Billy the Kid
Butch Cassidy
Los Dalton
La familia Earp
Wyatt Earp
Jesse James
Si una cosa hacen como nadie los Estados Unidos, es explotar incluso su basura para hacerse grandes. Dejemos, pues, esta primera cosa clara: los pistoleros del Oeste son basura. En su gran mayoría. Exactamente igual que lo son los piratas y otros seres que, por razones que tienen que ver con los extraños recovecos del alma humana, disfrutan de la admiración de mucha gente (ninguno de ellos, claro, ha caído jamás en sus manos).
Los gunmen de eso que llamamos Far West son lo que se describe, o más bien sugiere, en la película posible más justa con ellos: Sin perdón, de Clint Eastwood. Los pistoleros eran seres amorales, borrachos, puteros. Eran, sobre todo, jugadores de ventaja. Jamás nadie, en la época del Far West, cometió la tontería de batirse en duelo en medio de una calle, jugándosela a sacar el arma antes que su rival. Todo el mundo aprovechaba sus ventajas. En el mismo texto que aquí vas a leer, lector, vas a encontrar a un tipo que, en un salón, aprovecha la circunstancia de que su retador está tan borracho que ni se da cuenta de que va desarmado, para matarlo a sangre fría. Así eran los pistoleros.
Otra cosa en la que miente tanto la literatura como la producción fílmica americana es en el establecimiento de una raya neta entre agentes de la ley y personas que la quebraban (buenos y malos, pues). Falso. Los agentes de la ley, muy a menudo, eran personas iguales o peores que los criminales a los que combatían; circunstancia ésta que, para más inri, las ciudades que los contrataban o elegían sabían bien (de hecho, les contrataban por lo cabrones que eran).
La quintaesencia de la propaganda americana es, a mi modo de ver, la familia Earp, normalmente quintaesenciada en su miembro más famoso, Wyatt Earp. Durante 100 años, las canciones, los libros, los fasciculitos y las películas han hecho de Wyatt Earp una especie de héroe americano, y de la pelea del OK Corral, el destilado del duelo a tiros. Ninguna de las dos cosas es cierta. Ni Wyatt Earp era un santo, ni la pelea del OK Corral fue un duelo entre iguales. De hecho:
a) No todos los contrincantes de los Earp estaban armados.
b) Existen datos sobrados de que dichos contrincantes no querían llevar a cabo el duelo.
c) Los Earp abusaron de su condición de agentes de la ley para sacar a los Clanton-McLaury de sus casillas.
d) De hecho, dispararon primero, después de, como agentes de la autoridad, haber exigido que alzasen las manos.
Lo que pretendían hacer los Earp en el OK Corral, pues, no era batirse con nadie. Era matarlos como perros, a traición, abusando de su superioridad.
Repasemos aquí las principales perlas de esta familia pretendidamente mítica.
El personaje central de esta historia es Wyatt Berry Stapp
Earp, nacido el 19 de marzo de 1848 en Montmouth, Illinois. Como lógicamente
todos sus hermanos, era hijo de una familia de costumbres extraordinariamente
nómadas, motivo por el cual los diferentes hermanos son casi todos nacidos en
distintos lugares. El padre había luchado en la guerra mexicana, y, de hecho,
el largo nombre de pila de Wyatt es el de un viejo compañero suyo en aquella
movida.
Tras seguir a la familia por Missouri, Iowa y California,
Wyatt, que tenía ya veintitantos años, decidió volver a Missouri. En Lamar se
casó y obtuvo el puesto de alguacil (que le guindó a su propio hermano,
Newton). Su mujer, sin embargo, murió tres meses y medio tras la boda. Hubo
problemas con la familia de la mujer muerta, que llevaron a la producción de
una pelea entre los hermanos Earp y los hermanos Fred y Bert Sutherland y
Granville, Loyd y Garden Brummet. No está claro que esta pelea fuese con armas.
Se sabe que duró unos 20 minutos y que provocó el traslado de los Earp a
Kansas.
Wyatt pasó algunos años cazando búfalos. Fue arrestado en
territorio indio por robar caballos. Por aquel tiempo se convirtió, parece ser,
en todo un ludópata, sobre todo en los salones de Hays City. En 1875 lo
encontramos empleado como policía en Wichita, donde fue acusado de quedarse con
las multas que le cobraba a las prostitutas y fue finalmente arrestado tras una
pelea. Lo echaron de la ciudad, por lo que se fue a Dodge City, donde en 1876
es de nuevo policía y dos años después, segundo del marshall (cargo que
compaginó con el de diácono de la iglesia local). Fue ese año en el que, a
causa de una bailarina, recibió una soberana mano de hostias de un cowboy
llamado Red Sweeney.
