lunes, junio 25, 2007

Hombres de milicia

Mi situación de okupa en hogar sin internet se prolonga un poco más de lo esperado. Nada grave, pero me impide profundizar en estos comentarios, al menos por el momento, como yo quisiera. No obstante, ni puedo ni quiero dejar de escribir, así que hoy os voy a proponer una reflexión, digámoslo así, algo más ligera. Y, quizás, es el día más interesante para hacerla, pues hay días en que ciertas personas, y ciertas profesiones, merecen, si no un homenaje, sí un recuerdo.

Hoy quiero preguntaros: en vuestra opinión, ¿cuál es el primer militar de la Historia de España?

No es pregunta fácil. España forma parte, junto con Egipto, Macedonia, Roma, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, forma parte, digo, de un selecto club de ejércitos imperiales, capaces, algún día, de dominar partes enormes del mundo. Ya sé, ya sé que luego llega Paul Kennedy para convencernos de que eso no está tan bien, porque el imperialismo militar es la mejor manera de arruinar a un imperio. Pero, bueno, otros intentaron ser imperios sin conseguirlo (y si no, que se lo digan a Hitler) y se arruinaron igual; así pues, como diría el andalú, que nos quiten lo bailao.

Un ejército imperial ha debido tener grandes generales. España los ha tenido, y nada malos. Aquí ensayo una lista, ampliable (Tiburcio, por favor, si apartas la trompa y lees esto, no aportes más allá de cuarenta nombres, chato) con algunos de los candidatos que yo creo deben estar. No están todos los que son, pero al menos pretendo que todos los que estén, sean.

Eso sí, como recientemente, en el post sobre la mujer más importante de la Historia de España, algún lector dijo que si se podía explicar quién era quién, esto voy a hacer ahora, dedicándole a alguna línea a cada candidato.

Bueno, y si queréis votarles, en público o en privado, me ofrezco voluntario para sumar los votos y publicar la media. No creo que seamos muchos, pero siempre puede salir algo. De 0 a 10, empiezo yo mismo.


ALMANZOR (7,5 puntos): De todos los caudillos militares musulmanoespañoles, escojo a éste, creo que con justicia. En su época, tanto él como sus ejércitos fueron invencibles y se pasearon por España entera. Almanzor llegó a tomar la ciudad de Santiago de Compostela, al norte-norte de España pues, una auténtica proeza militar. La tradición dice que, habiendo respetado el sepulcro del apóstol Santiago, se llevó las campanas de la catedral (no sin antes saquearla) a hombros de cristianos. Putadita que sería devuelta por Fernando III unos dos siglos después, cuando Córdoba retornó a ser cristiana.

ÁLVAREZ DE CASTRO, Mariano (6 puntos). Uno de mis preferidos, aunque no el único, de nuestra guerra contra el pérfido monsieur. No por estratega ni por hábil a la hora de gestionar recursos, sino por andar sobrado de eso que se le supone al soldado, pero que no siempre tiene: valor. Mariano Álvarez de Castro era el comandante de la plaza de Gerona, dentro de la cual contaba con 5.600 soldados, que fueron cercados por 18.000 efectivos del mejor ejército del mundo, el francés, comandados por el conde Saint-Cyr, que no era ningún gilipollas en la cosa de pegar tiros. En esas condiciones, Álvarez de Castro y los gerundenses aguantaron siete meses, que costaron la vida de dos tercios de las fuerzas sitiadas. Don Mariano fue preso por los franceses quienes, según he leído en algunos lugares, lo maltrataron e incluso se podía decir que lo torturaron, por lo que murió poco después.

CHURRUCA, Cosme Damián (5 puntos). Triste enseñanza la que nos deja la vida de este donostiarra de Motrico: entre españoles, no hay nada como perder para que te olviden. De haber sido don Cosme de New Hampshire, seguro que ya Clint Eastwood habría filmado su vida. Marino y científico con gran experiencia, curtido en varias batallas en medio mundo, desde España hasta La Martinica, se cuela en la Historia en la famosísima batalla de Trafalgar, en la que comandó el navío San Juan Nepomuceno, que fue cercado por seis navíos ingleses, ante los cuales vendió cara su piel, sus foques y sus sobrejuanetes. El mito nos dice de él que una bala le arrancó una pierna y que, colocando el muñón sobre un barril de serrín, siguió disparando. Difícil de creer, ciertamente; pero su valor es innegable, como lo es su pericia como marino.

