miércoles, noviembre 11, 2009

Vigencia del marxismo

Estos días de aniversario redondo, 20 años de la caída del muro berlinés, se habla bastante de marxismo. Para las mentes más antimarxistas o lejanas del marxismo, el fin del muro viene a suponer el fin, también, del marxismo, que se convertiría, de esta forma, en una filosofía política nacida para generar un antes y un después en la Historia de la Humanidad; pero que, en la práctica, apenas ocupa un parpadeo en la misma, el parpadeo que va más o menos desde 1850 hasta 1990. Los marxistas y, sobre todo, los ex marxistas, tratan por su parte de salvar los muebles, unos; y de hacer como si nada hubiese pasado, otros.

Mi opinión personal es que Marx, primero; y sus seguidores, después, cometieron demasiados errores como para que se pueda considerar que ese cadáver vaya a poder levantarse de nuevo. Y de seguido desarrollo mis pensamientos al respecto.

En primer lugar, hay un argumento antihistórico que veo con frecuencia en artículos y blogs de partidarios. Me refiero a ese argumento que trata de convencernos de que lo que pasa con Marx es que nadie le entendió bien y que, de hecho, los marxistas lo pervirtieron. Este argumento es bien conocido en el entorno marxista, más concretamente soviético, pues desde hace años hay en Rusia toda una literatura destinada a vendernos la figura de Vladimir Lenin como un demócrata convencido que tuvo la mala suerte de tener un yuyu cerebral demasiado pronto que permitió al pérfido Stalin quedarse con el machito y desviarlo.

Esta teoría, al igual que su hermana tendente a salvar a Marx, olvidan, a mi modo de ver, el pequeño detalle de que a un demócrata convencido no se le nota eso por sus ideas, sino por practicar la democracia. Es cierto, al menos a mí me parece impepinable, que Lenin no fue Stalin en lo que se refiere a la democracia interna del PCUS. En las sesiones del Comité Central del PCUS que presidió Lenin no fueron pocos los miembros que hablaron libremente, muy a menudo criticando las ideas o estrategias del líder, y eso es algo que años después, cuando el secretario general era Stalin, no hacían, más que nada porque a quienes lo hicieron les costó la vida. Pero que un partido político sea más democrático internamente no quiere decir ni que sea plenamente democrático ni mucho menos que practique la democracia hacia los que importa, que son los ciudadanos. Lenin fue el iniciador de la imposición (ésta es la palabra) del comunismo en el agro soviético, política que acabó con la vida y la dignidad de muchas, muchísimas, personas. Lenin fue el primer defensor de la idea de que los estados revolucionarios deben ser dirigidos por una élite revolucionaria que ya sabe lo que tiene que hacer y ni de coña necesita ni que la voten ni que la avalen ni que la critique una prensa libre ni leches en vinagre. Todo muy democrático.

Igual para con Marx. Se puede decir que las teorías de Marx son profundamente democráticas pero que fueron malentendidas por sus seguidores. Y se puede decir porque, al fin y al cabo, viviendo como vivimos en un mundo en el que a alguien se le ocurre decir que los aztecas eran extraterrestres de la Nube de Magallanes y hasta escribe libros y sale en la tele, pues queda claro que, decir, decir, se puede decir cualquier cosa.

A mí me parece más cierto que la lectura del Manifiesto Comunista no destila amor alguno por la libertad de las personas. Destila amor por la libertad de una clase social hasta entonces oprimida, el proletariado; amor que, puesto que parte de un análisis excluyente (o prevalece el oprimido, el proletariado; o prevalece el opresor, es decir la burguesía) deviene en odio. Odio hacia el otro. La creencia en la democracia es, por definición, una creencia integradora. Por eso es, en el fondo, tan difícil ser demócrata, como ya barruntó Pericles. Uno tiene sus ideas y puede incluso conseguir que esas ideas sean las de la mayoría de la polis, lo cual le llevará a ejercer el poder democrático. Pero ningún poder democrático otorga la capacidad de ningunear, mucho menos atacar, las ideas contrarias.

El primer, gran, error de Marx, por lo tanto, estriba en no entender esto. En no entender que una ideología moderna, en la segunda mitad del siglo XIX, debía llevar en su interior estos mecanismos de respeto a las minorías, porque de no existir éstos, tarde o temprano caería.

En realidad, es un error comprensible. Cada uno juega el partido en un campo diferente y el del marxismo fue un partido que se jugó en parte contra la burguesía pero también en otra parte importantísima, contra la otra gran ideología (por llamarla de alguna manera) revolucionaria competidora, es decir el bakuninismo. El marxismo crece, hasta la segunda guerra mundial, con un ojito puesto en el anarquismo; hay zonas del mundo donde esta frase es incierta, pero en España es, desde luego, básicamente cierta. El anarquismo le pone al marxismo las cosas muy difíciles porque, en el momento en que éste tiene tentaciones posibilistas, tentaciones burguesas en el sentido de aceptar el juego democrático siquiera como un mal menor (así nace la socialdemocracia), surge, entre los más desfavorecidos, la brillante atracción del anarquismo irredento, que promete no ceder nunca y que, incluso en sus vertientes más radicales, estirnerismos y tal, no sólo acepta la violencia como elemento de la dialéctica revolucionaria sino que la fomenta. Ahí están figuras como la del ínclito Jules Bonnot para demostrarlo. Por eso, quizás, puede considerarse una buena noticia del siglo XX el final del marxismo; pero mucha mejor noticia, a mi modo de ver, es la caída en desgracia del anarquismo.

