jueves, junio 14, 2007

Escoged a una mujer

El grupo socialista en el Congreso ha propuesto que en ese ámbito monetario en el que aún tenemos la soberanía de poner lo que nos plazca, es decir las monedas, aparezca la figura de alguna mujer. Es una propuesta lógica y loable, aunque también es cierto que la aparición de la mujer en los estampillados y acuñaciones no es completamente nueva. Por ejemplo, el primer sello de correos que existió en España lleva, si no me equivoco, el retrato de una mujer (Isabel II). Y desde el primer billete de mil pelas que logré ahorrar yo (con el que me compré un reloj en la calle del Pez, no se me olvidará nunca) me miraban, entre atónitos y aburridos, Fernando e Isabel, que tanto monta, monta tanto. Y no hay que olvidar aquel billete de quinientas pelas, creo, con el retrato de Rosalía de Castro (o, como la llamaba mi padre, a chorona).

Pero el tema ha generado inmediatamente la polémica que hoy quiero traer aquí, que es qué mujer española merece pasar a las monedas de euro o de dos euros o, dicho de otra manera, quién es la mujer más importante para la Historia de España.

Los socialistas han propuesto a Clara Campoamor, lo cual es una prueba de generosidad porque, muy al contrario de lo que se anda diciendo hoy por ahí en algún que otro foro de internet, Clara no era socialista, sino radical; era, pues, miembro del partido de Alejandro Lerroux, que se deshizo durante la república como un azucarillo; tras de lo cual ella intentó ingresar en la formación presidida por Azaña (Izquierda Republicana), pero no en el PSOE.

Clara Campoamor asomó la cabeza por la ventana de la Historia durante los debates parlamentarios, producidos en 1933, sobre si convenía en las elecciones de noviembre del 33 extender el derecho al voto a las mujeres. Y hay que decir que en aquellos debates hubo una oposición cerril... por parte de las izquierdas. Los partidos así llamados progresistas no son distintos del resto del mundo: son lo que son básicamente cuando les conviene. La izquierda española pensaba que, en la España de 1933, las mujeres eran como setenta veces más conservadoras que los hombres, así pues permitirles votar era ponerle la cosa más fácil a las derechas. Y es un hecho que las derechas ganaron aquellas elecciones. Aunque tampoco está claro que fuera por eso. El mito de la mujer conservadora tiene también mucho de mito. Sin ir más lejos, tengo yo por mí que las 500 mujeres, 500, que durante la huelga general revolucionaria de 1917 se tiraron a las vías del tren para impedir su avance, no eran muy de derechas, no.

No obstante todo lo dicho, es lo cierto que, si el CIS hiciese hoy una encuesta, no creo que más allá del 3% de los españoles, y porcentaje similar de españolas, declarase saber quién era Clara Campoamor. ¿Injusto? Desde luego. Las mujeres tienen mucho que agradecerle a esta gallarda parlamentaria que se defendió, ahí está para demostrarlo el Diario de Sesiones (ahí, quiero decir, en la biblioteca del Congreso; ya sabemos lo que entiende el Sr. Marín por transparencia), como gato (perdón, gata) panza arriba, que cantaban los de Palacagüina. No obstante, no parece que el recuerdo le haya hecho muchos favores.

En toda esta historia hay otro elemento que es, además, asexuado, que es la selección en sí del personaje. Si nos olvidamos de las tías, todavía tenemos bastantes cosas que discutir porque, la verdad, no siempre las monedas han acertado. Los billetes de cien pesetas se adornaron con el rostro de Gustavo Adolfo Bécquer y yo, la verdad, no acabo de entender tamaño homenaje al poeta si todavía seguían en la lista de espera, a menos que me equivoque, personajes como Quevedo o Góngora. También había un billete con el retrato de un pintor, no recuerdo si Zuloaga u otro, y que yo sepa Goya o Velázquez no han tenido billete (aunque no estoy muy seguro). En todo caso, para un anverso de billete se usó a la mujer morena que pinto Julio Romero de Torres; cuadro que está muy bien, pero se me ocurren, sólo del catálogo del museo del Prado, como veinte que lo merecen antes.

Respecto de los músicos, en su día se eligió a Manuel de Falla. Y digo yo: ¿cómo se puede honrar a Falla estando el Fary?

Todo ello teniendo en cuenta que la política de homenajes en billetes y monedas ha tendido, históricamente, a preterir profesiones como: médicos, ingenieros, jueces, astrónomos, marinos, editores, bla, bla, bla. O blogueros, ya puestos.

En fin. ¿Mujeres relevantes para la Historia de España? A ver cuántas nos salen. Por poner unas reglas, diré que se pueden dar 10, 9 y 8 puntos a tres de ellas, aunque se pueden citar muchas más, a ver si logramos hacer una buena lista de féminas relevantes.

