miércoles, septiembre 25, 2019

Isabel al poder (3: el órdago de Pacheco/Mendoza)

Otros escalones de esta escalera:

Enrique de Castilla podía ser algo tonto, que yo creo que lo era; pero no era gilipollas. Tenía ojos en la cara, dos, y orejas, también dos, a ambos lados del cráneo; y todo eso le servía para percatarse de movidas que ocurrían en su mundo. En 1457, ya lo hemos visto, tomó conscientemente la decisión de blindar el poder de su seudovalido, Juan Pacheco. Pero si hizo eso era porque tenía miedo. Miedo de que los nobles de Castilla hiciesen en su reinado la función que habían hecho los infantes de Aragón en la de su padre; y yo creo, aunque esto es percepción personal, que el Trastámara comparaba y, puesto que había llegado a conocer a Álvaro de Luna, probablemente pensaba que su Pacheco no le llegaba a aquél ni a la punta de los pelillos más bajos de su escroto.

lunes, septiembre 23, 2019

Partos (4: Mitrídates)


Otras partes sobre los partos

Los súbditos de Seleuco
Tirídates y Artabano

Fraates y su hermano

Esto último que he dicho al finalizar el capítulo anterior: que Mitrídates fue un excelente lector de los partidos geopolíticos de su área, lo digo porque una parte importante de la actitud del rey parto y de las cosas que hizo tiene que ver con la situación de su entorno más cercano. Los monarcas bactrianos que sucedieron a la pareja exitosa formada por Eutidemo y Demetrio heredaron su ambición imperialista, pero no supieron medir bien sus recursos, pues en las guerras que abrieron acabaron provocando un excesivo agotamiento de los recursos con que contaba el país.