Marx no quería sociedades libres. Quería sociedades estatuidas bajo una dominación de clase, en las que lo importante era la clase, no el individuo. Es cierto que opinaba que eso se hacía en bien del burgués. De alguna manera, pensaba que el burgués quizá se sentiría jodido cuando le fuese arrebatada la propiedad privada, es decir la de los medios de producción, y se le retirase esa plusvalía que en realidad pertenecía al obrero y por lo tanto ya no se pudiese comprar merluzas y BMWs; pero, al fin y a la postre, como la sociedad comunista lleva a la felicidad universal, se sentiría de maravilla. Pero, claro, ese argumento es el mismo que esgrimían los evangelizadores de América y África que imponían sus creencias a cristazos; si no vale para unos, tampoco vale para otros tan sólo porque sean nuestros amiguitos.

El argumento, pues, de que Marx fue malentendido falla por su base. Si Marx, que dicen pensador clarividente y escritor aseado, hubiese querido dejar claro que la libertad del individuo y la de las sociedades de elegir su destino era una barrera infranqueable en la aplicación de sus teorías, lo habría dejado escrito. Y no lo hizo. El esquema marxista es un esquema en el que una élite revolucionaria, que va varios pasos por delante del pueblo al que teóricamente sirve, impone a ese pueblo una serie de soluciones digamos que provisionales, la principal de las cuales es la dictadura del proletariado, que en algún momento de un futuro que nunca llegó se podrían relajar porque se habría llegado al comunismo perfecto. El marxismo, por lo tanto, se concebía como esa faja de acero con la que se sujeta una plasta de hormigón blando y que se retira cuando ha solidificado y ya se sostiene por sí misma. El problema, como digo, es que el forjado nunca se quitó.

Este es el segundo gran error de Marx, a mi modo de ver. No estableció etapas claras y, mucho menos, un calendario estricto. Lo cual nos lleva a pensar en una doble posibilidad: o bien era tonto del culo, o bien se dio cuenta de que, así escritas, sus teorías sentaban la base para que cualquier Stalin de turno considerase que el momento de soltar el forjado no había llegado y, consecuentemente, siguiese apretando. Se dio cuenta de eso pero, a pesar de ser, dicen, un demócrata convencido, le dio igual. Hay, claro, una tercera teoría: que Marx tenía de demócrata lo que yo de sexador de pollos letón y, en el fondo, escribió exactamente lo que quería escribir; ni una coma más, ni una menos.

El tercer gran error de Marx fue creer a pies juntillas que el capitalismo se derrumbaría bajo el peso de sus propias contradicciones. En este punto, hay que reconocer que la Historia ha sido amargamente cachonda con él, pues no ha sido al capitalismo, sino a sus propias teorías a las que parece que les ha ocurrido lo que él pronosticó (aunque yo creo que lo que les ocurrió fue otra cosa que tiene mucho que ver con el concepto de desidia). El análisis histórico marxista hace aguas por veinte sitios. Es como un geómetra que intentase fabricar una geometría partiendo de axiomas falsos. Para el marxismo, la Historia hasta Marx es la historia de una dominación de clase, la burguesa. En tal sentido, la Historia Antigua y Medieval son como infancias de esa dominación, momentos en los que la burguesía aún no está lo suficientemente desarrollada para hacerse con la dominación a la que aspira, motivo por el cual se generan esquemas feudales liderados por una clase, la nobleza, que será posteriormente desplazada. La concepción dialéctica de la evolución tiene estas cosas.

A Marx le faltó visión evolutiva. Le faltó darse cuenta de que los organismos, también los organismos sociales, los económicos, los políticos y, en definitiva, eso que podríamos denominar organismos históricos, evolucionan constantemente para realizar un objetivo fundamental: pervivir. Un organismo nunca evoluciona hacia su desaparición. Los organismos desaparecen porque cae un meteorito, o porque otro organismo (por ejemplo, un virus; o un predador) resulta ser más fuerte que ellos y se los apiola. Debo confesar que me cuesta ponerle la vitola de gran filósofo, de pensador brillante, a un tipo que pensó que el capitalismo sería capaz de albergar y alimentar en su seno tendencias y actuaciones que lo llevarían a su extremo debilitamiento y su final. Lo que pasó, Marx por supuesto no previó y sus seguidores se empeñaron en no querer ver durante décadas, es que el capitalismo se autorreguló para ampliar la base de sus clases medias, primero; y para crear la idea de los Estados del Bienestar, después. Este segundo factor fue crítico porque supuso que el capitalismo, con total desparpajo, se pusiera a competir con el marxismo en su propio terreno, pues los defensores de la Unión Soviética se quedaron sin nuez en el cuello en los años cincuenta, sesenta y setenta, a base de repetir aquello de que en la URSS no había libertad pero la educación y la sanidad eran gratis.

El siguiente gran error de Marx fue su protofascismo. Pues sí, ya lo siento pero no encuentro otra manera de expresarlo. Elemento fundamental de los fascismos es la total sumisión del individuo a un ente superior, el Estado o el Partido o ambas cosas (pues ambos tienden a ser la misma cosa, de hecho). El marxismo es la otra gran ideología, no sé si antihumanista, pero sí, desde luego, no-humanista. El primer elemento, sobre el que tanto escribirían Lenin y Trosky, de considerar la existencia de una élite revolucionaria, una pandi de los que saben, ya supone capitidisminuir a los demás, que siguen teniendo su albedrío, desde luego, pero tienen, por así decirlo, menos derecho a que se les tenga en cuenta (y si son desviacionistas burgueses, sus derechos se ven aún más recortados, no sé si me explico).

No pongo en duda que para Marx el objetivo final es la plena realización del individuo. Cuando yo estudiaba, hace muchos más años de los que quiero recordar, había por la facultad unos carteles de las Juventudes Comunistas que me gustaban mucho. Bajo la frase: «¿Cuál es tu sueño, tu mejor sueño?» Había un dibujo de Marx señalando al espectador con un globo que decía: «¡En eso estamos de acuerdo!» Y es verdad: en eso estamos de acuerdo, y lo estaremos siempre.

