lunes, mayo 10, 2010

Conversación con un monárquico

MONÁRQUICO: España es un país monárquico.

JdJ: La cuestión, con las monarquías, no es tanto si las sociedades las quieren o no las quieren, sino la capacidad que tienen de decidirlo. En realidad, a mi modo de ver la monarquía española no se ha sometido a un refrendo positivo que se pueda considerar como tal nada más que una vez en toda la Historia de España, y es el momento en el que el libre pueblo español, terminada la guerra de la Independencia, decide por abrumadora mayoría (por mucho que no votaran) que los Borbones debían volver a reinar en España. Y no deja de ser curioso que ese pseudoplebiscito promonárquico se realizase en un momento en el que el movimiento en partes importantes del resto de Europa era precisamente el contrario, es decir poner en duda la monarquía. Hay que reconocer que esto, de alguna manera, avala las tesis de que, como decía Cánovas, la monarquía forma parte de la esencia socio-histórico-política de España. Claro que Cánovas también citaba al catolicismo como elemento de dicha esencia...

En todo caso, frente a ese plebiscito hay dos (Isabel II y Alfonso XIII) en los que el mensaje claro de los españoles a sus reyes fue que no los querían. Lo de Isabel II fue una asonada militar, así pues se puede pensar (retorciendo mucho las cosas) que el pueblo no habló. Pero lo de abril del 31 no se lo salta un cabo de húsares.



MONÁRQUICO: ¡Anda! ¿Y el referéndum del 78?

JdJ: El referéndum del 78 fue una consulta empaquetada. O decías que sí a todo o decías que no a todo. Que en el 78 se sometiese a referendo la Constitución no quiere decir que se sometiese a referendo la monarquía española. De hecho, su titular, cuando se aprueba la Constitución, ya es rey de España. Lo era desde noviembre de 1975, tres años antes de la Constitución pues, en virtud a una ley que 30 años antes define España como un Reino y otra que a finales de los sesenta designa al actual rey como titular de la corona de ese Reino una vez muerto Franco; designación que es fruto de un pasteleo entre el dictador y el heredero de la corona, en el yate Azor, a cinco millas de la costa de Donosti, y en un momento en que una parte fundamental de la oposición republicana había aceptado la convergencia democrática con los monárquicos, convergencia que le obligaba a apoyar la idea de que debían ser los españoles, libremente, los que escogiesen su forma de gobierno; y convergencia de la cual el ciudadano Juan pasó elegantemente.

Por lo tanto, la Constitución del 78, y éste es un matiz importante históricamente hablando, en lo que a la forma de gobierno se refiere, no crea una situación, sino que la acepta.



MONÁRQUICO: Pero en ese momento era mejor aceptar eso que ponerse a discutirlo.

JdJ: En efecto. Igual que en aquel momento era mejor aceptar un elevado nivel de influencia de los partidos nacionalistas en la política nacional, para así evitar la defección de los nacionalismos respecto del proyecto de transición pacífica; y era mejor aceptar un razonable concordato con la Iglesia católica que evitase tensiones por ese flanco, por citar sólo dos ejemplos de muchos que se podrían invocar.

Pero resulta que ya no estamos en ese momento. En la España de hoy, son15,5 millones los ciudadanos vivos que votaron o pudieron votar la Constitución, y 30,3 millones los que no.



MONÁRQUICO: Pero, ¿realmente a los españoles les preocupa este asunto?

JdJ: No lo sabemos. No se lo hemos preguntado. Partimos de la base de que lo que dicen las encuestas sobre la valoración de las personas de la familia real, así como las demostraciones de apoyo cada vez que aparecen en público, son el aval de que la gente quiere la monarquía. Esto tampoco es nuevo, porque los reyes siempre han basado la argumentación de su pertinencia en lo mucho que les aplauden por la calle. Lo cual no se entiende muy bien, porque, por las mismas, el día que un Mateo Morral les tira una bomba, deberían abdicar.

Los dos únicos reyes en la Historia de España que admiten que la gente no les quiere son Amadeo de Saboya y Alfonso XIII. Y no pongo en la lista a Isabel II porque, en mi opinión, esta señora se marchó de España convencida de que era una camarilla de cabrones la que le echaba. El resto, por lo demás, ha asumido con total naturalidad que eran queridos.