El 26 de julio de 1878, un grupo de cowboys comenzaron a
disparar al aire en medio de la calle de Dodge City. Earp y su compañero Jim
Masterson acudieron al lugar, y ambos bandos intercambiaron algunos disparos.
La única persona herida fue un joven cowboy llamado George Hoy, que se cayó del
caballo en la huida y sufrió una herida en el brazo que se le infectó y le
causó la muerte; casi al mismo tiempo que se descubrió que era buscado en Texas
por robar ganado.
En septiembre de 1879, Earp se marcha a Las Vegas, Nuevo
México, donde se encuentra con miembros de su familia y con Doc Holliday.
Antes, sin embargo, había parado en Mobeetie, Texas, de donde fue expulsado por
las fuerzas del orden tras haber intentado una estafa junto con otro forajido
de la zona relativamente conocido: Mysterious Dave Mather.
Luego de estos sucesos, Wyatt, James y Virgil Earp se
establecen en Tombstone, Arizona. Wyatt acababa de casarse por segunda vez, con una
mujer llamada Mattie, a la que mandaría a la mierda en 1882, tras lo cual ella
se daría a la prostitución, terminando por suicidarse en la ciudad minera de
Arizona llamada Pinal (3 de julio de 1888). Wyatt se empleó de pistolero de
Wells Fargo.
Por dos veces, Wyatt Earp intentó conseguir el empleo de
sheriff de Cochise County; los dos fracasos le llevaron a aceptar ser sheriff
adjunto de Tombstone, además de adquirir una participación en el Salón
Oriental.
Wyatt es, obviamente, el centro del conflicto surgido entre
los Earp y los Clanton-McLaury, que hace crisis en el OK Corral. Hay dos teorías que explican dicho
conflicto. La bienintencionada, que es la que tienden a creer los
estadounidenses, es que los Earp, muchos de los cuales eran agentes de la ley,
intentaron romper la mafia de robo de ganado a la que se dedicaban los
otros. Es, como digo, la interpretación bienintencionada… y tiene más agujeros
que los calzoncillos de Carpanta. Resulta difícil de entender que, si estamos
ante la persecución de gentes de la ley contra ladrones, algunos de ellos
estuviesen tranquilamente jugando al póker la noche antes del enfrentamiento,
como leeremos más abajo.
Más probable parece la segunda explicación: el
enfrentamiento se debe a que los Earp, como mafia de robo de ganado emergente,
querían quitarle negocio a los ya establecidos. Quien piense que el Oeste
americano ser sheriff o agente de la ley impedía a las personas ser, al tiempo,
ladrones o salteadores es que, con todos los respetos, no sabe nada del Oeste
americano.
Después de lo del OK Corral y de las venganzas realizadas
por Wyatt usando su condición de marshall adjunto, se trasladó. En 1882 está en
San Francisco, donde se casa por tercera vez con una mujer llamada Josie. En
1883 está en Colorado. En 1884 estuvo en Idaho, en la famosa carrera del oro de
Coeur d’Alene, donde se asoció con otro miembro de su interminable familia,
Jim, en negocios poco claros, y llegó a poseer dos salones.
De 1886 a 1890, Wyatt Earp fue el dueño de un salón en San
Francisco. Luego se fue a San Diego, donde comenzó a criar caballos pura
sangre. De 1887 a 1901 se fue a buscar oro a Alaska mientras regentaba otro
salón, en Nome. Allí aprendió lo mucho que habían empeorado sus habilidades
cuando fue fácilmente desarmado por el marshall local, Albert Lowe. Bastante falto
de pasta, se le nota desesperado cuando vuelve a San Francisco en mayo de 1900
y acepta participar en una pelea de boxeo con el campeón local, Mike Mulqueen,
que tenía veinte años menos que él y que le dio de hostias hasta el forro del
yeyuno.
Nuevos descubrimientos de oro atrajeron a Wyatt de nuevo al
suroeste americano. Así, comenzó a hacer prospecciones en Nevada, mientras
llevaba un salón en Tonopah. En 1905 visitó a su hermano Virgil en Goldfield y, después,
se estableció, ya para siempre, en Los Angeles. En los siguientes años, buscó,
sin éxito, productores de cine o escritores que quisieran contar su vida. Murió
en 1929, a los ochenta años de edad.