Pero el problema de Marx no es el qué, sino el cómo. Como digo, toda la filosofía marxista está, o a mí me lo parece, imbuida de ese principio del forjado que sostiene el hormigón y que algún día (algún día...) se retirará cuando el hormigón haya solidificado. En aras de un objetivo humanista, que es la plena realización del individuo como persona, como ser social y como ser económico, se dibuja un camino en el cual no se le hacen ascos a métodos de raíz, qué digo de raíz, de plena esencia totalitaria. Como ya he escrito supra, si tan listo era Marx, resulta difícil imaginar que no se diese cuenta de que estaba poniendo las bases para que otros más simples que él cogiesen el rábano por las hojas y se dedicasen a fusilar, a construir checas y campos de concentración (algo que, por cierto, también le pasa a Nietzsche).

Pero, sobre todo, el gran problema del marxismo, su gran gran error desde el punto de vista del pensamiento, es que no se diese cuenta de que estaba dibujando un entorno inmotivado. Dado que Marx, al menos en mi concepción, no era nada humanista, no tenía ni de coña al individuo en el centro de su pensamiento, no se dio cuenta de que el marxismo, una vez aplicado, devendría en un sistema social y, sobre todo, económico, cuyos agentes no encontrarían ningún incentivo real para producir. Como he dicho, Marx es un geómetra que parte de un axioma falso, que es: el ánimo de lucro NO es el factor que impulsa al ser humano como agente económico. Partiendo de este axioma, es posible que el hombre produzca aunque no medie la posibilidad de enriquecerse con ello, de obtener rentas y cosas en propiedad.

Este axioma es falso. El hombre, como ser económico, produce para obtener un beneficio de ello, beneficio que sea sustanciable en elementos de bienestar, sean éstos vestidos mejores para sus hijos, un coche de puta madre, un centollo en la mesa o una tía cada día. En el tiempo en que Marx escribe, muchos hombres, obreros, no pueden hacer eso porque su plusvalía ha sido robada por el burgués. Pero, una vez recuperada la plusvalía, la reacción del obrero no sería la que imaginaba Marx, esto es contribuir con la misma a una sociedad comunista gestionada por el Estado (o sea, el Partido), sino comprarse un DVD. El esquema ideado por Marx no es la natural salida del hombre como ser económico; por esta razón dicho esquema ha de ser impuesto, con lo cual ya hemos vuelto a los esquemas dictatoriales, totalitarios y protofascistas.

¿Hubiera sido la misma la evolución del capitalismo sin haber existido la alternativa marxista? Es una pregunta sin contestación, como todas las ucronías. Pero, en todo caso, aún admitiendo que el marxismo ha cumplido la misión histórica de quebrar una presunta evolución del capitalismo hacia la plena dominación del proletariado, aún cabe recordar que, tal vez, ese trato nos puede parecer a nosotros, ciudadanos occidentales, cojonudo; pero, tal vez, le ha salido un poco caro a los muchos millones de ciudadanos que han vivido décadas encerraditos en países en los que, para que nosotros tuviésemos libertades, ellos no podían tener ni pan de molde en condiciones.

Y está, por último, la riada, riada larguísima, de muertos, dejada por el marxismo y sus acólitos. Los cadáveres de Stalin, de Mao, de Pol Pot, reclaman su lugar en la Historia. Y no creo que si pudiésemos hablar con ellos les fuese a consolar la idea de que allí, allí, más allá del horizonte, les esperaba la sociedad perfecta.

Los ciudadanos soviéticos, que en décadas de comunismo desarrollaron una chistología muy densa al respecto, acuñaron la frase de que una sardina es una ballena que ha pasado por un Plan Quinquenal. Este chiste fue adaptado por los liberales occidentales en un aforismo que decía: una sardina es una ballena que ha pasado por todas las fases del socialismo, menos por la última. En el fondo, juzgar al marxismo se reduce a la pregunta de si el destino de ser ballena merece el presente de ser sardina.

La respuesta de la Humanidad, y de la Historia, es, más bien, que va a ser que no.

20 comentarios:

  1. Y un tema que vi el otro día por ahí (creo que en el blog de Escolar) y que me hizo dar un par de vueltas.

    ¿El hecho de que no exista esa alternativa que representó el comunismo durante muchos años no está haciendo que el capitalismo se vuelva más encarnizado? ¿que vayamos perdiendo derechos poco a poco?

    Porque no sé, la relación sueldo/coste de la vida creo que ha empeorado en estos últimos años respecto a las que tenían nuestros padres, por poner un ejemplo. O la tendencia a la privaticación de la Sanidad y de algunos otros servicios... no sé. ¿El neoliberalismo está más fuerte porque no hay comunismo?

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  2. Me cuesta creer ese argumento, Robert.

    En primer lugar, la relación entre ganancia media y coste de la cesta básica de la compra tiende a ser más pequeña o, si lo prefieres, los hijos tienden a vivir mejor que los padres. Pero esto está lejos de ser un hecho axiomático, y se dan marchas atrás que tienen que ver más con los ciclos económicos que con la ideología de los gestores.

    Sobre el asunto de la sanidad, ciertamente hay una tendencia hacia la gestión privada pero, aún admitiendo, que es mucho admitir, que un operador privado da peor servicio sanitario, no hay que olvidar que el servicio sanitario actual, por ejemplo en España, se produce sobre el 100% de la población; mientras que la prestación sanitaria, durante esos años presuntamente dorados en los que la existencia del comunismo moderaba las ínfulas liberales, llegaba apenas al 60%. Dicho de otra forma, aún admitiendo que el servicio sanitario era mejor hace 25 años que hoy (cosa en la que, insisto, yo no creo) habría que admitir, de seguido, que era un servicio más elitista que ahora.