Lo de las encuestas es opinable. Si por valoraciones fuera, en el presente momento el PSOE debería resignar el gobierno para entregárselo a UPyD, ya que Rosa Díez está mejor valorada de Zapatero. Sin embargo, todos sabemos que ser el líder más valorado no te garantiza ser también el más votado. Pero, por alguna extraña razón, esa asunción sí que la hacemos en el caso de los monarcas.


Y lo de la calle también es opinable, pues si el que más partidarios junta en la calle es quien debe ser rey, entonces tendríamos que inaugurar la dinastía Esteban, con la reina Belén y su princesa Andreíta.



MONÁRQUICO: La monarquía, en todo caso, ha demostrado que sabe modernizarse, ir con los tiempos.

JdJ: No del todo. La sucesión monárquica no es un proceso moderno, en el sentido de democrático. De hecho, no sólo no lo es, sino que no puede serlo, porque si fuese democrático debería ser electivo, y si fuese electivo ya no sería propiamente una monarquía.

Además, hay mucho que avanzar en la fiscalización de la monarquía, cosa que no le pasa a la Dirección General de Carreteras o a la Consejería de Agricultura de la Comunidad de Murcia, por citar otros dos departamentos públicos a voleo.

Cabe dudar, además, de si realmente es un camino lógico eso de modernizar la monarquía.

Si se moderniza, debería hacerlo hasta el final. Decimos que una mujer debería poder heredar la corona de España igual que un hombre, porque lo contrario es discriminación por razón de sexo, la cual ya no existe en la España moderna. Pero, ¿acaso persiste en nuestro derecho sucesorio la institución del mayorazgo? Pues no. En la España moderna ya no existe la prelación del primogénito sobre los demás hijos; hoy (o sea, no hoy, sino hace ya la punta de años que lo flipas), todos los vástagos heredan por igual, cuando menos el caudal legítimo; y, desde luego, el primogénito no pilla más por el hecho de serlo.


La monarquía, sin embargo, conserva la institución del mayorazgo. No sólo hereda el varón, sino que hereda el primer varón nacido. El único compañero de viaje que tiene en este punto es el derecho de nobleza; o sea, un compañero de viaje moderno y adaptado a los tiempos que te cagas.

Igual que la monarquía es la única institución que queda en España que discrimina a la mujer frente al hombre, también su derecho de herencia es casi el único que discrimina al hijo segundo y siguientes frente al primero. Todo esto sin mencionar que la actual línea dinástica lo es por haber preterido en la misma a un pariente del rey actual por ser sordomudo, lo cual también es discriminar al discapacitado; si el primogénito del actual príncipe fuese sordo, o paralítico, si fuese Stephen Hawking, ¿ conservaría su derecho a reinar?

Por lo tanto: puesto que la herencia, en el Derecho español actual, es la misma para todos los hijos, la corona de España, que algún día heredarán los hijos del rey, debería ser heredada por todos ellos en pie de igualdad, y lo mismo los hijos de aquél o aquella que reinase. Todo eso, claro, admitiendo barco como cornucopia silvestre, es decir admitiendo que en un país moderno, en el año 2010, nada menos que la Jefatura del Estado resulta ser una posesión hereditaria, como las acciones del Banco de Santander, la bicicleta cromada aquella tan bonita, el gramófono del bisabuelo o el libro de recetas de la abuela Gertrudis.

Pero esto nos lleva a una pregunta: si hay varios herederos con los mismos derechos, ¿quién heredará finalmente? Hay una posibilidad, que ya inventaron, aquí en España, los godos: el rey reinante decide cuál de sus hijos es el más dotado para sucederle. Pero, claro, este sistema de cooptación tiene sus imperfecciones porque, la Historia lo demuestra, no siempre, o más bien pocas veces, el rey elige a aquél que más le conviene a la nación, sino el que más le conviene a él. Es lo que pasa, de hecho, siempre o casi siempre que el sucesor lo elije una sola persona (véase al efecto la historia de los partidos políticos).

Así las cosas, aun manteniendo el dudoso principio de que la Jefatura de un Estado pertenece a una familia, aplicando las reglas del derecho normalito, para culminar la sucesión no queda otra que votar. Pero, ya que votamos, ¿por qué votamos sólo entre los Borbón y no le damos una oportunidad a los García?



MONÁRQUICO: Esa última pregunta es capciosa. Un Borbón se prepara para ser rey, y un García no.

JdJ: Bueno, sobre la formación de los aspirantes, con mayor o menor probabilidad, a reinar, hay bastantes apreciaciones que hacer.

