Francés busca indochino razonable
Los problemas del comunismo que se muestra demasiado comunista
Echa el freno, Madaleno
El factor chino
El factor USA
El problema de las tres mareas
Orchestal manoeuvres in the dark
O pacto, o guerra
El acuerdo de 6 de marzo
Buen rollito por cojones
El Plan Cédiletxe
No nos queremos entender
Dalat
Las inquietudes y las prisas del almirante D’Argenlieu
Calma tensa
La amenaza nacionalista
Fontainebleau bien vale unos chinos
Francia está a otras cosas
Memorial de desencuentros
Maniobras orquestales en la oscuridad (sí, otra vez)
El punto más bajo de la carrera de Ho Chi Minh
Marchemos todos, yo el primero, por la senda dictatorial
El doctor Trinh, ese pringao
D’Argenlieu recibe una patada en el culo de De Gaulle
Allez les bleus des boules!
París no se entera
Si los Charlies quieren pelea, la tendrán
Give the people what they want
Todas las manos todas, amigo vietnamita
No hay mus
El comunista le come la tostada al emperador
El momento del general Xuan
Conditio sine qua non con un francés: cobra siempre por adelantado
La ocasión perdida
El elefante chino entró en la cacharrería 

  


Lo que estaba a punto de pasar en Hanoi estaba lejos de ser un enfrentamiento neto. En ambas partes, las sensibilidades y las banderías eran varias. Esto es especialmente predicable de los vietnamitas, los cuales tenían, en el seno de los Tu Ve, a un importante contingente de nacionalistas emboscados montando su propio tsunami. En la mañana del 19, estos grupos Tu Ve se mostraron tan violentos que el general Morlière se dirigió al señor Nam demandando su desarme. Le propuso una reunión bilateral específica que se produjo una hora más tarde, en la cual Morlière exigió que la policía de tráfico volviese a estar bajo responsabilidad francesa, para así poder garantizar el movimiento de personas y tropas francesas por la ciudad. Para los vietnamitas, esta propuesta tomó los perfiles de un ultimátum.