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  3. Anónimo4:01 p.m.

    Querido Escribidor Historico:

    Como anarquista confeso me llama la atencion lo siguiente:

    Por eso, quizás, puede considerarse una buena noticia del siglo XX el final del marxismo; pero mucha mejor noticia, a mi modo de ver, es la caída en desgracia del anarquismo.


    Robert te llama la atencion en ese punto. Yo pienso que la reafirmacion del sistema salvaje capitalista es un nuevo opio del pueblo. Por contra , Individuos que piensan lo que Tyler Durden (entre los que me cuento) seguimos aqui.

    Yo creo que el Anarquismo tiene ese descredito porque no se le dejo florecer (mayormente gracias a nuestro amigo el marxismo, que tanos flacos favores nos hizo, ver Ucrania Majnovista o La Cataluña Liberada). Y el aura violenta del anarquista se debe a la desesperacion contra el hecho de saber que desde ambas opticas, derecha e izquierda , se le sabe perseguido y estigmatizado.

    Desde luego, no se pueden hacer analisis superficiales en esto. Sobre todo porque las sociedades acratas son Ucronias de lo que pudo ser y no fue. Pero conviene entender que hoy por hoy, aunque desprestigiados como afirmas, el Anarquismo no solo vive, sino que reaparece en cosas como el Software Libre.

    Lo flipe. me encanta este articulo.

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  4. Anónimo4:56 p.m.

    Buen análisis.
    1. Que conste que algunos historiadores y profesiores de historia lo usams como instrumento de análisis, desde los Annales para acá.

    2. No sé si era en Ignacio Ramonet, pero leí una vez en los noventa, que ahora que ya no existía el comunismo, poco a poco se desmantelabael estado de bienestar.

    3. Es curiosa que las islas que quedan sobrevivan por acer negocios con el capitalismo occidental:Cuba con el turismo; Corea del Norte elaborando series de animación como se ve en el cómic Pyongyang de Guy Delisle. China no cuenta, es plenamente capitalista. El comunismo sólo justifica el nombre de la dictadura donde los pobres tiene 0 derechos-antes, cuando eran comunistas tenían sanidad y educación.

    4. Un chiste tomado de "Los lunes al Sol". Se encuentra dos emigrantes rusos en España:
    -Hola Boris.
    -Hola Iván.
    -Lo que nos dijeron del socialismo era mentira.
    -Lo que nos dijeron del capitalismo era verdad.

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  5. Anónimo7:39 p.m.

    Excelente post, pero he echado en falta que hicieras referencia al darwinismo que inspira en gran parte el marxismo y que también es en gran parte falso: el hombre colabora con otros con reciprocidad para sobrevivir, y no sólo por obtener una plusvalía económica, también por prestigio o tiempo para hacer lo que le venga en gana, por ejemplo. Desde Kropotkin a Weber pasando por Himanen han señalado este error de base.

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  6. Anónimo10:47 p.m.

    El 4º anónimo era yo.
    CorsarioHierro

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  7. Pollito constipado6:30 p.m.

    JdJ, es curioso que tu entrada sobre el marxismo tenga tan buen recibimiento por parte de personas que aún parecen manejar esquemas marxistas –digamos, una Weltanschauung marxista de 3ª generación, la que conocemos como progre. Es lo que más me ha llamado la atención.

    Quiero recordarles a algunos de los que aquí participan que en España el sector público controla o maneja aproximadamente la mitad del PIB. Si eso es "capitalismo salvaje" que venga Dios y lo vea. Habría las mismas razones para acusar a este sistema mixto de "socialismo salvaje" o "intervencionismo salvaje", puesto que estamos aproximadamente al fifty-fifty (y por lo tanto, ninguno está contento, ni los socialistas, que quieren más Estado, ni los liberales, que quieren más mercado). Por cierto, qué gracia me hace esa expresión de "capitalismo salvaje" o "encarnizado". Y yo que creía que lo salvaje era enviar a millones de personas en vagones de ganado a campos de trabajos forzados a 40 grados bajo cero...

    Lo de los pobres sin derechos me ha llegado al alma. En España, como en cualquier país mínimamente democrático, un pobre tiene los mismos derechos que Juan Luis Cebrián, que de pobretón no tiene nada. Otra cosa es que no tenga el mismo poder adquisitivo, pero ese problema se suele solucionar trabajando. Si hay talento y esfuerzo, y un entorno de libertad económica que genere oportunidades y empleo, hay recompensa. En ausencia de ese entorno, como no hay tantas oportunidades ni empleo, uno siempre puede buscarse alguna subvención pública, o un puesto de funcionario, de sindicalista liberado, o medrar en la política.

    Siempre me ha llamado la atención que se pondere tanto eso de la educación y la sanidad públicas y "gratuitas".

    En primer lugar, no son gratuitas, sino bastante caras, pero como se pagan indirectamente, parece como que no se nota. Más baratas serían si hubiera libre competencia y el Estado no cobrase ese servicio sí o sí mediante coacción, como hemos visto en tantos otros sectores que antes eran monopolios estatales y ya no lo son. Si alguien no se lo puede permitir, pues se establecen unas ayudas especiales para rentas muy bajas (un sistema de cheques que permita libertad de elección) y ya está.

    En segundo lugar, y teniendo en cuenta que la necesidad más básica del hombre es la alimentación, es extraño que no reclamen la asunción por parte del sector público de la "cobertura alimentaria universal", esto es, que nos cobrasen la alimentación vía impuestos, y después fuésemos al economato más próximo con la cartilla de racionamiento en la mano a buscar las lentejas y el tocino (y el vinito para ahogar las penas, claro).