En primer lugar, de lo que yo sé de la formación de príncipes e infantes, parece ser que han estudiado carreras muy normalitas, con algún Erasmus por ahí en Georgetown y otros sitios. No parece, por lo tanto, que sea una formación demasiado distinta de la que reciben cienes y cienes de españoles. El príncipe, además, ha recibido una sólida, o dicen que sólida, formación militar. Pero cabe preguntarse si eso de la formación militar es propio de reyes del siglo XXI, porque algunos pensamos que en el mundo actual para ser hombre de Estado es más importante saber de redes de fibra óptica que conocer la teoría del tiro artillero.

Probablemente, eso sí, quien crece en una familia real adquiere unos conocimientos por encima de la media sobre aspectos puramente esenciales de la institución, como son el protocolo y esas cosas. Pero aquí, una vez más, cabe preguntarse si esas cosas, todo eso de que no poder levantarse de la mesa si el rey sigue comiendo o que hay que ser grande de España para poder llevar la cabeza cubierta en su presencia (¿también una visitante musulmana, por cierto?), no son, en realidad, reminiscencias medievales con los que me mejor acabamos.0

Pero hay más. En Europa habrá, yo qué sé, unas veinte dinastías reinantes en los diferentes países. Esas 20 dinastías han reinado entre, más o menos, los siglos XV y XIX. Eso son 500 años. 500 años son 20 generaciones. Si en cada generación cada dinastía real genera, entre príncipes, infantes, primos, sobrinos, etc., digamos 10 miembros (cálculo muy conservador, pues las familias reales suelen ser bastante prolíficas), entonces tenemos que en 500 años las familias reales han generado 4.000 miembros de familias reales (que son 20 por 20 por 10), los cuales han sido mantenidos por sus pueblos, han tenido la mejor educación que su época procuraba y, en general, un bienestar varias veces superior al del común de los mortales.


De esos 4.000 miembros de familias reales que han vivido en condiciones privilegiadas, ¿cuántos poetas sobresalientes me puedes citar? ¿Sabes de algún físico, algún astrónomo, algún cartógrafo, algún químico, algún historiador, algún filólogo? O sea, por poner un ejemplo extranjero para que no dé tiña; si te asomas a internet y ves una foto del prince Harry, o sea el que algún día será jefe del Estado británico, ¿a ti te da la impresión de ser un tipo que sabe hallar la primitiva de una función o distinguir un sintagma nominal de uno verbal? ¿Cuántas fotos has visto a lo largo de tu vida de su padre, el flamante Príncipe de Gales, leyendo un libro, y cuántas jugando al polo?


Si te vas hoy mismo al desierto del Gobi y arrancas de allí a una familia de nómadas analfabetos, te los traes al palacio real de Madrid y los mantienes a cuerpo de rey, a ellos y a todos sus descendientes, durante 500 años, estoy seguro que a la vuelta de cinco siglos te habrán aportado, eso es cierto, una larga lista de vividores; pero también se las habrán arreglado para parir algún que otro poeta, matemático, historiador, economista, director de cine, etc. Alguien, yo qué sé, por pedir algo, para quien Miguel Delibes sea más importante que Fernando Alonso. Claro que a lo mejor el problema lo tengo yo pues, como no me gusta navegar ni esquiar, tiendo a no valorar las habilidades propias de los príncipes.


En todo caso, vale: aceptamos barco como lamelibranquio hermenéutico, y partimos de la base de que sí, de que los aspirantes a rey se preparan para ser reyes. Esto quiere decir, por lo tanto, que para ser rey hay que formarse; para ser rey no vale cualquiera, no vale un piernas que pase por la calle. Pero, en ese caso, ¿por qué se le permite a los miembros de la familia real, potenciales reyes, casarse con periodistas y jugadores de balonmano?

Esto nos lleva a una tautología: para poder ser moderna, la monarquía debería ser rancia.


MONÁRQUICO: En todo caso, el papel arbitral de la monarquía es innegable.

JdJ: Lo que no se puede, a mi modo de ver, es jugar con dos barajas distintas, escogiendo en cada caso el descarte que más le interesa a uno. Eso, como decía antes, ya lo hizo Johnny King en los años cuarenta, cuando tan pronto la legitimidad de la corona española surgía de la voluntad de los españoles como de la legitimidad histórica de su dinastía, al albur de por dónde daba el viento.