Morgan Earp nació el 24 de abril de 1851 en Pella, Iowa. En
1864 viajó con sus padres a California, pero cuando cumplió los 19 años volvió
a este para estar con sus hermanos Jim, Virgil y Wyatt. En 1870, Wyatt había
sido nombrado, como ya hemos leído, constable (alguacil) en Lamar,
Missouri, y se acababa de casar. Morgan, por lo tanto, participó en la famosa pelea de Lamar.
Se trasladó entonces a Kansas, donde resultó
arrestado y multado por una falta en Wichita. Era septiembre de 1875. Siete
meses después, Morgan y Wyatt fueron expulsados de Wichita bajo cargos de
vagancia. En aquel tiempo, Morgan se
había juntado con una mujer, de la que sólo se sabe que era llamada Lou.
Según el propio Wyatt Earp, en esa época Morgan accedió al
puesto de Marshall de Butte, Montana.
Según estas versiones, en el curso de este empleo, Morgan Earp mató al ex
sheriff de Newton, Kansas, llamado Billy Brooks. Sin embargo, nunca se ha
sabido con seguridad qué pasó. Lo que sí es bastante claro es que Morgan fue
después sheriff adjunto de Ford County, Kansas, hasta reunirse con sus hermanos
en Tombstone, Arizona.
Una vez allí, Morgan Earp se empleó como pistolero a sueldo
de la Wells Fargo, como su hermano Wyatt. Sin embargo, lo dejó pronto, y se dedicó a pasar el día en
el Occidental Saloon, y es de suponer que no, precisamente, rezando el rosario.
Como miembro ya de la banda o grupo de los Earp, capturó a un pistolero llamado
Luther King, quien, convenientemente interrogado, señaló a tres forajidos: Jim
Crane, Harry Head y Bill Leonard, como los culpables de un doble asesinato
reciente cometido contra la banda. Esta investigación agravó el conflicto
entre los Earp y el conjunto de los Clanton y McLaury.
Morgan estaba en el OK Corral, enfrentamiento del que
sobrevivió, pero por el que fue asesinado, en venganza, meses después. Fue el
18 de marzo de 1882 en el mismo Tombstone. Era sábado por la noche y Morgan
jugaba al billar con un amigo llamado Bill Hatch en el Campbell and Hatch’s
Billiard Parlor. Un montón de personas, entre ellas su hermano Wyatt, estaba
mirando. A las once menos diez, un grupo de hombres armados irrumpió en el
local e hizo dos disparos. Una de las balas penetró por el costado derecho de
Morgan, a la altura del estómago, destrozó su médula espinal, salió por el otro
lado y terminó hiriendo a uno de los espectadores, George Berry. La segunda
bala era para Wyatt, pero falló. El hermano vivo se agachó para ayudar a su
hermano, que se había derrumbado en el suelo, y lo sacó del local ayudado por
sus colegas Dan Tipton y Sherman McMasters. Lo colocaron en un sofá en la sala contigua (de juego de
cartas), rodeado de todo el clan Earp.
Murió una hora después.
Los asesinos de Morgan Earp fueron amigos de los Clayton: Frank
Stilwell, Pete Spence, un tal Freis, Florentino Cruz y un tipo al que llamaban
Indian Charley. Pronto veremos que los Earp dieron cumplida cuenta de algunos de ellos.
El 18 de julio de 1843, en Hartford, Kentucky, nació Virgil
Earp. Poco tiempo después, se trasladó con su nómada familia a Illinois, y
después a Iowa. Tenía 17 años cuando se fugó con una chica de 16 llamada Ellen;
sus padres anularon su matrimonio exprés, pero la chica le dio una hija,
llamada Jane. Tenía 18 cuando comenzó la guerra civil, en la que se alistó en
el ejército de la Unión junto con sus hermanos más mayores, Newton y James.