    En tercer lugar, el único lugar que se me ocurre donde la alimentación, la sanidad y la educación son gratuitas, aunque no hay libertad (uy, qué pequeño inconveniente), es la cárcel. En los países comunistas, todo eso lo pagan ellos mismos con su esfuerzo, porque esas cosas no caen del cielo. Conclusión: todos a la cárcel, que nos lo dan "tó gratis". ¿Que dónde queda la dignidad? Ah, amigo, la dignidad está en la libertad, en depender del propio esfuerzo y ver respetado el fruto de ese esfuerzo.

    Otra: identificar el anarquismo, con el software libre es un despropósito. Un movimiento que recurrió frecuentemente (y, en algunos períodos y lugares, incluso sistemáticamente) a la violencia y al terrorismo, y que perseguía un colectivismo coactivo (es decir, sí o sí), no tiene NINGUNA relación con un movimiento que se basa exclusivamente en el intercambio libre, voluntario y pacífico, que son las mismas bases filosóficas en las que se basa el pensamiento liberal.

    Que nadie se sienta ofendido ni atacado. Yo únicamente ataco las ideas, no a las personas (a menos que sean terroristas irredentos, en cuyo caso, como dice el marxista Gustavo Bueno, "soy capaz de matarlos con mis propias manos").

    Un saludo a todos.

    PD.: Me dejo muchas cosas en el tintero, pero no dispongo de tiempo para desarrollarlas.

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  8. Instructivo a la par que enjundioso, Pollito.

    Tan sólo te matizaré, por hacer un poco de abogado del diablo, que si hay un movimiento político capaz de albergar a gentes que, creyendo en las mismas cosas, son capaces de representar desde el pacifismo más profundo hasta la violencia más extrema, ese movimiento es la acracia.

    Personalmente creo que la acracia es un sueño hermosísimo. Como la bondad evangélica o la fábula de Cristo (ya he escrito en este blog que para mí es una fábula más que un hecho histórico). Pero los sueños, como dijo Calderón...

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  9. Pollito constipado10:37 p.m.

    Yo tampoco soy ácrata, querido JdJ. Soy partidario del Estado limitado, que es muy diferente. De todos modos, no hay que confundir el anarquismo colectivista (que sí ha sido violento) con el anarcocapitalismo o el libertarianismo (un término que proviene del mundo angloparlante, libertarianism). También me mantengo a una distancia prudencial de estas últimas posturas, que me parecen muy bien argumentadas (suelen basarse en la teoría de la Escuela Austríaca de Economía, que es muy buena base teórica) y éticamente decentes (por ser contrarias a la coacción y basarse en un respeto escrupuloso por los individuos), pero que me resultan demasiado utópicas y doctrinarias. Yo soy más realista, tal vez porque conozco algo mejor la Historia, una laguna frecuente entre los que defienden estas posturas.

    Por otro lado, tengo que reconocer que ha habido un malentendido. Cuando uno de los comentarios se refería a los pobres sin derechos, se refería a China, no a Occidente, de modo que pido disculpas humildemente. De todos modos, lo que yo decía en respuesta sigue siendo válido.

    Otra cuestión que me gusta plantear de vez en cuando es el uso que la izquierda (y una parte de la derecha, todo hay que decirlo) hace del término "neoliberal". ¿Qué demonios significa eso? ¿A qué viene el prefijo "neo"? ¿Tiene algo que ver con Matrix? ¿Para ser un "neoliberal" hay que llevar guardapolvo negro de piel, gafas de sol ultrafashion, y esquivar balas? ¿O es porque ese prefijo le da una connotación un tanto ominosa, como para asustar a la gente? (¡Que vienen los neoliberales!¡Carmen, llévate a los niños al sótano mientras yo busco la escopeta!)

    ¿Por qué no decimos, por ejemplo, "neosocialistas", para distinguir a los actuales de los de la generación de Lenin? Tiene su fundamento. Sin embargo, no se hace.

    El uso del término "neoliberal" implica la existencia previa de algo llamado "liberal" (del mismo modo que "neogótico" implica la existencia previa del "gótico"). Sin embargo, el liberalismo nunca ha dejado de existir desde que nació, aunque sí ha conocido horas bajas, especialmente durante los años 30 y 40, acosado sobre todo por el fascismo y el comunismo. Los liberales de ahora tienen nuevas bases teóricas, es cierto, que no tenían en el siglo XIX (entonces no conocían a Hayek, ni a Popper ni a muchos otros), pero siguen basándose en los mismos principios: la libertad individual (y su complemento necesario, la responsabilidad personal), la propiedad privada, la igualdad ante la ley, la democracia liberal, el Estado limitado, la división de poderes, etc.

    No sé, tal vez alguien me lo pueda explicar. O tal vez se trate simplemente de una jerga propia de la izquierda y de la derecha antiliberal. Un liberal nunca utiliza el término "neoliberal" a menos que lo haga con sentido irónico.

    Bueeeno, y se acabó por hoy.

    Un saludete y hasta la próxima.

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  10. Una curiosa paradoja es que sea prácticamente obligado acordarse de lo muertos del nazismo y se intente olvidar a los del comunismo, hacer como si no hubiera pasado. Es políticamente incorrecto recordarlos. El lobby judío se encarga de que se recuerde el nazismo. Y no me parece mal. Pero también hubo persecución de judíos bajo Stalin. Quizás, no de una forma tan sistemática como con el nazismo, pero la hubo. Y el lobby judío no sabe, no contesta. Lo mismo es que prefiere no enfrentarse con otro lobby aún más poderoso: el de los marxista-progresistas.

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  11. Anónimo11:13 a.m.