La mayor parte de las veces que un rey, una dinastía o sus partidarios quieren justificar su legitimidad acuden a la legitimidad histórica. Otras veces, acuden al papel arbitral de la monarquía. Pero lo que tienen que hacer es decidirse por un argumento o por otro. Si se dice que la legitimidad monárquica es histórica, entonces no se puede aceptar que la monarquía es necesaria por su papel arbitral, porque, históricamente, lo que he hecho la monarquía, también la española, no ha sido arbitrar, es decir mantenerse au dessus de la melée y tratar de que quienes mandaban de verdad se pusieran de acuerdo (poder arbitral). Lo que históricamente han hecho los reyes ha sido ejercer, ellos, el poder a secas; mandar en el país, en muchísimas ocasiones incluso contra la voluntad de la mayoría o de minorías muy relevantes de la sociedad española.

Cabe preguntarse, además, qué legitimidad histórica aportan episodios como los de un rey que engaña a su pueblo comprometiendo una senda constitucional a la que luego traiciona (Fernando VII); una reina que responde a las peticiones de ser un monarca constitucional aprobando una carta otorgada en la que concede a su propio pueblo las libertades que graciablemente a ella le petan (Isabel II); o un rey que aplaude un golpe de Estado militar cuya primera medida de gobierno es enviar a dormir el sueño de los justos las gravísimas responsabilidades de algunos de sus amigos, y tal vez las de él mismo (Alfonso XIII). Porque si es cierto que «por sus obras los conoceréis», la legitimidad histórica de no pocos reyes españoles es como para esconderla.

Si optamos por defender el papel arbitral de la monarquía, entonces no podemos aducir las razones de legitimidad histórica; porque esa legitimidad histórica, como digo, no tiene nada que ver con el poder arbitral que dibuja la Constitución del 78. Pero si no hay legitimidad histórica, ¿cuál será la razón para que ese poder arbitral deba ser ejercido por el miembro de una determinada familia, para colmo miembro y no miembra, para recolmo el primero de los miembros nacidos y no cualquiera de los demás; para rerecolmo que no sea discapacitado?



MONARQUÍA: Pues lejos de lo que dices, la pertinencia del poder arbitral del rey queda bien clara en la Historia: las dos veces que España ha sido una República, fue un desastre.

JdJ: Cierto. La I República se desarrolló en medio de una guerra civil y una insurrección cantonal que estuvo a piques de acabar con el país (ahí sí que se rompía España); y la II República acabó con otra guerra civil que trajo cuatro décadas de dictadura militar.

Pero si los fracasos del pasado son un aval para rechazar fórmulas presentes, ¿acaso la monarquía no los tiene? Que los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II fueron reyes razonablemente buenos se puede sostener, aunque en el caso del último hay que aceptar barco como polisíndeton con trastero iluminado y asumir que un rey que lleva a su país a la quiebra económica, la bancarrota y la suspensión de pagos es un buen rey. Pero luego llegan Felipe III y Felipe IV que no son ninguna maravilla, especialmente este último que se empeña en no darse cuenta de que España no puede pagar ni un cacho de una mitad de un trozo de todos los gastos militares en los que se mete por mantener su prestigio. Luego llegan otros reyes que mejor no calificar (esto es hacerle un favor histórico a la monarquía) hasta Carlos III, que es tenido por el mejor de la añada. Tras él llegan Carlos IV y su hijo Fernando, los cuales traicionan a su país y lo venden por un plato de lentejas y un chalé en Francia con caballitos y todo. De Isabel II no hay más que decir que hubo que echarla de España. El ciudadano Amadeo, como ya he dicho, por lo menos tuvo la decencia de darse cuenta de que no lo quería ni la nobleza, que lo ninguneaba, y se piró. Alfonso XII tuvo un pase pero a su hijo hubo que echarlo de nuevo.

El resultado de todo esto es que con la monarquía tampoco nos ha ido bien. Con la monarquía hemos tenido quiebras, guerras civiles, hambrunas, hiperinflación, enfrentamientos cainitas entre territorios, marchas atrás históricas…



MONÁRQUICO: ¡Precisamente por eso! ¡La monarquía ha aprendido de esas experiencias!

JdJ: ¿Y la república qué es, tonta del culo? En todo caso, no es que diga que la república es una organización ideal para el Estado. También tiene sus peros. Pero, por lo menos, la podemos mutar sin cambiarla, con sólo modificar los nombres de sus magistrados.

