jueves, marzo 04, 2010

De pajas, y de vigas

El martes pasado por la noche estuve viendo el debate de Madrid Opina en Telemadrid. El primer asunto que se trató a fondo fue el de la muerte del disidente Orlando Zapata en Cuba; un tema siempre espinoso porque España, en general, siempre ha tenido problemas a la hora de aclararse sobre lo que piensa acerca del régimen cubano.


Decidí escribir estas líneas porque me sorprendió que, por encima de todas las intervenciones, cada una de colores distintos como es lógico y positivo, sonaba un bajo continuo, como en los conciertos barrocos, consistente en esta idea: lo que se haga, que se haga sin poner en peligro las relaciones con Cuba. Hay que respetar a Cuba. Tenemos muchos negocios en Cuba. Hay demasiados intereses como para tirar de la cuerda. Como digo, incluso flamantes portavoces del anticastrismo, de una forma más o menos velada, aceptaban esta idea.


Cuando el próximo verano esté dando sus últimas boqueadas, hara 35 años que el régimen del general Francisco Franco fusiló a unos activistas de ETA y del FRAP. Fue un acto extemporáneo en el que lo peor de lo peor del régimen franquista se empeñó en revivir los usos de décadas atrás y demostrar que a la España franquista nadie le jugaba, no un órdago, tres míseras piedras.

El franquismo, por cierto, argumentó que aquellos tipos eran terroristas y que, por lo tanto, bien fusilados estaban. Llama la atención el extraño parecido que tiene este argumento con otros que se oyen por aquí últimamente. Y es que, como dijo el maestro Muñoz Seca, los extremeños se tocan.


Traigo a colación a este post dos fotos que he encontrado por ahí, precisamente de aquel final del verano de 1975. Olof Palme era jefe de gobierno en Suecia. En Europa se montó la mundial contra la dictadura española; especialmente en Portugal, que acababa de derribar la suya, donde la embajada española fue poco menos que saqueada.


Grupos antifranquistas suecos montaron cuestiaciones por la calle para pedir dinero que enviar a las familias de los fusilados. Y Palme, sabiendo con seguridad que su imagen sería foto mundial, salió a la calle, se colocó el cartel peticionario, y participó en la cuestación como uno más.


Sólo dejo aquí una pregunta: ¿qué habríamos pensado los españoles demócratas si Palme hubiera decidido quedarse en su despacho porque: a) no hay que poner en peligro las relaciones con España; b) hay que respetar a España; c) al fin y al cabo, tenemos negocios en España?






10 comentarios:

  1. Creo que las circunstancias históricas de la Cuba actual y de la España de 1975 son muy distintas. Al régimen de Castro le queda lo mismo que a Fidel de vida. Los países como España llevan tiempo posicionándose". Yo creo que Cuba una sucursal de Miami en pocos años. Yo he estado en Cuba, no en Varadero, hace ocho años. Creo que el régimen está muerto, sin embargo, se que no es posible, me gustaría que quedara algo así como un "parque temático" del comunismo caribeño en Cienfuegos, por ejemplo. Cuando estuve en Cuba pude ver las penosas condiciones de vida de los cubanos, pero, aunque no sé explicarlo, en el fondo no vivían tan mal,... Más preciso, su forma de vida es muy distinta a la nuestra, pero no estoy muy seguro de que sea mucho peor.

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  2. Lo que pasa moderado es tú estás mezclando dos conceptos diferentes a la hora de valorar eso que afirmas de que no vivían tan mal. Y el punto que da positivismo a tu percepción sobre su forma de vida son los sentimientos. Ya lo dice la frase esa tan típica de "los ricos también lloran", pues en Cuba tú aprecias la correlativa de "los pobres también son felices o también disfrutan (cual tú prefieras). Te podría decir aquello de que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista y es que el ser humano no puede recrearse en la miseria si no quiere ver tocado su equilibrio mental, esto es lo que ocurre en Cuba, se vive en la pobreza, pero nadie se regodea en ella. Y esto no hace menos cierto de que se vive mal, mal desde un punto de vista material, mal desde un punto de vista político, pero como cualquier otro pueblo que ama, ríe, llora, disfruta, hace daño, etc, etc. Precisamente lo único bueno de cualquier dictadura es la gente que está sometida.