    Que placer me produce ver que alguien más considera el marxismo una filosofía fallida, falible y basada en axiomas falsos. Como bien dijo Orwell, al final el marxismo se reducía a que "todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros". Algo que siempre me ha llamado la atención en el marxismo y en aquellos que lo defienden como paradigma del sistema libertario e igualitario por excelencia es la "Dictadura del Proletariado", es decir, que si queremos llegar al perfecto Estado de Gracia comunista tenemos que pasar por una etapa de "dictadura", ¿cómo se come eso?, ¿que acrobacias, por no decir algo más soez, se tienen que hacer para defender una etapa de dictadura, por corta que sea, que nos conduzca a la consecución del paraiso sobre la tierra?. Ciertamente maquiavélico.
    Asmodeo, totalmente de acuerdo contigo sobre la doble moral aplicada a los desmanes stalinistas y hitlerianos. Aquí nadie parece acordarse de los diez millones de ucranianos que se cepilló, y de hambre, además, que hay que ser malnacido, el tío José, ni de los millones que envió al gulag, ni siquiera parece que se arme revuelo a causa de los muertos en la primavera de Praga. En fin, y se que esto me valdrá la crucifixión en la hoz y el martillo (por eso firmo como anónimo, jeje), pero más le hubiera valido al mundo que a Patton le hubieran dejado arramplar con el ejército rojo, nos hubieramos ahorrado muchos disgustos. ¿O acaso alguien piensa que EE.UU. hubiera desarrollado su programa nuclear de no haber tenido a la URSS delante? ¿o hubiera ido a Vietnam, o a Corea?. Y para los que digan que la URSS actuó de contrapeso al neoimperialismo norteamericano, ¿que más da?, ¿donde estamos ahora?, pues bajo la hegemonía estadounidense, ¿no huebiera sido mejor ahorrarse cuarenta años de guerra fría y de muertos?.
    Pero basta, que me caliento y divago. Felicidades por el post JDJ, da gusto leer opiniones independientes, dado que no podemos hacerlo en los periódicos nacionales.

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  12. Nada más lejos de mi intención de defender el comunismo desaforadamente o algo así. Yo sólo quería plantear la posibilidad de que no nos conviniera, como habitualmente no conviene ninguno, el monopolio capitalista. Pero tampoco estoy de acuerdo ni con el anarquismo que defiende Kozure ni con el liberalismo que defiende Pollito (o que a mí me ha parecido que defiende).

    Tampoco era mi intención decir que antes se vivía mejor que ahora, mucho menos en cuestión de servicios como la Sanidad. Al contrario, estoy muy orgulloso(?) de la Sanidad Pública de este país. No considero que la privada sea ni mejor ni peor, simplemente no me gusta que nos estén llevando hacia un servicio que ya tenemos ahora pero pagando más. Aquí habría que ver si nos interesa más pagar sólo para mí o pagar para todos. A mí me interesa más la segunda opción, desde luego.

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  13. Anónimo10:21 p.m.

    Que poquísimo me gustan tus entradas sobre el marxismo y el comunismo.

    Le has dado una buena mano de ostias a Marx y a los comunistas y sobretodo los segundos se la merecían, pero si nos ponemos a mirar ejemplos históricos podemos pensar que los primeros triunfos del socialismo como puedan ser la comuna de París no se merecían tal mano de natas.

    Que pasó con la comuna de París? Pues que vinieron los que llevaban el volante de Francia a hierro y sangre, miles de fusilados y donde dijisteis socialismo diremos lafayetteismo.

    En el mundo actual o de después de la guerra civil es posible que el socialismo se pueda ver como una ideología violenta, pero en su cuna el socialismo vivía con una doctrina que había creado una sociedad sin expectativas, esclavista y en la que si te levantabas a exigir por las malas arrasaban contigo. El capitalismo era el movimiento violento.

    Si vives en un mundo donde los de tu ideología son aplastados una vez y otra y con brutalidad cada ve te vuelves más violento para sobrevivir. Y eso fué lo que pasó, los partídos socialistas que accedían al poder estaban plagados de perlas y no eran precisamente demócratas.

    La ideología de Marx a mi me parece demasiado idealista en cuanto a revolución del proletariado, capitalismo que cae por su propio peso etc. Pero la aspiración de una sociedad más justa me parece bien loable.

    Dices que para que nosotros hayamos podido tener esta sociedad muchos paises del este las han pasado putas, pero la base era que todos las pasábamos putas.

    Y ya se verá lo que viene. Nuestros padres vivían en un mundo donde el sueldo de uno de los dos bastaba para mantener a la familia, nosotros vivimos en un mundo donde el sueldo de los dos basta para vivir más o menos igual (bueno, ahora está la Xbox).

    Djiaux.

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  14. Sólo un matiz al último Anónimo (Dijaux): no te engañes. Eso de que nuestros padres (padre=hombre)podrían mantener a solas a su familia con su sueldo no tiene que ver con que los sueldos fuesen mejores respecto del nivel de vida. Tiene que ver con factores como:

    * La media del salario actual se hace metiendo en la división a toneladas de mileuristas que hace cuarenta años se iban por la frontera, a paletadas, con el mismo destino que el de los inmigrantes que hoy vienen a España: ser, como mucho, ochocientoseuristas. Es triste ser mileurista, cierto. Pero más triste aún es tener que irse a Alemania a fabricar rodamientos a cambio de un camastro en un bungalow, una patada en los cojones y un vaso de agua. Cualquier gallego con memoria sabe esto.

    * Los sueldos no eran mal altos. En primer lugar, eran más, porque el gran fenómeno de los años sesenta en España era el pluriempleo. Personas que tenían un trabajo por la mañana y otro por la tarde. Y se trabajaba los sábados por la mañana.

    * Por último, last but not least, las ambiciones de consumo eran totalmente distintas. En mi casa no hubo Coca-colas en la nevera, así, a tutiplén, para coger una cuando te apeteciese, hasta que yo tuve 22 o 23 años, o sea cuando me fui. Cuando yo tenía quince años ya existía el MP3. Se llamaba comediscos. Pero lo tenían uno de cada veinte chavales. Esa proporción, a mi modo de ver, hoy ha cambiado un poquito.