19 comentarios:

  1. Coñe, JDJ, opinas como un repúblico. Que gato hay encerrado en ésto.

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  2. No está mal el texto, pero te has dejado algunos topicazos monárquicos en el tintero: "De los países más desarrollados del mundo, la mayoría son monaquías" (hablan de Suecia, Noruega, ¡Canadá! como si tuvieran de monarquia algo más que un nombre pomposo, pero jamás argumentan qué aporta la monarquia a ese desarrollo, porque saben muy bien que es nada y menos, y olvidan que entre los régimenes más terribles del mundo también encabezan la lista varias monarquías (como la de Arabia Saudita, por ejemplo). Otro topicazo absurdo es el de que "la monarquia española es muy barata". A mi no me importa si gasta más o menos que otras monarquias o republicas, no es una cuestión ideológica. Por no mencionar que en una república habrá que pagar y alojar el Presidente y tal vez a su mujer e hijos; no a sus nietos, primos, y demás familia.

    Otro topicazo : "es que para tener de Presidente de la república a Aznar, prefiero tener un rey como Juan CarloS", un topicazo efectivo pero que demuestra la alta ignorancia de la gente que confunde primer ministro con jefe de estado y que se cree que el presidente de la republica italiana es Berlusconi, por ejemplo.

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  3. Anónimo3:50 p.m.

    Yo era Juancarlista, es decir, si funciona, no lo toques. Visto que el Rey ya no da respuesta a los problemas de España,que sus finanzas no tienen ninguna transparencia,que se siente más a gusto con la izquierda que con la derecha, en vez de tratarlas igual, y que su descendencia va a la suya sin sentido de estado. Me estoy volviendo republicano.
    PD. Te he descubierto hace poco y me he suscrito a tu blog,me gusta.
    Saludos.

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  4. CorsarioHierro5:11 p.m.

    A mi monárquico pero por estética nomás

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  5. ramiro6:02 p.m.

    Más topicazos monárquicos te ponen arriba, creo que te dan para otro post :

    "yo soy juancarlista" es lo más WTF que he oido nunca, y sé que se oye mucho. QUe a alguien le caiga bien el Juan Carlos, es justificación de que esté de acuerdo en que su hijo reine ? Justifica que esté de acuerdo con el sistema monárquico ? Bien pensado, puede ser la "mejor" justificación de que las monarquias perduren: tal vez antes de ser juancarlistas la gente era alfonsista, isabelista, carlista, etc, aunque entonces no lo llamaran así :p

    Lo de que el rey "carga" a la izquierda ... pues es cierto, oficialmente no deberia meterse en politica, pero entonces volvemos a lo de que para que coño queremos un rey ? en Portugal, por ejemplo, el presidente de la republica es muy conservador, carga completamente a la derecha (ya se vio ahora con lo del matrimonio homosexual) y "no pasa nada", porque la democracia ya tiene sus mecanimos para defendese de este carcamal que intentó paralizar la ley con un absurdo recurso de constitucionalidad, hoy es así y mañana podrían tener un presidente de otra ideología, "no pasaría nada".

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  6. bueno, te quiero decir tres cosas 1)el artículo es bueno o muy bueno 2) vas a ir a la cárcel y 3) no te preocupes porque te llevaremos cosas -yo pan-
    muy atinado, enhorabuena, abrazos

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  7. No creo tal y como está el patio que en el futuro, si uno de los partidos mayoritarios se declara abiertamente republicano (y no sólo en mitines y manifas donde toca levantar el puño y cantar la internacional) y lo mete en su programa, vaya nadie a rasgarse las vestiduras.

    La monarquía seguirá si los españoles deciden que siga, pero de momento estamos sólo en la fase de la creación del caldo de cultivo durante unos cuantos años, creando opinión en contra de la monarquía. Hasta que el PSOE no mueva ficha, debatiremos hasta jartarnos.

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  8. Me da la impresión de q jdj nos quiere meter los deditos, proponiendo el siempre controvertido tema de república o monarquía.
    Primero me posiciono: soy racional y democráticamente republicano. Es decir, no lo soy porque me mole sacudir al Borbón ni por el nuevo snobismo republicata.
    Y lo soy democráticamente porque, a pesar de que pueda parecer una redundancia, la "soberanía del pueblo" (como más o menos se define una república) hace que una dictadura del proletariado se pueda también llamar república.
    Dicho esto, y por seguir la pauta de jdj, ¿ha probado alguien a preguntar a un monárquico convencido su opinión sobre Fernando VII? Yo sí. La repuesta fue que todas las familias tienen alguien de quien avergonzarse y los Borbones no iban a ser una excepción. ¿Conocéis a algún republicano manifiesto que se avergüence de la II República? Sinceramente, aparte de mí no conozco a ningún otro. Los hay más o menos críticos, pero no que renieguen de ella en la misma medida que de Fernando VII. Con "II República" englobo a los políticos que la conformaron y que fueron los verdaderos culpables del desastre.
    Para mí, el borbón Fernando y la II República tienen algo en común: ambos asesinaron la ilusión del pueblo español.
    Cuando me llegue un político republicano diciendo, más o menos, lo que yo acabo de decir, le votaré con las dos manos. Mientras se autoproclamen herederos de la II República, me quedo con el borbón que tenemos ahora. Más vale lo malo conocido...