DÍAZ DE VIVAR, Rodrigo (7 puntos). Aunque el Cid no es propiamente un mililtar, sí es verdad que fue un jefe militar muy respetado, aunque un poco veleta con eso de las fidelidades. Sin duda, es uno de los personajes que más hondo han calado en el sentir de lo español, muy a menudo identificado con él. Es míticamente famoso por ser un líder de tanta hondura que logró ganar una batalla después de muerto.

ESPARTERO, Baldomero (7,5 puntos). Este militar cuyo padre debía de ser un poco cachondo mental (lo digo por lo del nombre y apellido en pareado) es el mayor ejemplo existente en la Historia de España, y uno de los mayores del mundo, de militar hecho a sí mismo. Comenzando su carrera militar de soldado raso, las guerras carlistas le vienen a ver con sus oportunidades de ascenso. En las acciones armadas del siglo XIX brilla Espartero por sí solo y alcanza pronto los más altos entorchados. Militar de ideas tirando a liberales, conforma en la Historia de su época un poco la contraimagen de Narváez, que sería el más digno representante de las derechas moderadas. Cuando los liberales, hartos de los devaneos absolutistoides de la regente María Cristina, deciden pasaportarla al extranjero, será Espartero el designado para ser regente mientras Isabel II no tiene la mayoría de edad (razón por la cual don Baldomero, además de capitán general, es príncipe, príncipe de Vergara). En un paroxismo total, décadas después, cuando sea Isabel la pasaportada y otro militar, Prim, esté buscando desesperadamente un rey para España, no serán pocos los que propongan a Espartero, quien declinó amablemente la invitación. Así pues Espartero, hombre del origen más humilde, fue regente y pudo incluso llegar a ser rey.

FERNÁNDEZ DE CORDOVA, Gonzalo (8 puntos). Más conocido como el Gran Capitán, fue el primer general de los reyes católicos e, incluso, hay algún deslenguado que dice que para la reina fue algo más que un militar apuesto. Gonzalo Fernández de Córdova iba para militarcillo de medio pelo, pero su empuje y sabiduría bélicas hicieron de él un elemento imprescindible para el naciente imperio español, especialmente en las posesiones italianas. Militarmente hablando, fue un hombre renovador que supo dar a los ejércitos mucha más movilidad de la que tenían.

MARTÍN DÍEZ, Juan. Juan Martín (9 puntos), más conocido como El Empecinado, es mi preferido. Por dos razones. La primera, porque es un militar renovador. Es él quien, al inicio de la Guerra de la Independencia, se da cuenta de que en campo abierto contra los gabachos no hay nada que hacer, y se aplica a joderles la marrana. Con sus tropas, más bien escasas, se dedica a atacar las líneas de suministro francesas y retirarse después, iniciando una guerra de desgaste, o de guerrillas como se ha dado en llamar, contra la que Napoleón y toda su grandeur no estaba preparado.

La segunda razón de mi admiración es la fidelidad. Juan Martín luchó primero contra la Revolución Francesa (cuando España le declaró la guerra a Francia por la ejecución de Luis XVI); pero luego, cuando volvió a luchar contra el francés, lo hizo por defender la Constitución de Cádiz, fidelidad que ya nunca abandonaría. Fernando VII, el Borbón Sin Palabra, hijo del Borbón Sin Cerebro (Carlos IV), trató de ganarlo para la causa absolutista, pero El Empecinado se lo dijo muy clarito: tú podrás cambiar de chaqueta, chato; pero no el hijo de mi madre (si no quería la Constitución, que no la hubiera jurado; pero yo la juré, y jamás cometeré la infamia de faltar a un juramento). En respuesta, cuando vino la reacción absolutista, los Cien Mil Hijos de San Luis y todo aquello, Martín fue perseguido, apresado, metido en una jaula como una alimaña y colocado frente al pueblo para ser escarnecido. Fue, por supuesto, ahorcado; pero nunca abjuró de sus ideas y de su deber constitucional, que es algo que un militar, cuando es de pura cepa, respeta siempre. Y siempre quiere decir siempre.