Empezando un poco a mocosuena:

Agustina de Aragón
María Pita
Teresa de Ávila
Fernán Caballero
Mariana Pineda
Emilia Pardo Bazán
La Princesa de Éboli
Catalina de Erauso (La Monja Alférez)
Lilí Álvarez
Zahara (la novia de Abderramán)
Marie Anne de la Trémoille
Dolores Ibárruri
Clara Campoamor
Margarita Nelken
Victoria Kent


De éstas, yo me quedaría con Mariana Pineda (10 puntos), María Pita (cómo no, 9 puntos) y la Pardo Bazán (8 puntos).

¿Que barro para casa? ¡El blog es mío, no te jode!

17 comentarios:

  1. Anónimo2:38 p.m.

    Ya se que se puede consultar la información por google, en wikipedia y en mil sitios... pero estaría bien poner una breve descripción, a tu estilo y no al de la wikipedia, por ejemplo, que ese ya me lo conozco, de cada una de esas mujeres.
    Imagino que gran parte de tus lectores no las conoceremos y así nos iluminas un poco, luego ya cada un profundiza si quiere.
    Es que yo al menos, a mas de la mitad no tengo el placer.

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  2. Anónimo4:11 p.m.

    Mi candidata: María Moliner. A mi entender, a nivel académico, pocas pueden igualar su labor.

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  3. Indiscutiblemente tendría que ser Isabel la Católica.

    Y si no es esa porque ya tuvo su billete, preferiría no utilizar personajes de cara significación política para que todos nos sintamos representados, así que Pasionaria y la Nelken fuera.

    Mi segundo voto sería para Lily Alvarez y el tercero para Santa Teresa de Jesús (aunque entiendo que el mismo argumento que elimina a Pasionaria y Nelken, salvando inmensas distancias, podría invalidarla a ella)

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  4. Aunque no seria mi primera candidata, encuentro muy injusto que nos hayamos olvidado en estas listas de incluir a Carmen de Burgos, "Colombine". Que este hoy tan olvidada, indica lo injusta que es la fama.

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  5. Yo tiraría por Mariana Pineda, que pa eso ya Lorca le dedicó unas coplillas y Pepa Flores(Marisol)le puso rostro en una serie de TV.
    Y si no, la dama de Elche (¿o ya apareció antes?)...
    por cierto magnífico blog el tuyo

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  6. Anónimo7:06 p.m.

    No me olvidaría en la lista que has puesto de María Pacheco. Podemos tener en cuenta que la fiesta oficial de Castilla y Leon conmemora la revuelta de los comuneros, y ella fue uno de los principales líderes de dicha revuelta

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  7. Anónimo1:02 a.m.

    Me parece, JdJ que nos sobrevaloras ... hoy se discute si la Pantoja o la Jurado ... :-)

    Salud!

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  8. Pues yo elijo a Mariana Pineda porque en un barrio de Montevideo, mi ciudad natal, en una coperativa de viviendas de ayuda mutua, los vecinos han elegido ponerle su nombre a una calle, en homenaje a las mujeres relevantes...Así que supongo vale el voto no?

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  9. Pues yo me apunto a lo que dice mi tocayo, algunos nombres me son desconocidos y estaría bien saber quienes son cada una, en concreto no me suenan Lilí Álvarez y Margarita Nelken. Además habría que incluir a la primera mujer que consiguió un titulo universitario en España (no recuerdo el nombre y no encuentro el ejemplar de Historia y Vida en el que salia).
    Por cierto si no recuerdo mal (uno se hace mayor) tanto Goya como Velázquez si que salieron en sendos billetes de 500 y 1000 pelas.
    Salu3
    IBM

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  10. Anónimo10:17 a.m.

    En primer lugar enhorabuena por tu blog.
    En segundo lugar creo que se elija a quien se elija nunca se va a tener a todos contentos aunque creo que tu lista está bien hecha.
    Por cierto yo no soy tan viejo ni muy aficionado a las monedas pero creo recordar que Quevedo si que tuvo un billete.
    Salu2.

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  11. Anónimo11:52 a.m.

    Concepción Arenal.

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  12. Me sale el anarco que fui de jovencito.

    Federica Montseny para mi.

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  13. Anónimo10:53 p.m.

    Dos mejor que una: Las Hermanas Gilda (by Vazquez)

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  14. Anónimo8:23 p.m.