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  9. Respetuosamente, JDJ, me parece un cuestionario un poco tramposo, en el sentido de que se le ha puesto fácil al que responde. Me suena a prefabricado, más que a un verdadero mano a mano intelectual con alternancia de argumentos.

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  10. Sí, bueno. Me lo ha comentado más gente por privado. Pero es que yo no pretendo tener la razón, sino exponer lo que yo pienso. Podía no haberlo estructurado como un diálogo y aún así sería igual. Los argumentos monárquicos los expresaría en una sola línea. O incluso sin argumentos en contra.

    O será que, pásmate, yo nunca he encontrado a ningún monárquico que vaya mucho más allá desarrollando sus argumentos. La mayoría de los monárquicos con los que he discutido este tema, mi padre el primero de ellos, actuaban retóricamente como si estuviesen discutiendo algo obvio. Como si fuesen Newton discutiendo con algún tipo que las cosas caen hacia abajo porque la Tierra las atrae.

    Yo, relapso de mí, no veo la obviedad por ninguna parte. O más bien la veo, pero en el sentido exactamente contrario. Qué le voy a hacer ;-)

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  11. Si, aparte de topicazos a favor y en contra también hay bastantes errores de apreciación, natural por otra parte ya que te declaras republicano.
    Para empezar los reyes quizás no hayan sido poetas, que también, ni científicos, que también, ni matemáticos que también, èro es que trabajo es la política y eso se aprende mamandola desde la niñez.
    Por otro lado mezclas Reyes absolutistas con monarquías constitucionales, grave error.
    Hay dos diferencias fundamentales en la cuestión de si Rey o Presidente elegible.
    Una y fundamental, que el Rey no depende de un partido y por tanto es libre de actuar sin la dependencia ideológica y otra que un Rey tiene de por si, por el hecho de ser Rey un caché, algo indefinible, que no tiene un político y una libertad de opciones al estar libre de la carga ideológica que no tendrá ningún político, que de todas formas y tal y como están las cosas en este país tampoco será elegido por el pueblo.
    El voto es simplemente una tapadera muy luminosa para deslumbrar y no ver la realidad; son los partidos los que ponen o quitan candidatos.
    Y además el Rey tiene menos poder político que un Presidente elegido.
    Así que cumpliendo ambos las mismas funciones y con un costo similar o inferior, la balanza de la utilidad real se decanta por el Rey.
    Y como se dice en el "Elogio de la estupidez" lo mejor es un Rey tonto.

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  12. Amigo Francisco, rey constitucional lo fue, a menos que esté yo equivocado, Alfonso XIII. Entre otras muchas perlas que no puedo citar en un comentario, este rey CONSTITUCIONAL se negó a aceptar el nombramiento de un ministro que le trajo el jefe de gobierno para la firma, por creer el monarca que el candidato debía ser otro. Y, cuando el gobierno EN PLENO le contestó dimitiendo, el señor rey les aceptó la dimisión.

    Si este tipo de leches es ese «algo indefinible» que tienen los reyes, yo prefiero quedarme con virtudes algo más netas, la verdad.

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  13. Me ha gustado el post, aunque hay una puntualización

    No sólo hereda el varón, sino que hereda el primer varón nacido. El único compañero de viaje que tiene en este punto es el derecho de nobleza; o sea, un compañero de viaje moderno y adaptado a los tiempos que te cagas.

    Que yo sepa, las leyes actuales, y con carácter retroactivo, la nobleza se hereda por primogenitura, pero no por preferencia del varón. Por tanto, ni en este punto tiene compañeros de viaje

    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/igualdad/mujer/llega/nobleza/orden/Supremo/elpepisoc/20080531elpepisoc_4/Tes?print=1

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  14. Hola, JDJ: Un mínimo detalle que quizá conviniera corregir de tu argumentación es que el Príncipe Enrique (o sea, Harry) no es «el que algún día será jefe del Estado británico» salvo que quieras defenestrar a su hermano Guillermo, que ese sí que es el heredero del heredero, de momento.