SPINOLA, Ambrosio (8 puntos). Noble genovés de rancia tradición de obediencia española, su vida militar se consumirá, principalmente, en la interminable guerra de Flandes. Inmensamente rico, su ambición de gloria militar le llevó a unirse a los ejércitos de Felipe III en lo que hoy es Bélgica y los Países Bajos, donde ya guerreaba su hermano. Militar de especial inteligencia para las labores de asedio, siempre difíciles en los pantanosos llanos flamencos, fue ganando peso en el ejército de Flandes hasta ser su máximo responsable. En realidad, Spínola no sólo fue general, sino financiador; varias veces rozó la bancarrota porque, agostado como estaba el Tesoro español y teniendo en cuenta que el genovés era propenso a pasarse de frenada, adelantaba los sueldos de los tercios y luego las pasaba putas para cobrar de Madrid. Velázquez lo inmortalizó en su famoso cuadro La rendición de Breda. Es el que está pillando la llave.

ZUMALACÁRREGUI, Tomás de (7 puntos). General carlista en la primera guerra que lleva dicho nombre, a pesar de contar con elementos relativamente escasos logró mantener en jaque a las tropas españolas (o mejor dicho las otras tropas españolas), llegando incluso a extender en no pocas cancillerías europeas la idea de que los isabelinos podían perder la guerra. Décimo hijo de una familia de once, para colmo se queda sin padre a los cuatro años. Su madre quería que fuese chupatintas, pero a él la guerra contra el francés le pilla en Zaragoza (Agustina de Aragón es buena prueba de la que allí se montó), momento en el que este ormaiztegitarra (¿se dice así?) siente la llamada de las hostias. Hombre furibundamente religioso y conservador, a pesar de la evolución de las cosas no se apea de su absolutismo y, en consecuencia, al llegar Isabel al trono se apunta al bando del carlismo. Peleando con este ejército aprovecha la difícil orografía del norte de España para desesperar a los generales isabelinos, de modo y forma que consiguió encencerle el pelo a militares tan buenos como el propio Espartero o Espoz y Mina. Ordenado que le fue por Don Carlos de poner sitio a Bilbao (él quería tomar Vitoria, pero en Bilbao había más pasta y el ejército carlista andaba corto de numerario), una bala perdida le hirió en una pierna y murió, bastante tontamente, de septicemia.

12 comentarios:

  1. Anónimo8:42 p.m.

    Me gustan especialmente el Cid, el gran capitán, inventor de los tercios y Spinola, el cual es nacido en Genova, así que añado unos dos nombres más a la lista, siendo el segundo imprescindible.

    Juan de Austria - la batalla de Lepanto y lo que significó creo que son bastante importantes a pesar de que no sea nacido en España
    Alvaro de Bazán - también de la batalla de Lepanto, aunque este tiene un historial bastante más extenso: derrota a los franceses en Galicia, toma varias islas en el Atlántico e incluso se le considera el inventor de la Infantería de marina. El elegido para guiar a la Armada Invencible pero que falleció antes ¿victima del espionaje inglés?

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  2. Anónimo8:58 p.m.

    Que descuido,se te ha olvidado el generalísimo! ;)

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  3. Anónimo9:51 p.m.

    Buena selección. Hecho de menos al Capitán Alatriste, y no es coña. Pero ya que de reales se trata... de los expuestos yo me quedaría con Espartero, siempre le he tenido especial cariño. Quizás por el abrazo de Vergara que ilustraba mi Santillana de la EGB. Aunque no sé yo si los barceloneses le tendrán en muy buena estima.
    Personalmente eligiría a alguien más humilde y desconocido, del que quizás puede que haya muchos ejemplos. El Cabo Luis Noval, un ovetense que no vaciló en sacrificarse por sus compañeros en la guerra de Melilla.
    También, por su resistencia numantina y su convencimiento de que el ejército español no se rendía jamás, escogería a todos y cada uno de los héroes de Baler.

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  4. Anónimo9:52 p.m.

    ¿Esos son todos los que se te ocurren? Porque a mí, personalmente, me vienen en seguida bastantes más. Y encima faltan los más importantes, los que hicieron de España lo que es ahora. Empiezo comentándote los que has puesto, poniéndolos mi puntuación y luego añadiendo los que creo que faltan.