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  3. Strelnikov4:19 p.m.

    Pero es que resulta que los disidentes cubanos no son terroristas ni adictos a una ideología totalitaria (he leído a muchos de ellos), como sí sucedía con esos individuos a los que mencionas con el indulgente apelativo de "activistas", y que se identificaban políticamente con el régimen castrista, tanto en ideología como en métodos y objetivos. Desde luego, no eran "liberales" (más bien, todo lo contrario).

    Por tanto, no me parece una comparación muy afortunada.

    Y, señor "moderado": vivan mal o muy mal o menos mal, la cuestión es que no tienen posibilidad de elegir. No son dueños de su destino. Es como estar en la cárcel.

    Un saludo.

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  4. Anónimo7:27 p.m.

    Hay dos extremos:

    1 - Cuba es la miseria, peor que Haití (donde por lo visto la democracia y los derechos humanos fluían libres).
    Falso, Cuba para lo que es America latina podría estar peor y el nivel educativo (por ejemplo) de los cubanos es bastante bueno.

    2 - Cuba es el paraíso pero el bloqueo imperialista estadounidense la tiene asfixiada y no le permite alcanzar su verdadero nivel como nación a la par de las Europeas.
    Falso, Cuba no está TAN mal pero endeluego no es la bestia y su regimen no ayuda.

    La verdad está por el medio y ya me gustaría saber cual es. En cualquier caso un régimen como el cubano invariablemente debe caer, lo que ocurrirá después será que los USA volverán y lo dejarán todo como cuando Batiste o montarán algo parecido a Puerto Rico. Esto será mejor aunque bien mal me parece.

    Sobre el 'no se pueden romper relaciones', no se pueden, lo que quiere España es mantener la mayor influencia posible en Cuba para cuando caiga el régimen castrista tener una baza mejor y nosotros no podemos ir en plan matón como EEUU.
    O sí que podemos, venga, vamos a repetir lo de Callao o cualquier otra bravuconada ridícula, generación del 10, lo estoy viendo.

    Anda que el Sueco tenía muchos intereses que perder si el gobierno Español mandaba a Suecia a la mierda. Lo que tenía era un suculento saco de votos que ganar.

    Djiaux.

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  5. Coincido con Strelnikov. Con independencia de la postura de cada cual a favor de la pena de muerte, no creo que sean casos comparables.

    Ni por los protagonistas: uno un activista político pacífico, los otros asesinos terroristas, ni por la forma de morir: uno voluntariamente, los otros fusilados.

    Por otra parte me sorprende que utilices a Olof Palme como ejemplo de demócrata cuando existen sospechas, más que fundadas, de que fue un agente de la KGB.

    http://www.elmundo.es/papel/2009/12/13/cronica/21496776.html

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  6. No estoy muy de acuerdo con vosotros. A mi modo de ver, lo que hay que comparar no es la víctima, sino la situación. En ambos casos, nos encontramos con un régimen en descomposición que da rabotazos para mantener la impresión de fuerza, y un pueblo interior para el cual el apoyo internacional era, y es, crucial.

    Como yo ni soy diplomático ni regento una cadena de hoteles, puedo pensar, supongo, que es inmoral dejar que un régimen asesino lo siga siendo sin mediar denuncia indubitable y actitud férrea. En ese sentido, el gesto de Palme fue un gesto decidido y valiente, y para la oposición democrática española fue un balón de oxígeno internacional.

    Un terrorista no es comparable a un disidente no terrorista. Pero hay personas, y Franco era una de ellas, que tenían la habilidad de hacer las cosas de forma que, cuando menos a mis ojos, esa diferencia ya diese igual.

    Sobre cómo tratar a un terrorista, hay una bella institución jurídica, que es la cadena perpetua sin posibilidad de remisión (la que recae o recaía, si no estoy equivocado, sobre James Mason, por ejemplo), que es más que suficiente.