    Por otra parte, y aunque se desvíe un poco del hilo de la entrada, no veo cómo puede ser medible «el elevado nivel de influencia de los partidos nacionalistas en la política nacional, para así evitar la defección de los nacionalismos respecto del proyecto de transición pacífica», salvo por el hecho de quizá España estuviera constituida así en 1977, con la existencia de partidos nacionalistas no españolistas con fuerte implantación social en determinadas zonas, y de que así siga estándolo hoy día. Siguiendo por esta misma línea, tampoco creo que los nacionalismos no españolistas hayan sido los nacionalismos más preocupantes del siglo pasado, sino más bien el nacionalismo españolista. En el ámbito de las políticas lingüísticas, por ejemplo, que puede ser de lo que más conozco, la política lingüística en favor del español ha sido y es, con mucho, la más agresiva, como ha argumentado Juan Carlos Moreno Cabrera, muy razonadamente en mi opinión.

    A veces se argumenta a propósito de esa influencia desmesurada de los nacionalismos no españolistas respecto de lo que prevé la Ley Electoral pero, ahí también, creo que tal acusación es infundada.

    Perdona que me haya dedicado a coger el rábano de mi argumentación por las hojas de tu apunte. Sea como sea, es un apunte con mucha enjundia entretenida, como siempre.

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  15. "...yo nunca he encontrado a ningún monárquico que vaya mucho más allá desarrollando sus argumentos..."

    Sospecho que precisamente por eso tampoco has sido capaz de afilar tu argumentario.

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  16. Bueno, si quieres afilar el argumentario monárquico, desde ya te ofrezco el blog para ello, con la única limitación de que no critiques los dos pilares de la civilización actual, esto es la XBox y los antihemorroidales. Pero, claro, respuesta tendrías ;-)

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  17. Anónimo12:20 a.m.

    El progreso económico no influye en el sistema de gobierno que un país posea.
    En cuanto a lo de sus conocimientos, un rey no puede dedicarse a cualquier carrera, su deber, desde que nace será el de Jefe de Estado, trabajo impuesto por nacimiento, nadie le pregunta al recien nacido ¿quieres ser rey?.

    Hay que tener en cuenta que las repúblicas tienden a emular a los reyes: fíjate donde vive el Presidente de la República francesa o el Presidente de EEUU, por no decir sus coches oficiales y escolta (en Francia e Italia van ataviados con uniformes lustrosos propios de una monarquía)
    La monarquía, para muchos, tiene algo de irracional, pero el ser humano suele ser subjetivista y le apasiona lo que se aleja de la Razón, teniendo en cuenta que el modelo de Monarquía ha estado vigente en todos los países del mundo, nunca desaparecerá, lo hará en algunos países, pero aparecerá en otros.

    Por último las rep´blicas tienen un grave problema: en el caso del modelo americano, el presidente puede declarar la guerra sin convocar una asamblea, además de vetar leyes o paralizar su desarrollo. Si el Senado no tiene la mayoría de votos de su partido, las leyes caen en saco roto, además de forjar un sistema bipartidista por lógica.
    En el caso del francés, el ejecutivo puede llegar a controlar el poder legislativo, ya que es elegido pr éste y no por los ciudadanos. El Jefe del Estado, es elegido directamente por los ciudadanos, entonces coexistirían dos partidosdiferentes: uno que representa a la nación y otro que la administra. Un sistema contradictorio y autoritario ya que el Presidente de la República tiene bastante poder llegando a gobernar al margen del ejecutivo, tal es el caso del general De Gaulle

    Ahora una pregunta: estudiando los dos modelos de repúblicas que hay ¿Qué ocurriría si fuera elegido un hombre cruel y despiadado como Hitler? ¿Quién limitaría su poder?

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  18. Anónimo12:20 a.m.

    El progreso económico no influye en el sistema de gobierno que un país posea.
    En cuanto a lo de sus conocimientos, un rey no puede dedicarse a cualquier carrera, su deber, desde que nace será el de Jefe de Estado, trabajo impuesto por nacimiento, nadie le pregunta al recien nacido ¿quieres ser rey?.