    ALMANZOR (6 puntos):
    A este no le profeso una gran alegría. Militarmente es excelente, sin ninguna derrota aparente (ni si quiera la falsa historieta del tambor). Pero amigo mío, como gobernante y político es un pufo. El hombre debilitó a la familia reinante en beneficio propio (al final sólo consiguió desestabilizar el país). Hace obras arquitectónicas de dudoso gusto, como la ampliación chapucera de la Mezquita de Córdoba (esa de las columnas pintadas) y encima guerrea con todos los reinos cristianos cabreándolos y sin conseguir fijar una frontera estable, lo que a la postre supondrá la respuesta de los susodichos.

    ÁLVAREZ DE CASTRO, Mariano (6 puntos):
    Éste si lo considero justo, por tener un par de cojones. Pero se te han caído otros más de la lista que hicieron lo mismo.

    CHURRUCA, Cosme Damián (6'5 puntos):
    Desgraciadamente uno de los marinos españoles más importantes. Desgraciadamente, porque después de su muerte se inicia la decadencia sin freno de la marina y de España en general. Un hombre bastante interesante. Lo considero un héroe olvidado.


    DÍAZ DE VIVAR, Rodrigo (5 puntos):
    Este señorito lo único bueno que tiene es un cantar con unas cuantas buenas rimas y una familia militar exaltada por éstas. Aprobado raspado.

    ESPARTERO, Baldomero (7,5 puntos).
    Espartero y Narváez, Narváez y Espartero. ¿Será verdad que los españoles tenemos una cultura de dictadores que hemos transmitido a los latinoamericanos? Desde luego en ese periodo no fuimos un ejemplo de democracia.

    FERNÁNDEZ DE CORDOVA, Gonzalo (8 puntos):
    Muy, muy importante. El Cayo Mario del ejército español. Le debemos 300 años de imperio a este señor, no de manera plena, pero al menos en parte. Es una personalidad muy interesante, puesto que es acusado de traición por rivales ante el Católico y tiene bastantes problemas. En España los favores no se suelen devolver.

    MARTÍN DÍEZ, Juan. Juan Martín (8 puntos):
    Le conocía por su faceta guerrillera, pero no por su faceta liberal. Eso le hace subir puntos. De todas formas creo que la puntuación que le has puesto es bastante elevada. Dejémoslo en un 8.

    SPINOLA, Ambrosio (7 puntos):

    General en el ocaso del imperio español en centro Europa. Hizo lo imposible en una época en la que muchos militares tal vez fueran conscientes de que el esplendor se acababa. De todas formas le has puesto muchos puntos.

    ZUMALACÁRREGUI, Tomás de (7 puntos):
    Pobre hombre, morir por un disparo mientras estaba sobre un tejado no es una de esas anécdotas que un militar quiera para su biografía. En esto se le puede comprar con Patton. Como bien has dicho, puso en jaque a los ejércitos isabelinos y se paseo por toda España abriendo 5 columnas. También hay que reconocer que tuvo la inestimable ayuda de un ejército isabelino completamente descompuesto y sin un mando claro, que sólo ganó la guerra porque los carlistas cometieron errores de bulto.

    BLAS DE LEZO (8 puntos):
    Militar que ha sido injustamente olvidado por los españoles y hábilmente borrado de la memoria por los ingleses. Infligir una derrota tan flagrante a una flota tan enorme (la segunda mayor flota de toda la historia) es algo remarcable. Encima lo hizo alguien que era conocido como “el medio hombre”. Sigo diciendo que esta es una de las grandes victorias de los ejércitos españoles. De no ser por ella, quizás es posible que en centro América se hablase inglés en vez de español.

    FERNANDO III EL SANTO (6 puntos):
    Un rey olvidado que fue uno de los grandes “reconquistadores”. Con él recuperamos muchas de importantes ciudades del sur de España que llevaban sin ser cristianas unos 400 años. Especialmente remarcable fue la reconquista de Córdoba.