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  15. Esto que comentas es una de las cosas por las que no estoy del todo seguro de mi afirmación en el primer comentario. Sí, es cierto, antes la relación sueldo/coste de vida era mejor pero seguramente porque el coste de vida era mucho más bajo. El problema es que los sueldos no han subido al ritmo de coste de vida, que hubiera sido el ideal...

    No sé, lo que decía, es todo muy complicado y creo que ni tanto ni tan calvo, supongo que se debería poder coger lo mejor de cada casa de forma racional e inteligente...

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  16. El compañero Asier tiene problemas para colocar un comentario, así que gustosamente le hago de corresponsal.

    Tal que así (I parte):

    Llego tarde, en parte por pereza, pero no puedo evitar entrar a comentar algunas cosas con las que no estoy de acuerdo, aunque con eso el debate vaya hacia la filosofia politica. Y me refiero a defensas que he leido aqui, por parte de Pollito Mojado, relativas a los términos y pares opuestos tipicos de estos debates sobre el papel del Estado. No sé como hacerlo sin soltar una chapa calibre 15, o sea que pido disculpas por adelantado.

    En primer lugar, creo que respecto a Marx hay que diferenciar el analista y el panfletario. Como analista planteo unos parametros para modelizar relaciones sociales que, en su momento, definian una realidad. Como panfletario politico, él y sus derivas tuvieron claroscuros.

    Decir esto como aportacion es algo asi como tener tos y rascarse el trasero para curarse, porque no aporto absolutamente nada, pero es que no es lo que mas me impulsa a enviar mi comentario.

    Lo que si que me anima a ecribir mi opinion es todo lo relativo al eterno dilema estado/mercado.

    En primer lugar, lo que me fastidia es que en estas dicusiones parece que perpetuamente la logica es la de la trinchera, recalcando lo que de negativo puede tener la opinion adversa (a pesar de que, tal vez por lo de la posibilidad de filtrar comentarios, las posturas del personal en tu blog son correctas). Lo fastidioso es que esta postura tan humana, que se traslada tambien a la esfera publica, imposibilita el que debatir posibilite el avanzar.

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  17. Asier, II parte:

    Iré por partes a la hora de comentar lo que no me ha gustado:

    En lo relativo a lo comentado respecto a las salvajadas: las salvajadas son muchas, no solamente la de las deportaciones a Siberia. Es un pelin tendencioso, a pesar de que tenga que ver con el contenido del post, porque salvajadas hay muchas (sin quitarle méritos a lo de Stalin, y dandole unos cuantos a Kruschev, que debio ser especialmente hijoputa, por lo que he oido y leido por ahi) y esta resulta un poco facil. Hay otras relativas al mercado que quizas se vean menos, pero si tuviésemos acceso a ver las logicas de funcionamiento de, por poner un ejemplo, empresas como Nestlé, veriamos unas cuantas (con relacion a esto, os sugiero un film-documental que no llego en exceso a España. Se llama "we feed the world ». Es enriquecedor y nada panfletario-odio los panfletos y no soy dogmatico ; realmente creo ser permeable a los argumentos-)

    En este sentido, yo soy muy partidario de limitar el capitalismo, del mismo modo que soy partidario de limitar el Estado en varios ambitos. Pero creo que es positivo simplemente porque es una forma de limitar el poder, entendido como la capacidad del mas cachas de hacer lo que le dé la gana independientemente de lo legitimo o ilegitimo de su accion.

    Por supuesto, estoy completamente de acuerdo en lo relativo a la meritocracia individual. De hecho, yo mismo soy empresario, y admiro a personas de mi entorno que han llegado a una posicion destacada, aun a nivel "micro", a base sobre todo de esfuerzo.

    El problema es que, si indigno es llegar a la indigencia para que te asistan en la carcel, también lo es ganar el dinero sobre las espaldas de otros, a los que tal vez ni se conozca porque estén lejos. Esto no es propio de todo empresario, ni de la inmensa mayoria. Pero es que el empresariado es un agregado multiple, y de la misma manera que es estupido atacarlo porque si ( y aqui en Francia eso esta a la orden del dia) también lo es focalizar tan solo sus bondades. Creo, aunque mi postura debe ser uy matizable, que demasiado a menudo existe una relacion inversa entre escrupulos y dinero que me desagrada.

    El neoliberalismo creo que si puede verse y creo que si es algo de lo que se puede hablar, y me explico: el poder economico, en el momento al que se hace referencia, guardaba para si la parte del leon, y exigia que el Estado no se metiese por en medio para medrar sin oposiciones en su partida de monopoly. Si no hubiese salido Marx, hubiese sido algun otro el que lo hubiera hecho. Lo triste es que para solucionar lo injusto de un estado de cosas, la solucion a aplicar fuese la de las hostias.

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  18. Este discurso no es propio de bolcheviques; F.D. Roosvelt tenia de marxista lo que mi padre de bailarina y supo ver, entre otras cosas, la responsabilidad del poder financiero en su particular desastre de Annual, asi como reconocer al tipo de la calle como sujeto central de sus politicas.

    El neoliberalismo se ve a partir del momento en el que, sobre todo con los GATT, la MIA y los TRIPS, diferentes agentes economicos establecen las bases para una globalizacion liberal que CONDICIONA los poderes ejecutivos y legislativos de diferentes democracias. Eso es el liberalismo: no me pongas obstaculos para crecer, que luego habra derrame y pan para todos. Y mis cojones treinta y cuatro ; siempre hay perdedores y victimas. La primera, los politicos, esa casta que cada vez gestiona mas y propone menos, puesto que su poder real disminuye desde hace tiempo

    Desde mi posicion, creo que el esquema "ideal" de funcionamiento debe ser: una economia lo mas util posible para una sociedad que se regula a través de una representacion politica electiva.