Terminada la guerra, se convirtió en conductor de diligencia
en Council Bluffs, Iowa, donde se casó por segunda vez con una tal Allie. Sin
embargo, en 1870 ya le vemos implicado con sus hermanos en el enfrentamiento
callejero de Lamar, Missouri. Después de aquello, siguió vinculado a sus
hermanos y se fue a Kansas, donde se empleó como miembro de la policía de Dodge
City. Luego se trasladó a Prescott, Arizona, donde se convirtió en granjero,
maderero, conductor postal y buscador de oro. Sin embargo, su vida allí no estuvo
exenta del uso del revólver. En 1876, dos hombres que estaban en el pueblo
comenzaron a disparar sus armas en plena calle e inmovilizaron al sheriff, un
tal Dodson, cuando trató de arrestarlos. Cuando ambos forajidos dejaron el
pueblo, Dodson creó la típica partida que salió en su busca. Esta partida pasó
por la granja de Virgil, quien se unió a ellos. En un pequeño cañón cercano a
la granja, los dos pistoleros fueron acorralados, y comenzaron los disparos.
Uno de los forajidos falleció de dos disparos en la cabeza que le hizo Virgil,
tras lo cual el otro, herido en una pierna, se rindió.
En 1879, se trasladó con su familia a Tombstone, donde un
año después fue nombrado marshall adjunto y luego titular. El 28 de octubre de
1880 (prácticamente, un año antes del enfrentamiento del OK Corral), Virgil era
adjunto del marshall Fred White, quien lo llamó para echarle una mano en el
arresto de un borracho que la estaba montando, llamado Curly Bill Brocius. En
la pelea subsiguiente, Brocius hirió gravemente a White. Se da la circunstancia
de que el propio White declararía que el disparo fue accidental, motivo por el
cual el borracho no fue encausado. Pero Virgil, por el camino, tuvo el camino
libre para convertirse en marshall.
El 28 de diciembre de 1881, unos dos meses después del
enfrentamiento del OK Corral, Virgil salía del Oriental Saloon y, mientras
cruzaba la calle, fue objeto de un intenso fuego de armas. Lo llevaron a un
hotel cercano, donde un doctor localizó disparos en su costado izquierdo, su
espalda y el brazo izquierdo. Cuando llegó su hermano Wyatt, toda su obsesión
era que no le amputasen el brazo.
Tras este tiroteo, Wyatt decidió que su hermano pusiera tierra de por medio, y lo mando a California. Virgil se estableció en Colton, California, donde abrió un despacho de
detective; luego regresó a Arizona a buscar oro, y luego de nuevo a Colton,
donde fue elegido marshall. Sin embargo, esto lo dejó de nuevo por la llamada
del oro. Tras haber peregrinado por un montón de lugares presuntamente
auríferos, murió de neumonía, en 1905, en Goldfield, Nevada.
El 9 de marzo de 1855 nacía en Pella, Iowa, Warren Earp.
Tenía nueve años cuando viajó con su familia a California, donde vivió hasta
1880, que se trasladó a Tombstone para estar con sus hermanos. Allí se dedicó
al juego y al puterío, aunque era a ratos contratado por su hermano Virgil, el
agente de la ley.
Warren Earp no estuvo en el OK Corral pero, sin embargo, sí
tuvo una participación en la venganza de la muerte de su hermano Morgan, pues
estaba presente cuando fueron asesinados Frank Stilwell y Florentino Cruz. El
20 de marzo de 1882, dos días después de la muerte de Morgan, Virgil, asimismo
herido en una emboscada como ya hemos visto, fue llevado por sus hermanos Wyatt
y Warren a Tucson, para allí coger el tren a California. Como escoltas, estaban
también allí Doc Holliday, Sherman McMasters y Turkey Creek Jack Johnson, todos
ellos amigos de los Earp. Se rumoreaba que Frank Stilwell, a quien ya se
suponía responsable de lo de Morgan, andaba por allí. De hecho, Wyatt, Warren y
el resto de los compañeros lo encontraron tras la partida del tren, lo
acorralaron y mataron a balazos. Luego regresaron a Tombstone y se presentaron
en la granja maderera de Pete Spence, otro de los sospechosos del asesinato. Un
empleado, Theodore Judah, les informó de que Spence no estaba, pero sí estaba
Florentino Cruz, otro de la partida. Así pues, los pistoleros fueron a por él y
le dispararon entre diez y doce tiros.
Después de todo eso, Warren se fue con Wyatt a Colorado, pero
terminó por regresar a Arizona, donde condujo una diligencia entre Globe y Willcox.
Murió asesinado durante una pelea en un bar. Fue en 1900 en Willcox, Arizona.