    FERNANDO EL CATÓLICO (7 puntos):
    Si al Gran Capitán le debemos un ejército digno, a este hombre le debemos el impulso que nos mantuvo en la cúspide durante al menos 200 años. El fin de la Reconquista, la conquista de América, las posiciones en Italia, las posesiones en el centro de Europa. Es cierto que utilizó demasiado a las fuerzas castellanas para el beneficio de la Corona de Aragón, pero se le puede perdonar por sentar las bases de lo que sería España. Además, ¿no fue él señalado como un buen gobernante por Maquiavelo en su obra “El Príncipe”? Y por supuesto no nos olvidemos de su mujer, que ya se sabe: al lado de un gran hombre...

    FELIPE V (7 puntos):
    El primer Borbón. No muy apreciado en ciertos pueblos de España. A este y a su sucesor le debemos el segundo gran impulso de nuestra nación, que duraría otros 100 años. Ya sé que a muchos catalanes o valencianos les pueda molestar esta mención, pero al César lo que es del César: su reforma de la administración del Estado, su nueva política de gobierno, los Decretos de Nueva Planta, la base de la España actual la diseña él. Su política militar es un poco difusa, demasiado centrada en la alianza con los franceses. Pero sus reformas en el ejército, añadiéndolo las nuevas técnicas del ejército francés, harán que vuelva a ser competitivo.

    CARLOS III (8 puntos):
    El segundo mejor Borbón. Su interés puesto en la recuperación de las fuerzas armadas hará que nuestra armada vuelva a ser lo que fue en los siglos XV y XVI.

    PRIM (7 puntos):
    El último gran militar español. Un general muy habilidoso y valiente, que al igual que Espartero, sube por sus propios méritos (raro para la época). Sus combates en América y Norte de África son las últimas grandes vitorias.

    Y por último los 2 mejores generales españoles:
    HERNÁN CORTÉS (9 puntos):
    No sé como te puedes olvidar del militar que conquistó el mayor imperio indio de América, a la postre el mayor imperio que conquistó España, y lo hizo sólo con 400 soldados, Malinche y una inteligencia diplomática de leyenda. De las mayores epopeyas militares, comparables a las de Alejandro Magno y la de Aníbal (el de Cartago). Pero me atrevo a decir que es mejor militar que éstos dos, porque no solo venció sino que dominó y estableció un dominio político, cultural y social que duraría 300 años. México sería la posesión más preciada para los españoles, algo así como la India para los ingleses.

    FRANCISCO PIZARRO (10 puntos):
    Dicho todo lo que he dicho antes, a este caballero se le puede aplicar todo eso y más. Para mí es el mejor militar español y el militar más importante de toda la historia. Para empezar, establece un dominio que, al igual que en México, duraría 300 años. Continuamos con que hispanizó a todos los descendientes, haciendo que la cultura española se extendiese por América como lo hizo la cultura helena por Asia. Fundó ciudades, abrió rutas de comercio... Derroto al que probablemente era el segundo imperio más poderoso del continente. Pero lo hizo estando completamente incomunicado de la metrópoli y con tan solo 180 soldados, 37 caballeros, mucha diplomacia... y un par de cojones. Y empezó mal, perdiendo batallas, pero mira lo que es la historia, “quien la sigue la consigue”. Los apelativos se quedan cortos. Y, al igual que Cortés, se casó con una nativa y se puede considerar a sus hijos los primeros peruanos modernos.

    Hasta aquí todo lo que se me ha ocurrido. Seguro que me dejo a muchos en el tintero, pero uno tiene que cenar.

    Saludos a todos.

    P.D.: ¿Para cuando un Top 10 de los mejores militares de toda la historia? Yo te ayudo con los dos primeros.

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  5. Anónimo3:21 a.m.

    me ha gustado esta seleccion de generales, pero tambien hecho en falta gente como Riego,Cortés y Carlos I. Muchas gracias por deleitarnos con un blog tan entretenido. un saludo

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  6. De todos los mencionados, mi favorito es Ambrosio Spínola. Posiblemene no fuera el mejor estratega de los citados, pero eso lo suplía con dos elementos esenciales: una buena comprensión de la logística y unas dotes diplomáticas muy importantes.

    Me gusta el desafío del top ten de militares de toda la Historia. Yo pondría al Napoleón del período 1793/1809, aunque le encuentro un pero: su ambición tendía a ofuscar su genio político, que más que genio era listillo y nada más. Por otra parte, sin quitarle todo el mérito, hay que reconocer que una parte de sus logros se debió a que tenía en sus manos una herramienta de marca mayor: el ejército francés revolucionario. Cuando esa herramienta perdió punta en la Campaña de Rusia, Napoleón ya no fue capaz de lograr los mismos éxitos que en sus primeros años, aparte de que su calidad como estratega y la de sus mariscales había bajado.