    El PP es subnormal, como demuestra en cada ocasión que puede.
    Una precisión: Clara defendió el sufragio femenino en el otoño de 1931. No era socialista, ni conservadora, sino liberal. El Partido Radical no se disolvió sino que lo disolvieron. Las milicias asaltaron las sedes del partido en la zona leal. En cuanto a la zona "nacional" sólo se permitieron dos partidos, el carlista y el falangista, hasta que los unificaron en uno solo. Incluso partidos de derechas como Renovación Española desaparecieron con la imposición del Movimiento. Sobre este tema, te interesará esta carta publicada el sábado pasado en ABC.

    Hay motivos
    En una carta publicada el viernes, un lector escribía: «Me parece indignante que quieran ponernos a Clara Campoamor en las monedas de euro. ¿Qué peso tiene esta señora en la tradición y cultura de este país? ¿Es que alguien la conocía antes de este debate? ¿No hay mujeres feministas también en Europa?». Contestando a esas preguntas, quisiera subrayar que hay unos cuantos motivos para que no se aborte esa inteligente iniciativa. El primer motivo es que fue Clara Campoamor quien defendió en las Cortes Constituyentes de 1931 el derecho a que media España pudiese votar, contra la opinión de su propio partido, el Partido Radical. Gracias a Campoamor, España tuvo sufragio femenino tres lustros antes, por ejemplo, que la patria de Mme. Curie.
    El segundo motivo, es que Campoamor es una de las figuras señeras de la tercera España, la España liberal e inteligente a la que «los hunos y los hotros» quisieron exterminar en 1936. Campoamor huyó de España para que no la asesinaran los milicianos de las izquierdas y no pudo volver del exilio porque los franquistas la amenazaban con doce años de cárcel, por masona. La tercera España, la mejor España, la constituyen figuras como Clara Campoamor, Menéndez Pidal u Óscar Esplá, a las que las otras dos Españas quisieron helar el corazón. El tercer motivo es que para sobrevivir doña Clara a lo largo de una expatriación de 36 años no gozó de los tesoros con que otros supieron labrarse un exilio dorado, sino que tuvo que realizar mil y un trabajos: dictámenes que otros firmaban, biografías y traducciones. Fue toda su vida una currante. El cuarto motivo es que precisamente por ser el epítome de la dignidad y la honestidad, Campoamor ha sido ignorada por los pseudo historiadores que repiten en sus obras el enfrentamiento cerril de nuestra Guerra.
    El quinto motivo es que se trataría de un acto de desagravio hacia una figura de la que no sabríamos nada si no fuera por la admirable biografía que le dedicaron en su día Paloma Saavedra y Concha Fagoaga. Ella misma escribió sus memorias, y contó en La revolución española vista por una republicana lo que tuvo que vivir a partir de 1936, obra publicada en francés y que no fue traducida hasta el año 2000 por quien firma estas líneas. El fanatismo se cura leyendo, dicen. Luis Español Bouché

    Lo más increíble es que hoy Juan Manuel de Prada, conocido antifeminista, utiliza a Clara Campoamor como arma arrojadiza contra la República

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  15. Catalina de Aragón para mi.

    Mujer inteligente, culta y amable a la que la historia jugó una mala pasada.

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  16. Lamento no poder seguir mis propios hilos con más dedicación estos días.

    Nacho, ya iremos explicando, espero, a muchas de estas mujeres. Todo a su tiempo.

    Respecto del mensaje de Arde Madrid, lo encuentro acertado, como lo es la carta que recensiona. No obstante, sigo viendo algo aquí que no me cuadra. Las personas olvidadas de la Historia han de ser recuperadas por la Historia. Eso que tú llamas pseudohistoria contemporánea española, y que en buena parte lo es, se ha dejado muchas cosas en el tintero. Creo haber escrito ya alguna vez que cuando te dedicas a leer libros sobre la guerra civil acabas descubriendo que, a pesar de que es un asunto sobre el que se han escrito centenares de testimonios en primera persona, la inmensa mayoría de los historiadores utilizan sólo un puñado de libros, casi siempre, además, el mismo puñado.

    No obstante, los billetes no están para sacar a nadie del marasmo del olvido. Los billetes están para reconocer a quienes, no habiendo caído en ese pozo, además merecen no haber caído. Sean o no torpes las críticas, resulta una torpeza proponer para figurar en un billete a alguien que no concite un automático y total: ¡Pues claro!

    Esta es la razón, me parece a mí, de que se opte tanto por figuras de la cultura. Dicho de otra forma: si de mí dependiese la decisión de proponer esfinges españolas para los billetes de euros, si de mí dependiese y quisiera acertar, propondría a personas como Juan Oró, Severo Ochoa o Camilo José Cela.

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  17. Arde Madrid: creo que me pierdo algo... ¿a qué viene eso de que el PP es subnormal?

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