Se encontró en el salón con Johnny Boyet, un tipo que parecía había tenido
algunas diferencias con los Earp. Lo retó a luchar, estando tan mamado que ni
siquiera recordó que había dejado el revólver arriba, en la habitación del
hotel. El otro le disparó tan tranquilo, a sabiendas de que, habiendo sido
amenazado ante testigos, no sería acusado del crimen.
Al día siguiente, Wyatt se encontró con Tom McLaury y, tras
un intercambio de insultos, sacó su Buntline Special y le retó a un duelo.
McLaury rehusó, y Wyatt le dio un cachete y le golpeó con su pistola. Un rato
después, el propio Wyatt vio al otro McLaury, Frank, entrar en una tienda, y
fue a desatar su caballo de la entrada. Cuando McLaury salió encabronado de la
tienda, Earp le “informó” de que, literalmente, tenía el caballo mal aparcado.
Una hora después, ambos grupos se encontraron en el OK
Corral.
El encuentro se produjo, teóricamente, entre Virgil, como
agente de la autoridad, y sus hermanos acompañados por Holliday como “adjuntos”,
con la intención de desarmar a los de la otra banda. El sheriff John Brenan
trató de intervenir, pero nadie le hizo caso.
Wyatt dijo: “Vosotros, hijos de puta, estabais buscando una
pelea, y ahora la tenéis”. Entonces Morgan, que estaba muy cerca de Billy
Clayton, ordenó que levantaran las manos y, acto seguido, sacó su revólver. La
reacción de Clayton fue declarar que no quería luchar, pero aun así Morgan disparó,
alcanzándole justo debajo del pezón izquierdo. Inmediatamente, Wyatt hirió a
Frank McLaury en el estómago.
Ike Clayton, que
estaba desarmado, se echó sobre Wyatt, le agarró el brazo izquierdo, y le
pidió que cesase los disparos. Earp le contestó, fríamente: “el duelo ha
comenzado; decide si quieres participar en él, o márchate”. Clanton y
Claiborne, entonces, se refugiaron en una tienda cercana (un estudio
fotográfico).
Desde el suelo, el herido Billy Clayton comenzó a disparar,
hiriendo a Morgan en el hombro izquierdo. Sin embargo, Morgan siguió
disparando, en este caso sobre Frank McLaury, acertándole en la cabeza.
En ese momento, terminó la pelea, con Wyatt Earp como único
miembro ileso y los miembros del grupo rival muertos o mortalmente heridos
(Billy Clanton y los hermanos McLaury murieron en el mismo lugar). Morgan había
sido alcanzado en el hombro, Virgil en una pierna, y Holliday también estaba
herido.
Todos unos héroes, ¿eh?
Me encanta la historia que habéis publicado.
ResponderBorrarMuy bueno. Otro "forajido" a analizar es Jesse James sin duda, aunque tal vez en su caso se mezclan no solo razones para rapiñar sino incluso el tema de la guerra civil norteamericana.
ResponderBorrarAtento también a Deadwood, que también representa muy bien el auténtico espíritu del Oeste.
ResponderBorrarEstá claro que en todas las historias, ni los buenos eran tan buenos ni los malos eran tan malos.
ResponderBorrarSin lugar a dudas Tombstone 3snoa mejor película western jamás fimada
ResponderBorrary mucho más que es una historia verifica.
No creo que seas del todo OBJETIVO!!!
ResponderBorrarNo seria un santo. Pero echarle la culpa de que su mujer se dió a la prostitución por haberla dejado, creo que es ignorancia por parte del narrador de este articulo. Ya que se demostró que ella tenia problemas con el alcohol asi como con sustancias derivadas del opio. No se debe extrapolar el caracter de una persona a otra época, ya que es precisamente la situación de dicha época y localización la que determina en gran manera dicho caracter.
ResponderBorrarHabrá que recordar que EEUU siempre se ha identificado por su libre politica de llevar armas, mas aún en esa época donde la mezcla de alcohol,drogas y dichas armas, apoyada por una legislacion muy básica en muchos ambitos, fomentaban un coktel cuanto menos explosivo. Y donde el Marshall de turno, debia aplicar dichas leyes según el individuo y las causas que ya tuviese pendientes con los tribunales, asesinatos,robos, violaciones, etc..
Asi que repito no se deberia enjuiciar una época a la ligera sin conocer profundamente el ambiente en que realmente se desarrollaba.
Un saludo