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  7. Bueno, está visto que lo de los militares en la Historia habrá que hacerlo. Por si si, voy a echar mi cuarto a espadas.

    Para mí, el mayor genio militar de la Historia es Cayo Mario, seguido a corta distancia de su sobrinito Julio. Ambos son genios militares de primera fila, por mucho que también sean políticos cuya actuacíón empañe un poco esos méritos.

    Más allá, debe citarse a Napoleón, sin duda, y a Alejandro. Pero, más allá de lo dicho, se me ocurren algunos nombres, tales como:

    * Hohemreb (el general de Aida, o sea la ópera de Verdi, no la serie de televisión), porque se las ingenió para pacificar un país arruinado, dividido casi en una guerra civil y amenazado por una potencia extranjera (Mitanni).

    * Erich von Manstein: a despecho de Rommel, por supuesto los aliados y otros buenos generales, Von Manstein es, en mi opinión, la culminación de una de las mejores escuelas de guerra de la Historia, la escuela prusiana, y el verdadero estratega de una de las campañas bélicas más impresionantes que se conocen:la campaña de Francia.

    * Nelson, por supuesto.

    * También merece un puesto el mariscal Pétain; pero no, obviamente, por el gobierno de Vichy, sino por su papel en la batalla de Verdún, donde demostró grandes conocimientos militares.

    * Moshe Dayan. Las condiciones en las que Israel ganó la guerra de los seis días no eran nada fáciles; está bien eso del mito de la ayuda americana y bla, bla, bla, pero además hay que saber un par de cositas de estrategia militar.

    * El conde Belisario. Obtener los réditos que obtuvo de un ejército en franca decadencia requiere de mucha sabiduría.

    Salen muchos, salen...

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  8. Anónimo10:52 a.m.

    Para la historia militar española, mi favorito es Viriato. Me quedo con un militar al cual Roma solo pudo vencer por la traición de alguno de sus hombres, y por ser uno de los primeros militares en utilizar tácticas de guerrilla.

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  9. Yo elegiría como mejor militar español a Gonzalo Fernández de Córdoba.
    Y apunto otros dos militares españoles que se merecen estar entre los diez primeros, a mi entender:
    Hernán Cortés: vale, el hundimiento del imperio azteca se debió en buena parte a sus graves problemas internos, pero aún así acabar con él contando con tan sólo un puñado de hombres tiene mucho mérito.
    Valeriano Weyler. Su actuación en la guerra de cuba muestra que, a finales del siglo XIX, ya tenía una visión clara de cómo había que enfrentarse a las sublevaciones coloniales, si se pretendía vencerlas: siendo un auténtico hijo de puta, es decir, metiendo a la población civil en lo que hoy llamaríamos campos de concentración, para aislarlos de los combatientes. No creo que se pueda estar orgulloso de haber sido el primero en idear eso, pero lo convierte en un militar visionario.

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  10. Creo que generales españoles de grandeza comparable a Cortés y Fernández de Córdoba no hay. Entre lo que tenían, cómo partían, y lo que consiguieron, están entre los más grandes: un Epaminondas, un Aníbal, un Mario, un Belisario...

    En un terreno menor, a mí me gustan mucho Temístocles, Formión, Brásidas y Gilipo, de los que entran en mi campo favorito.

    No estarían mal dos post: uno sobre los méritos reales de Franco en el terreno militar, comparándolo con otros generales contemporáneos sobre todo, más jóvenes y más viejos; otro sobre la actuación de Cortés en el intento de toma de Argel, y si lo que dijo fue una baladronada o un atisbo de genialidad.

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  11. Para Inquisidor:

    Churruca fue un magnífico marino explorador, pero como marino militar, la figura era su jefe en Trafalgar, el grandioso Federico Gravina, que murió también unos meses después de la batalla, no sé si de las heridas recibidas o de la pena por España...

    Vaya, creo que tengo el día poético

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  12. Anónimo10:08 p.m.

    anonimo:

    Blas de Lezo y Olavarrieta ; tambien llamado medio-hombre.

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