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  7. JDJ no sé muy bien si lo que reivindicas es la simple manifestación de los estados democráticos independientemente de los resultados que estos tengan sobre el conflicto con el que no se está de acuerdo. La simple manifestación no creo que haga la vida de los cubanos más fácil y estaremos de acuerdo que intervenciones como la ocurrida en Irak tampoco hace nada a favor de los que sufren la dictadura. Tampoco creo que lo que hizo Palme fuera tanto una manifestación en contra del régimen franquista como una campaña de marketing que a la larga mejoraba su imagen internacional aprovechando el momento. No creo que las manifestaciones públicas propicie la resolución de un problema. Y para mi cualquier acto que no contribuya a la resolución de lo que consideramos problemático en sí se puede ahorrar porque cae en papel mojado.

    En cuanto a los que se ponen en huelga de hambre no sé qué decirte. Nosotros vivimos en un país donde cuando un etarra se pone en huelga de hambre el sistema lo protege como si fuera víctima en vez de verdugo así que de qué sirviría cadena perpetua sin posibilidad de remisión en este caso, pues de nada.

    De todas formas hay muchísimas formas de apoyar a estas personas de una manera productiva sin tener que entrar en un conflicto entre países. Si de lo que se trata es precisamente de salvar a ese activista en huelga de hambre y no de dar determinada imagen política.

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  8. Pues tampoco estoy de acuerdo contigo, Amaranta. El estado de la opinión pública internacional es un elemento de primerísimo nivel para apuntalar o desapuntarlar regímenes politicos, y ejemplos hay muchos para aducir, quizá el más claro y duradero de todos el extraño apoyo, continuado y acrítico, conseguido durante décadas por la URSS entre la intelectualidad occidental, que hizo, no mucho, muchísimo para mantener la vigencia de ese régimen.

    Es evidente que cada vez que un político mueve un dedo hay estrategias de márquetin electoral detrás. Sería excesivamente inocente sostener lo contrario. Pero digamos que yo prefiero un márquetin electoral que vaya en la dirección democráticamente eficiente que un escrúpulo diplomático que propenda a la inanidad.

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  9. Creo que has dado la calve de la actuación en tu último comentario. Estás comparando una actitud de un político contra un régimen como el Español, que apoyó a la Alemania Nazi, personalista, etc... Es decir, un régimen al que nadie en el mundo quería, con otro régimen como el cubano, que como régimen comunista que es, es el paraíso en la tierra con algún pequeño "problemilla", como el de la falta de libertad de expresión....

    Luego vendría otro tema curioso, que es el talante de nuestro presidente, pero eso ya es otra historia...

    En resumen, yo la pregunta que haría sería, ¿se hubiera comportado Olof Palmer igual, si en vez de ser Franco hubiera sido Fidel (Y no olvidemos, que por aquellas épocas Fidel ya gobernaba Cuba)?

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  10. Strelnikov3:37 p.m.

    "para la oposición democrática española fue un balón de oxígeno internacional"

    JdJ, cuando yo leo sobre la oposición antifranquista, la idea que extraigo sobre esa oposición es que era, en buena medida, más antidemocrática que el propio régimen franquista. No había muchos demócratas en España en aquella época. Los opositores leían más propaganda marxista-leninista que a Alexis de Tocqueville o a Montesquieu. Es un tanto decepcionante, triste y desalentador, pero me temo que así era.

    Es un fenómeno que se da en muchos países. Por ejemplo, en el mundo musulmán, la oposición a regímenes antidemocráticos suele ser de carácter islamista (a menudo, con claros rasgos totalitarios en sus ideas, objetivos y métodos).

    En cuanto al gesto de Palme, lo mejor que puedo decir de él es que era un gesto hipócrita, determinado por el hecho de que el régimen de Franco no era de su cuerda ideológica, mientras que los condenados se acercaban más. Con Fidel Castro y Yassir Arafat no se mostraba tan escrupuloso.

    Estoy muy desengañado. Se nota, ¿verdad?

    Saludos.

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