    El problema es que cuando algunos agentes economicos crecen condicionando (y esto es demostrable) la actividad reguladora de los Estados,lo hacen para beneficiar en primer lugar a un pequeña parte de la poblacion.( no hablo de los propietarios de PYMES o del que tiene un taller de coches). El problema esta en que nuevas normas permitan medrar a accionistas (y no quiero resultar demagogico ni simplista) con, por ejemplo, salarios bajos para el personal que puede pagar y con una continua (ya lo veremos) retraccion de las politicas redistributivas. Por que lo que mas miedo me da de todo eso s que un dia algunos consideren necesario que haya que repartir hostias de nuevo para replantear un status quo que, lo siento, yo si percibo que se degrada. Lo puñetero es que para ver las indecencias a partir de las cuales nacen muchos productos habria que poder acceder a una trazabilidad de los mismos, que nos demostraria cosas sorprendentes : por ejemplo, mientras que alguien pueda ganar el equivalente a 17 M€ mensuales comercializando pangas, otros cobran 0.00015 €(no me he liado con los ceros) por kg por recolectarlos (mas que pescarlos) a mano.Sin ir tan lejos, para que unos dueños de un hotel de Salamanca tengan beneficios tras la crisis de unos 450.000 € a finales de año, su personal de cocina anda por los 1.000 €/mes contando extras. Eso a mi no me parece decente. Y si se quieren datos, los daré, no problem

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  19. Respecto a la educacion y la salud:

    Pollito, yo creo que el papel del Estado es el de garantizar lo garantizable, no solo los minimos. Y, pese a que no estoy en desacuerdo con la iniciativa privada en estos ambitos, creo que si la sola logica del mercado es la que impera en lo relativo a la salud, vamos jodidos. Uno, porque me parece muy posible que se trabajase tan solo en los nichos rentables; dos , porque llevando las cosas al extremo de la logica solo se curarian de determinades enfermedades aquellos que pudiesen costearse los tratamientos. Tres, porque la salud no es un negocio, sino una necesidad. Y me molesta mucho oir a mucha gente quejarse por deber contribuir a la Sanidad Publica cuando ellos utilizan solo la privada. La razon para ello es tan simple como la solidaridad entre personas. A pesar de ello, insisto : que haya sanidad privada paralelamente a la publica, me parece estupendo. Pero se debe contribuir a la publica.

    En el fondo, el desarrollo de estos discursos puede partir de dos formas opuestas de concebir la convivencia. Si hablamos tan solo de los méritos (que deben existir y existen) entramos tan solo en lo relativo a la competitividad y la seleccion natural (o social). Otra vision (de la que yo soy partidario) es la de que, si se crean instituciones de arbitraje (que eso es lo que esen gran medida un entramado institucional publico, en teoria) esto debe ser para garantizar una convivencia entre todos -o entre tods los que no lo desmerezcan-. Para eso el poder debe estar mas claramente en manos de un poder politico.

    No creo que esto sea propio de bolcheviques (tampoco digo que lo crea nadie de quienes han escrito aqui), pero creo que es una forma de civilizacion (de « desnaturalizacion positiva ») para que los principios ultimos sean en la menor medida de lo posible las posiciones de fuerza. Simplemente porque el reto esta en convivir y para evitar que la acumulacion de poder por parte de cualquier ente no facilite que se creen, repito, situaciones que en su dia solo sea posible resolver a hostias. Si semus sapiens, creémos los métodos sapiens de convivir. Es un bonito reto.

    Creo que desde la via del mercado (y no la del libre mercado desfiscalizado, al que me o-pon-go) esto es posible sin establecer tan solo koljoses ni cooperativas. A través de diferentes medidas, por ejemplo fiscales, que tengan en cuenta la segmentarizacion que existe realmente entre las empresas (no dando las mismas facilidades a Nestlé, por ejemplo, que a Carnicas La Criadilla Alegre; no exigiendo a un centro de investigacion farmacéutico instituirse en empresa para que no le salgan competidores a Pfizer con facilidad) asi como la utilidad social (la medida de beneficiarios directos e indirectos) que tales empresas crean con su labor, en la medida en que estas disminuyan el peso, por ejemplo de las politicas reditributivas de la Administracion ,si es necesario desficalizandolas (y no desfiscalizando solo la capacidad de generar dinero, que al final es una ventaja social un pelin discutible, como muestran, por ejemplo, las SICAV). En fin, un poco de palo y un poco de zanahoria. Y también de reconocimiento hacia empresarios que son, al fin y al cabo, imprescindibles. Im-pres-cin-di-bles.

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  20. Asier, quinta y última:


    Podria hablar mas de todo esto, pero al final seria una chapa demasiado insoportable hasta para mi.

    Para acabar, simplemente os recomiendo un libro, « el libro negro de las marcas », de dos periodistas austriacos. No son panfletarios ni idiotas. Han denunciado malas practicas de multinacionales por las cuales, pese a su éxito editorial, no ha habido güitos a meterles mano. Proponen soluciones alejadas de opticas de cualquier « -ismo ». Son ejercicios de sentido comun y creo honestamente que ponen sobre el tapete aspectos que llegarian a tender puentes entre personas de diversa tendencia politica « tradicional ». Y plantean una logica altermundialista alejada de las tipicas manifestaciones « festivas y coloristas » bastante gilipolloides y fragmentadoras, a mi gusto.

    Insisto, perdon por la chapa y mis excusas por las referencias personales, Pollito. Si te nombro es solamente por que los comentarios con los que no estoy de acuerdo los expresas tu. Y te aseguro que leer algunas de las cosas que comentas me hace replantearme a mi vez cosas. Y no te hago la pelota (eso no se lo hago a nadie ; quizas soy un pelin orgullosete).

    Saludos

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