    Hay que tener en cuenta que las repúblicas tienden a emular a los reyes: fíjate donde vive el Presidente de la República francesa o el Presidente de EEUU, por no decir sus coches oficiales y escolta (en Francia e Italia van ataviados con uniformes lustrosos propios de una monarquía)
    La monarquía, para muchos, tiene algo de irracional, pero el ser humano suele ser subjetivista y le apasiona lo que se aleja de la Razón, teniendo en cuenta que el modelo de Monarquía ha estado vigente en todos los países del mundo, nunca desaparecerá, lo hará en algunos países, pero aparecerá en otros.

    Por último las rep´blicas tienen un grave problema: en el caso del modelo americano, el presidente puede declarar la guerra sin convocar una asamblea, además de vetar leyes o paralizar su desarrollo. Si el Senado no tiene la mayoría de votos de su partido, las leyes caen en saco roto, además de forjar un sistema bipartidista por lógica.
    En el caso del francés, el ejecutivo puede llegar a controlar el poder legislativo, ya que es elegido pr éste y no por los ciudadanos. El Jefe del Estado, es elegido directamente por los ciudadanos, entonces coexistirían dos partidosdiferentes: uno que representa a la nación y otro que la administra. Un sistema contradictorio y autoritario ya que el Presidente de la República tiene bastante poder llegando a gobernar al margen del ejecutivo, tal es el caso del general De Gaulle

    Ahora una pregunta: estudiando los dos modelos de repúblicas que hay ¿Qué ocurriría si fuera elegido un hombre cruel y despiadado como Hitler? ¿Quién limitaría su poder?

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  19. Anónimo7:43 p.m.

    ustedes sois republicanos o que el rey tiene funciones muy importantes es jefe de estado españolSancionar y promulgar las Leyes. La Sanción Real, que el rey da en el plazo de quince días, tiene una función certificante que confiere a la Ley su perfeccionamiento, pese a haber sido ya aprobada por las Cortes Generales; en cuanto a la promulgación, unida a la publicación que también al rey (o reina) corresponde ordenar, pone las Leyes en conocimiento presunto de todos, particulares y autoridades, y por ese solo hecho quedan investidas de fuerza obligatoria general (principio constitucional de publicidad de las normas).
    Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar a elecciones en los términos previstos en la Constitución. A propuesta del presidente del Gobierno, el titular de la Corona tiene la potestad de poner fin anticipadamente al mandato de senadores y diputados, bien ambas Cámaras o una sola de ellas, expidiendo un Real Decreto de disolución, que además deberá precisar la fecha de las elecciones, que también al rey (o reina) corresponde convocar, sea por este motivo o por la expiración natural del mandato de las Cámaras.
    Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución. El rey (o reina) tiene en exclusiva el derecho a apelar al pueblo y someter a consulta de la Nación todo proyecto o cuestión que le haya propuesto el presidente del Gobierno, previa autorización del Congreso de los Diputados, o bien por exigirlo así la propia Constitución para su reforma.
    Proponer al Congreso de los Diputados el candidato a la presidencia del Gobierno, nombrarlo y cesarlo, en los términos previstos en la Constitución. Tras cada renovación del Congreso de los Diputados y en los casos en que éste rechaza ratificar su confianza al Gobierno, el titular de la Corona consulta con los líderes de los grupos políticos con representación parlamentaria y propone al Congreso de Diputados un candidato a la presidencia del Gobierno, y lo nombra si el Congreso le da su confianza o propone otro en caso contrario. Además nombra como presidente del Gobierno al candidato cuyo nombre esté incluido en una moción de censura aprobada por el Congreso de los Diputados contra el Gobierno.
    Nombrar y cesar a los demás miembros del Gobierno, a propuesta de su presidente.
    Expedir los decretos acordados en Consejo de Ministros, presidirlo a petición del presidente del Gobierno, cuando lo estime oportuno, a fin de ser informado de los asuntos de Estado, conferir los empleos civiles y militares y conceder honores y distinciones con arreglo a las Leyes.
    El derecho de gracia. El rey (o reina) tiene el derecho, a propuesta del Gobierno, de remitir en todo o en parte todas las condenas pronunciadas por los Tribunales de Justicia en el orden penal, sea común o militar, bien de manera condicional o incondicional. En todo caso debe ser de acuerdo a la Ley, no pudiendo conceder indultos generales. El rey se reserva la concesión de títulos nobiliarios y grandezas de España.
    El Alto Patronazgo de las Reales Academias.
    Acreditar a los embajadores y otros representantes diplomáticos del Reino, y ante él (o ella) se acreditan los embajadores y representantes diplomáticos extranjeros.
    Manifestar el consentimiento del Estado para obligarse por medio de tratados internacionales.
    Declarar la guerra y hacer la paz

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